domingo, 30 de agosto de 2020

Willy Blum y su familia


He aquí la biografía del muchacho Gitano Willy Blum y de toda su familia, historia que fue rescatada del más absoluto olvido por la historiadora y periodista alemana Annette Leo. Para ello, durante varios años, llevó a cabo una intensa y minuciosa investigación con el objetivo de sacar a la luz los hechos que vivieron Willy Blum, sus padres y hermanos, todo ha quedado recogido en su magnífico libro “Das Kind auf der Liste. Die Geschichte von Willy Blum und seiner Familie”.

 

Willy Blum nació Gitano en Rübeland im Harz, en Sajonia Anhalt, Alemania, el 24 de junio de 1928, séptimo hijo del matrimonio Romaní de Aloys y Toni Blum nacida en 1893 en Atzendorf. Su prole (de los que he encontrado datos) además de Willy: Anna Blum (24-07-1919 Weichering), Liesel Blum (27-02-1923, Halberstadt), Elly Blum (24-04/1924 Barsell),  Dora Blum (9-05-1930, Martinhausen) y Rudolf Blum (5-09-1934, Dresde).

 


Willy creció dentro de una familia numerosa Sinti que se ganaba el pan gracias a su espectáculo ambulante de títeres. Recorrían los caminos a bordo de sus carromatos tirados por caballos por pueblos y aldeas de toda Alemania. Siempre sucedía lo mismo, cuando llegaban a un nuevo sitio generaban sorpresa e ilusión en la mayoría de la población, sobre todo entre los más pequeños, y encontraban el rechazo por parte de otros. Lo primero que hacían era solicitar permiso a las autoridades municipales con el objeto de poner en escena su teatrillo, y, posteriormente, montar su escenario de títeres en alguna posada o salón municipal. Al caer la tarde representaban para el público su mágico repertorio que incluía obras como “Hamlet” o “Doctor Fausto”. Con la ayuda de madera contrachapada pintada, cartón y una cortina de terciopelo rojo, creaban durante un corto espacio de tiempo un mundo mágico repleto de emoción y fantasía, en el que los títeres de madera movidos por hilos actuaban como si se tratara de auténticos actores de carne y hueso. Durante el tiempo que duraba la representación los espectadores se dejaban transportar a otro mundo, un mundo pleno de imaginación en el que dominaba el arte de la emoción, en el que lo bueno y lo malo se distinguían claramente entre sí y donde quedaba asegurado un final en el que el bien prevalecería. Se trataba de piezas complicadas, textos que se transmitían oralmente de generación en generación y donde los niños se involucraban en una etapa temprana y aprendían e interiorizaban la habilidad para mover los títeres con destreza, dar el tono correcto al habla de cada uno de los roles de los personajes, así como sentirse protagonistas en los preludios e intermedios, donde se presentaban cara al público; cantaban, realizaban parodias y tocaban instrumentos musicales. La estancia en cada pueblo solía durar varias semanas, los niños asistían a la escuela local, pero también ayudaban en los trabajos del espectáculo: distribuyendo folletos, reparando los muñecos, cosiendo la ropa...

 

Aloys Blum, el padre de Willy, provenía de una familia de artistas itinerantes. Se había iniciado en el negocio tras la Primera Guerra Mundial y desde 1919 dirigía  su propio teatro de marionetas siempre con la ayuda de su esposa e hijos. Aquellos, eran tiempos difíciles, aun así, en el apogeo de la inflación y la crisis, cada vez más personas asistían a los espectáculos de títeres, precisamente para intentar, durante un rato, escapar de la dura realidad. La empresa familiar Blum sobrevivió más bien que mal a estos años de dificultad. En 1928, el teatro llegó hasta la localidad de Rübeland im Harz, allí vino al mundo Willy Blum. Después de su nacimiento, la familia se trasladó más hacia el este en busca de nuevas expectativas.


El 30 de enero de 1933 alcanzaron los nazis el poder en Alemania, de forma progresiva aumentaría la presión sobre la población Gitana del Reich. El primer paso llevaría a la exclusión total de los Romanís de la sociedad alemana. Desde mayo de 1936, entró en vigor, publicada por las autoridades, la obligación de que los artistas se afiliaran a alguna de las asociaciones englobadas en la Cámara de Cultura del Reich con el fin de conseguir los permisos pertinentes para desarrollar su labor profesional y artística, para obtenerlo deberían proporcionar pruebas irrefutables de su "ascendencia aria". Cualquiera que se atreviera a representar ilegalmente su espectáculo, sin contar con un permiso comercial de las autoridades del Reich, corría el riesgo de que lo detuvieran y lo enviaran a un campo de concentración. En ese año de 1936 aparece la siguiente entrada en el libro de direcciones de Dresde: "Aloys Blum, Marionettentheaterbesitzer". Dirección: Laubegaster Ufer 22.

