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Margot Anita Schwarz, nacida Franz
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Nordwest Zeitung
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Margot
Anita Schwarz, nacida Franz, vino al mundo el 10 de septiembre de 1924 en la
ciudad de Berlín. Hija de Margarete (Grete) Franz (10/09/1898) y N.N. Schawrenski. De la primera relación de
la madre, además de Margot, habían nacido Erwin Franz en 1925 y Anton Franz (14/01/1927).
En
1928 su madre contrajo matrimonio con el artista circense Georg Frank (20/07/1906).
Los chiquillos, Margot y Anton, permanecieron junto a su madre, mientras que
Erwin fue acogido por uno de sus tíos que vivía cerca de Gdansk. Margot y Anton
crecieron junto a sus seis hermanastros más pequeños: Frieda (10/03/1929), Ella
(3/07/1930), Hans (12/01/1933), Otto (25/01/1934), Ursula (15/12/1935) y Angela
(18/10/1938). Llevaban un estilo de vida nómada, se dedicaban al circo. Entre
acrobacias, risas y mucho trabajo recorrían los pueblos y ciudades del
país teutón con su pequeño circo ambulante.
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Georg
Frank (derecha) y su hija Ella (izquierda)
y otra hija o hijo realizando acrobacias.
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Archivo de la familia Franz
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En
1935 la familia se trasladó desde el Oeste de Prusia hasta Leer en la Frisia
Oriental.
En
1938 se establecieron en una modesta caravana en la floreciente ciudad naval de
Wilhelmshaven, cuya población aumentó rápidamente debido al rearme que habían
emprendido los nazis.
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Georg
Frank y su hija Frieda ensayando
uno de sus números, hacia 1938.
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Archivo de la familia Franz
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Debió
ser en el transcurrir de 1939, cuando la familia Franz llegó con su carromatos Gitanos,
tirados por sus hermosos caballos, al municipio de Zetel-Bohlenberge, situaron
su campamento en un descampado de la Pohlstrasse para permanecer allí unos días
y ofrecer su espectáculo circense a la población local. Pero… por desgracia, la
persecución a la que se estaba sometiendo a la población Romaní se iba incrementando
de forma paulatina. Las autoridades locales se acercaron hasta su lugar de
acampada prohibiéndoles proseguir su camino. De este modo, hubieron de
abandonar su vida nómada y los obligaron a permanecer en aquel sitio cobijados
por sus dos carromatos. Los niños acudían a la escuela, los padres y los
hermanos mayores buscaron otros trabajos distintos al que hasta ese momento
había sido su forma de ganarse el pan. Georg, comenzó a trabajar en una
gravera, su esposa Grete, en un vivero en la Stubbendränk, Margot, la hermana
mayor, en una fábrica de zapatos y Anton, en una granja. Pasado un tiempo, la
familia decidió finalmente establecerse en una pequeña casa en la Horster
Strasse, cerca de la escuela de Bohlenberge.
Margot,
de jovencita, había dado a luz a una hija a la que puso de nombre Ángela, que murió
antes de producirse la deportación.
A su
padrastro lo llamaron a filas y se incorporó a la Wehrmacht tomando parte en la
caída de Francia, posteriormente lo trasladaron con su unidad a la Guerra en el
Este iniciada con la Operación Barbarroja en junio de 1941.
Mientras
su padre luchaba valientemente en el ejército alemán, en la retaguardia… de
repente, el 3 de marzo de 1943 antes del alba llegó la policía hasta donde vivía
la familia Frank: “Guardad todo y acompañadnos” fue la orden que uno de los
policías gritó. La madre imploró: “No puede ser, esto no es posible, mi marido
es soldado. No podemos, así sin más, marcharnos de aquí”. “Sí, su esposo
también os acompañará, pronto se reunirá con vosotros”. El llanto de los niños,
el dolor de dejarlo todo atrás, la incertidumbre, el miedo… metieron lo poco
que pudieron en una maleta, todo revuelto porque los policías los apremiaban
situados frente a ellos empuñando sus armas.
