domingo, 22 de diciembre de 2019

Vladas Arlauskas

Vladas Arlauskas
© USHMM 

Vladas Arlauskas, nació en fecha desconocida en torno al año 1933, en Tytuvėnai, Lituania en el seno de una familia Romá. Su infancia se desarrolló en el camino, de estilo de vida nómada viajaban con sus carromatos por toda Lituania buscándose y ganándose la vida de aquello en lo que podían.

La guerra estalló y al comienzo de la misma decidieron adentrarse buscando la protección que ofrecía el interior de los bosques. Mientras tanto, el Grupo de Ejércitos del Norte alemán avanzaba prácticamente sin oposición y ya el 17 de junio de 1941, Lituania, Letonia, Estonia y gran parte de "Weissruthenien" (Bielorrusia) quedaron oficialmente sometidas a la administración civil teutona. Juntos formaron el llamado "Reichskommissariat Ostland" bajo el control del recién establecido Ministerio del Reich de los Territorios Orientales Ocupados. Hinrich Lohse se convirtió en Reichskommissar Ostland.

Familia Romaní acampando en un bosque lituano.
© Draiciunaite ir Arünas Bubny
 


Los arrestos de Romanís en Lituania llegaron tiempo después de la detención de comunistas, comisarios soviéticos y judíos. La verdadera persecución no comenzó hasta 1942, una de las causas por la que esto sucedió de este modo obedece a que los Gitanos no tenían una gran influencia dentro de la sociedad lituana: su número era escaso y los nazis estaban más preocupados por otras categorías de perseguidos. La situación de los Romanís en Lituania, en un principio,  también se vio favorecida por el hecho de que algunos de ellos llevaban una forma de vida sedentaria y, por lo tanto, no pertenecían al llamado grupo de antisociales. Los Gitanos lituanos que no tenían un lugar de residencia permanente, fueron clasificados como antisociales e inútiles y aislados como "elementos políticamente poco confiables". El 11 de noviembre de 1942, la policía de seguridad alemana y el comandante SD en Lituania ordenaron el comienzo de la ola de detenciones de Romanís de Lituania, su conducción al campo de Ežerėlis, así como la confiscación de todas sus propiedades. Se dieron pormenorizadas instrucciones a los jefes de policía para registrar y detener a aquellos que no tuvieran residencia fija. A los Gitanos que vivían de forma sedentaria y con empleos regulares se les permitía vivir en libertad, pero debían transmitirse informes mensuales de su situación a la Policía de Seguridad Alemana y al SD. El 25 de noviembre de 1942, el comandante de policía y SS del condado de Panevėžys, Otto Bellmann, envió una orden a los jefes de policía, Rokiškis y Biržai para detener a los Gitanos en sus respectivos condados y enviarlos a Panevėžys. El Jefe de la Policía Criminal de Lituania informó a la Policía de Seguridad Alemana y al Comandante SD en Lituania el 29 de abril de 1943 de que: “las estadísticas precisas de los Gitanos no están disponibles en Lituania. Se hallan registrados 284 Gitanos en Lituania (este documento probablemente se extrajo del censo de Lituania de 1923 - A.B.). Pero la cifra no es precisa porque algunos Gitanos han ocultado su origen étnico. Se estima que hay más de 1000 Gitanos en Lituania. La mayoría de ellos son nómadas, pero hay familias sedentarias en los condados de Marijampolė, Trakai, Utena y Raseiniai”. Se procedió al encarcelamiento de la mayoría de Romanís de Lituania. Con posterioridad serían puestos temporalmente bajo custodia policial o internados en prisiones, para finalmente ser enviados a un punto de distribución: el campo de trabajo de Pravieniškė.