 

La vida cada vez se hacía más y más difícil para las familias Gitanas, constantemente se emitían nuevas disposiciones por parte de los nazis que restringían la forma de vida Gitana. Por ello, en 1938, la familia Blum tomó la decisión de trasladarse a la ciudad de Hoyerswerda, 35 km al sur de Cottbus y 54 km al noroeste de Dresde en la región de Sorbia. Aquí la familia consiguió proseguir con su oficio hasta 1942. Desde octubre de 1939 se había prohibido a los Gitanos llevar una vida nómada y se les obligaba a permanecer estacionados en un lugar, a la mayoría se les retiró su licencia comercial, aunque este hecho dependía, en muchos casos, de las autoridades municipales. Todas estas medidas las sufrirían los Blum bastante más tarde que la inmensa mayoría, obviamente las autoridades a menudo tenían dificultades para deducir si los viajeros eran Gitanos o no. Por ejemplo, en uno de los archivos se puede encontrar una entrada referida al padre, Aloys Blum, pero no aparece nada sobre los miembros de su familia, en otro a una de sus hijas le falta la nota correspondiente de su certificado de matrimonio. A los tres niños más pequeños también se les permitió seguir asistiendo a la escuela local de Hoyerswerda cuando esto ya no se le permitía al resto de niños Romanís del Reich. El hecho de que Willy y algunos de sus hermanos todavía pudiesen asistir al colegio durante 1941 se debió únicamente a la decisión y arbitrariedad de dos directores de escuela.

 

La familia intentó encontrar otras formas de mantenerse a flote, comenzaron a vender artesanías, según recordaba Elli Blum, vendían encajes y mantas que habían comprado a los fabricantes de los Montes Metálicos (Erzgebirge) y luego las vendían puerta a puerta, casa por casa. Willy Blum, su hermana Dora y su hermano menor Rudolf continuaban su proceso educativo en la escuela evangélica para niños de Hoyerswerda. En 1942 Willy Blum recibió el sacramento de la confirmación en la iglesia católica local. En ese año, las medidas de persecución nacionalsocialista afectaron gravemente a la vida de la familia: a Aloys Blum se le prohibió, por motivos raciales, continuar practicando su oficio, así como salir de la ciudad. Se le obligó a presentarse en la sede de la policía todos los días.

 

Todo se complicó aún más en el momento que comenzó la segunda fase de persecución hacia la población Romaní, la deportación. El 8 de mayo de 1942 Aloys Blum fue arrestado y encarcelado, primero en Hoyerswerda, y posteriormente en la prisión policial de Cottbus. Desde allí lo trasladaron en un transporte colectivo al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, donde quedó registrado como prisionero el 5 de julio de 1942. Sus familiares permanecieron en Hoyerswerda pero los detuvieron tiempo después y los internaron en un cuartel ubicado en un barrio pobre a las afueras de la ciudad. En marzo de 1943, llegó la hora del resto de miembros de la familia Blum, inicialmente los trasladaron en tren a Breslau, donde quedaron recluidos en una prisión. Unos días después los deportaron a Auschwitz-Birkenau junto a otras familias Gitanas, adonde llegaron el 7 de marzo de 1943. Toni Blum se convirtió en la prisionera Z-836, Anna Blum Z-837, Elly Blum Z-838, Liesel Blum Z-839, Dora Blum Z-840, Willy Blum Z-734 y Rudolf Blum Z-735. Quedaron internados como prisioneros en el sector BIIe de Birkenau, el "campo de familias Gitanas". Aloys Blum fue Blockältester, responsable de barracón, durante un corto espacio de tiempo. Sin embargo, debido a las luchas internas con otros reclusos que ansiaban ese puesto, perdió esa posición de privilegio. En abril de 1944, sólo unas 7.000 de las 22.000 personas originalmente deportadas seguían vivas en el "Zigeuner Familienlager". Morían de hambre, agotamiento, enfermedades como el tifus, especialmente afectó a los niños una epidemia de noma, o en las cámaras de gas.

 

En la primavera de 1944 las autoridades del campo comenzaron a organizar la liquidación del Campo Gitano, para ello decidieron organizar transportes con prisioneros del sector BIIe aptos para el trabajo a otros campos en el interior del Reich. En abril de 1944, un tren con unos 1.500 hombres salió de Auschwitz en dirección al campo de Buchenwald. Aloys Blum y sus hijos, Willy, de dieciséis años, y Rudolf, de nueve, se encontraban entre ellos. De alguna forma, Willy y su padre se las ingeniaron para llevarse al pequeño Rudolf. En Buchenwald, Willy recibió el número de prisionero 74254 y Rudolf el 74251. Les cosieron un triángulo negro en sus trajes de prisioneros de rayas blancas y azules, y quedaron internados en el “campo pequeño”, un lugar superpoblado que originalmente había sido diseñado como establo de ganado. En agosto de 1944, Aloys Blum fue separado de sus hijos y enviado al campo de Dora-Mittelbau. Aquí los prisioneros trabajaban en la fabricación de los cohetes V2. Willy y su hermano pequeño Rudolf se quedaron solos en el campo de Buchenwald. A Willy Blum le encargaron la tarea de cuidar de los osos del zoológico. Se había creado un parque de animales en el interior del campo de concentración para goce y disfrute de los SS y de sus familias.