En primer
término los condujeron hasta la estación ferroviaria de Zetel, después a Bremen
a un lugar donde estaban agrupando a multitud de Romaníes de la región, allí se
reencontraron con su padrastro. Lo habían obligado a quitarse el uniforme, éste
fue el pago de Alemania por los servicios prestados en el frente. Los abuelos
de Margot, su tía y su tío, varios familiares y conocidos también se
encontraban en aquel sitio. Allí permanecieron dos noches, luego los deportaron
en un tren compuesto por vagones para transporte de ganado al campo de
concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau
en Polonia. No les permitieron llevar nada consigo, Durante el viaje no les darían
de beber ni de comer. Lo único que su madre pudo esconder entre sus ropas fue una
almohadillita para la pequeña Ángela. Pero al ir a montarse en el vagón un
policía la descubrió y le arrancó la almohada de la mano añadiendo: “No
necesitas almohadas al lugar al que vas”.
Margot
era una muchacha joven, tenía 18 años en ese momento y nunca había oído hablar de
Auschwitz. Durante el viaje los niños cantaban y reían ajenos a lo que les
depararía el destino, sin embargo, los mayores, entre ellos sus padres, tenían
miedo, sabían lo que finalmente ocurriría. Cuando llegaron a Auschwitz (Stammlager)
pasaron por el gran portón con las palabras “Arbeit macht frei”, después llegaron
a Birkenau, allí estaba ubicado el campo para familias Gitanas en el sector
BIIe, cerca de los crematorios. Margot se convirtió en la prisionera Z-3487,
número que quedó para siempre tatuado en su piel. Los llevaron hasta el
barracón, en mitad del mismo había una especie de estufa muy larga con el que
se calentaba el lugar. Había cajas
por todas partes, así llamaban a las literas de tres pisos, y sobre las mismas había
unas “maravillosas y hermosas” mantas rojas de pelo muy largo. Se encontraban
tan cansados de los tres días de viaje que no pensaban en la comida, a pesar de
la intensidad del hambre, tan sólo en poder descansar un poco del agotamiento. Al
despertarse... les picaba todo el cuerpo, se encontraban llenos de picaduras producidas
por la multitud de piojos que poblaban las mantas y el barracón.
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Margot
muestra su número de prisionera
de Auschwitz-Birkenau tatuado en su antebrazo.
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Günter Heuzeroth y Sylvia Wille
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Unos
días más tarde les comunicaron que aquellos que habían servido en el ejército serían
agrupados en un barracón aparte del resto y que pronto podrían volver a sus
hogares. Su padrastro como había sido soldado, pues hizo que estuviesen entre
el grupo que fue reubicado junto a otras familias Gitanas. En el bloque militar,
que así se llamaba, se pasaba lista por la mañana y en el turno de reunión de
la tarde, alienándose los prisioneros en filas de cinco. Pronto murió su
hermanita Ángela, la más pequeña, no había cumplido aún los cinco años.
Su
madre enfermó, comenzaron a hinchársele las piernas y la fiebre dominaba su
cuerpo, Margot le preguntó al jefe de barracón si podía dejarla en el interior
y no salir fuera al recuento porque estaba demasiado enferma. Pero en aquel
lugar en el que no había sitio para la clemencia ni la compasión, el jefe del
bloque hizo una excepción. Mas al pasar lista y contar a los prisioneros los
soldados de las SS se percataron de que faltaba una prisionera, la madre de
Margot. Entraron enfurecidos y a toda prisa en el barracón y comenzaron a
gritar. Luego salieron del interior arrastrando de los pelos a su madre, uno de
los SS la golpeó con furia con su arma en la cabeza y del fuerte golpe la mató.
Margot saltó hecha un fiera abalanzándose sobre el soldado, entonces los SS
comenzaron a golpearla también a ella, dejándola inconsciente. Cuando se
despertó, su mamá se había ido al cielo. Ahora estaba sola con su padre y sus
hermanos. Tiempo después fue su padre el que enfermó, lo trasladaron al
hospital y eso en Birkenau era sinónimo de muerte. En aquel infierno no estaba
permitido visitar a los familiares enfermos, pero Margot se las arregló como
pudo y consiguió entrar allí, cuando llegó hasta la cama donde se hallaba su
padrastro, se percató de que estaba muerto, tenía la boca abierta y de su boca
salía algo de uno color negruzco, se acercó y al hacerlo de la boca de Georg
comenzaron a salir muchísimas moscas pequeñas. Margot era la mayor y la
responsabilidad de sus hermanos recayó sobre ella. El hambre atroz que se vivía
en aquel infierno de días y noches infinitos hizo que algunos fuesen muriendo
de hambre, sólo quedaban con vida cuatro hermanos cuando comenzaron los
transportes para llevar a cabo trabajos forzados en campos de concentración en
el interior de Alemania. A Margot y a Anton los trasladaron en un transporte en
el transcurso de 1944, los otros dos hermanos más pequeños se quedaron en
Birkenau y murieron gaseados en la Zigeunernacht, la noche del 2-3 de agosto de
hondo y doloroso recuerdo para el pueblo Romaní. En Auschwitz-Birkenau murieron
además de su madre y su padrastro, sus hermanos: Ella, Frieda, Hans, Otto,
Ursula y Angela.