Volviendo a la historia de la familia de Vladas Arlauskas, ésta permaneció oculta en la frondosidad de los bosques hasta que un mal día unos policías alemanes los detuvieron en uno cercano a Kaunas, los montaron en camiones y los condujeron a una prisión. Vladas tenía alrededor de ocho años. Transcurridos unos días se llevaron a su padre. Su madre y el pequeño Vladas permanecieron juntos en la misma celda. Vladas recuerda que los guardias les daban una especie de sopa que sabía mayormente a agua y que su madre, muchos días, como sólo lo puede hacer una madre, le entregaba su ración al muchacho. La prisión se hallaba atestada de personas. Con gran dolor rememora el día que lo separaron de su madre, lo arrancaron a la fuerza de sus brazos, llanto y gritos. Se lo llevaron junto a todos los niños al campo de prisioneros de Pravieniškė, un subcampo del campo de concentración de Kaunas, que permaneció activo desde su apertura en noviembre de 1943 hasta su cierre el 15 de mayo de 1944. A los prisioneros los obligaron a realizar trabajo esclavo relacionado con tareas forestales. Las condiciones de vida en Pravieniškė eran bastante difíciles. Los detenidos vivían en infestos barracones, trabajaban duro en el bosque, la desnutrición, las continuas palizas y el hostigamiento constante disminuían la población de aquel maldito infierno.

Masacre en el campo de Pravieniskié.
©
 LCVA

Mientras tanto, todas las mujeres adultas continuaron internadas en la prisión. Vladas nunca más volvería a ver a su querida madre.
        
         En el campo de Pravieniškė, recuerda Vladas, los guardias hablaban en alemán pero contaban con alguien que hacía las veces de traductor de las órdenes. Nada más llegar les afeitaron la cabeza y recibieron la primera ración de golpes y patadas. El campo se encontraba en mitad de la espesura de un bosque rodeado de una cerca de alambre de espino con guardias a pie armados y acompañados de fieros perros. Rememora que en aquella parte del campo sólo había niños, ni un solo prisionero adulto, todos los días los obligaban a pasar lista, formaban en fila y se procedía al recuento de los internados, esto era así día tras día, hiciese un intenso frío o un sofocante calor.

El señor Arlauskas habla de lo lento que pasaba el tiempo en aquel sitio, de lo mucho que extrañaba a su madre y que lloraba constantemente; señala que los otros niños también lloraban a menudo. Les daban de comer dos veces al día: sopa y un pequeño trozo de pan; Los hacían trabajar; en ocasiones los obligaban a limpiar y cargar algunas cosas; dice que si él o los otros niños trabajaban con lentitud, los guardias les golpeaban.

Arlauskas habla de niños que enfermaban en el campo; recuerda haberlos visto muertos en el suelo; dice que los niños morían de hambre; señala que, a él lo ayudó enormemente lo habituado que estaba a pasar hambre porque había crecido en mitad de la extrema necesidad que rodeaba la vida de una humilde familia Romaní, pero que muchos de los otros niños no sobrevivieron porque no tenían la terrible experiencia que produce el hambre constante. Describe el campo como un edificio con diferentes habitaciones llenas de niños; no había hospital, pero tenían un médico que hablaba lituano. Vestían la misma ropa todo el tiempo, incluso cuando la ropa se deterioraba continuaban con la misma indumentaria. Recuerda un agujero por donde se podía beber un poco de agua; los castigaban si no escuchaban las órdenes de los guardias; los obligaban a bajarse los pantalones y los golpeaban con saña con un látigo; Vladas recuerda haber sufrido ese terrible castigo.

En total, alrededor de 500 Romanís lituanos murieron asesinados durante la ocupación nazi.

Vladas Arlauskas sobrevivió al Porrajmos.

Fuentes:
- Entrevista realizada por Saulius Berzinis a Vladas Arlauskas el 24 de septiembre de 1998. USHMM cortesía de del Jeff and Toby Herr Foundation.
- Articulo de Arünas Bubnys: “Lietuvos Romų Persekiojimas Naciu Okupacijos Metais  (1941– 1944)” en Romų Plataforma. Informe presentado el 28 de noviembre de 2017 durante la conferencia "European Roma Genocide 1939-1945" organizada por el Centro de Investigación sobre Genocidio y Resistencia de la Población Lituana.
- Exposición del Museo de Ocupación y Lucha por la Libertad: "Persecución de Romaníes lituanos durante la ocupación nazi (1941-1944)".
- Arünas Bubnys ”Nacistinės represijos (genocidas?) prieš Lietuvos romus 1941–1944 metais. Conferencia en el seminario “Genocidio Romaní en Europa 1939-1945” Vilna, 2017.