 

El 23 de septiembre de 1944 se organizó en la oficina del campo de concentración de Buchenwald un transporte de 200 niños y adolescentes que iban a ser transferidos a Auschwitz. El nombre de Rudolf Blum se hallaba en esta lista, las SS lo habían señalado con el número 38. En el listado  mecanografiado, archivado en la "Carpeta Nº. 162", hay otro nombre: Stefan Jerzy Zweig, número 200. A la 9.30 de la mañana comenzaron a nombrar a aquellos que debían partir en aquel tren, en ese momento ocurrió una escena conmovedora, según relató más tarde un sobreviviente testigo de lo que allí ocurrió: Rudolf Blum, de nueve años de edad, se encontraba entre los prisioneros que debían marcharse en aquel convoy de la muerte. Rudolf no paraba de llorar y gritarle a su hermano mayor Willy que no lo dejara solo, que no se podía marchar sin él. Willy, con el corazón roto, y de la forma que sólo lo puede hacer un héroe, decidió dar un paso al frente y ofrecerse voluntario para acompañar a su hermanito hasta Auschwitz, sabiendo lo que ello seguramente significaba. Los encargados de organizar el transporte tacharon de la lista el número 200 que correspondía a Stefan Jerzy Zweig e incluyeron en su lugar el de Willy Blum.

 

El 26 de septiembre de 1944 llegó a Auschwitz el tren con los 200 niños y jóvenes de Buchenwald. Lo que sucedió después no está documentado y ahí se perdió el rastro de Rudolf y de Willy Blum, seguramente murieron asesinados. Lo único que se conoce con certeza es que de los 200 niños y adolescentes de aquel transporte solamente dos lograron sobrevivir. Annette Leo ha puesto luz a lo que le ocurrió al muchacho Gitano Willy Blum. El niño que aparecía tachado en la lista, Stefan Jerzy Zweig, se convertiría en protagonista del libro “Desnudo entre lobos” del escritor Bruno Apitz y en todo un referente del Holocausto en la Alemania Oriental. Por desgracia, la historia de Willy Blum quedó sumida en el olvido. Ambos niños fueron víctimas de los nazis y de la lógica inhumana del terror, pero mientras el recuerdo de Willy ha permanecido durante mucho tiempo en la nebulosa del olvido, el de Stefan Jerzy Zweig forma parte de la memoria colectiva de aquel episodio trágico de la Historia.

 

De los Blum sobrevivieron al Porrajmos Aloys Blum, su mujer Toni Blum que moriría en 1962 en un hospital de Krumbach y dos de sus hijas, Elli Blum, de casada Schopper y Anna Blum. Annette Leo también ha intentado localizar los títeres del espectáculo de la familia Blum, obras de arte de fabricación propia, algunas de las cuales se pueden ver en el Museo de Títeres de Lübeck.

 

Existe un proyecto de teatro juvenil: “Der Kind auf der Liste” (El niño de la lista) del Grupo de Teatro TAK (Theater Aufbau Kreuzberg), en el que algunas jóvenes intérpretes intentan acercar al público la historia de Willy Blum y su fatal destino, contando para ello con elementos documentales y de ficción, así como buscando una conexión con su propia realidad.


Y llegados a este punto me gustaría expresar una reflexión personal, en primer lugar, mostrar mi reconocimiento a Annertte Leo, gracias de corazón por rescatar la historia de Willy Blum y de su familia, su trabajo me ha llegado al alma. En segundo término, expresar que en ocasiones, amigos y conocidos me preguntan por qué sigo adelante con este blog, por qué cuento las historias de los Gitanos durante la persecución nazi, por qué no lo dejo si no tengo ayuda de nadie, por qué dedico tantas horas de mi tiempo a la investigación y escritura en soledad de las biografías de unas personas donde priman el dolor y el olvido, pero hete aquí, que tras terminar de escribir la historia de Willy Blum encuentro la respuesta a estas preguntas, lo hago porque no quiero ser cómplice del silencio, porque los Gitanos víctimas del genocidio nazi, sus nombres y sus destinos dan sentido a mi vida.

 


Fuentes:

- Das Kind auf der Liste. Die Geschichte von Willy Blum und seiner Familie. Annette Leo, mit einem Vorwort von Romani Rose. Aufbau Taschenbuch Verlag.2018.

- Artículo periodístico  de Tom Fugmann “Willy Blum: Das vergessene Kind aus dem KZ Buchenwald” publicado en la web de la Mitteldeutscher Rundfunk el 23 de abril de 2020.

- Artículo de Sabine Neubert “Das Kind auf der Buchenwald-Liste. Annette Leo hat die Geschichte des Sinti-Jungen Willy Blum recherchiert” publicado en el Neues Deutschland el 16 de abril de 2018.

- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen I. Páginas 80-81.

- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen II. Páginas 772-773.