A finales
de julio de 1944 a Margot la enviaron en un convoy al campo de concentración
para mujeres de Ravensbrück, allí permaneció cuatro semanas en cuarentena, tras
pasar este periodo la transfirieron al campo de concentración de Flossenbürg. Fue
conducida al campo satélite de mujeres de Graslitz (Kraslice). En aquel lugar
se realizaban trabajos de montaje mecánico de precisión para
Luftfahrtgerätewerk Hakenfelde GmbH (LGW), una filial del Grupo Siemens. El
sitio de producción era una fábrica textil en desuso. Las prisioneras estaban
alojadas en uno de los pisos superiores sobre el taller. En ocasiones hacían
turnos de trabajo de día y de noche.
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Campo
satélite de Graslitz
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Gedenkstätte Flossenbürg
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Desde
el 15 de abril de 1945, las SS comenzaron a evacuar el campo. Las mujeres debían
marchar en dirección a Mariánské Lázně. A varias prisioneras las fusilaron
durante la marcha, el propósito de las SS era conducirlas hasta Flossenbürg
para proceder a su exterminio. Pero no pudieron conseguir su objetivo porque el
ejército estadounidense liberó al grupo de prisioneras el 24 de abril de 1945.
Sin tener dónde ni a nadie a quien acudir, habiendo perdido todo menos la vida
se entremezcló entre la inmensa corriente de refugiados que poblaba Alemania en
aquella primavera de 1945. Margot por fin era libre. A veces caminando otras realizando
cortos trayectos en tren consiguió llegar hasta Oldenburg. Al principio no
encontró a nadie, pero conoció a Friedrich Schwarz con el que se casaría en
1946. Friedrich Schwarz (1919 - 1990) había sobrevivido al campo de
concentración de Sachsenhausen. Margot se sintió durante mucho tiempo como la
única sobreviviente de su familia, sólo décadas más tarde supo que sus hermanos;
Erwin y Anton (hermanos del primer matrimonio de su madre) también habían logrado
sobrevivir al Porrajmos.
Después
del nacimiento del primero de sus ocho hijos, la pareja regresó a Zetel-Bockhorn,
en el distrito de Frisia viviendo en un pequeño apartamento. En la década de
1950, la pareja invirtió, los pagos de compensación por la deportación que la
administración alemana les había otorgado en una caravana y un tractor. Vivieron
felices con sus hijos principalmente en los distritos de Frisia, Wittmund, Aurich
y en Wilhelmshaven. Friedrich Schwarz comerciaba en el área rural con mercería,
también trabajaba de forma regular junto a sus hijos como jornalero en época de
cosecha en Wittmund.
A
mediados de la década de 1970, la salud de Margot comenzó a empeorar se
resentía severamente del trauma de la violencia experimentada durante la II
Guerra Mundial. Margot fue siempre una luchadora muy activa por los derechos de
la comunidad Romaní de Alemania, siempre se mostró dispuesta a dar testimonio
de la terrible experiencia de su pasado y se convirtió en una de las mujeres que
ayudó a la formación de la comunidad Sinti de Oldenburg hasta su muerte acaecida
en 2002.
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Margot Schwarz en 1992
©Sammlung Günter Heuzeroth
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Fuentes:
- Zetel: Die in Auschwitz ermordete Sinti-Familie Frank.
- “Ihr braucht keine Kissen mehr, wo ihr hinkommt”. Artículo
firmado por Hartmut Peters para Gróschler Haus.
- Vor den Augen der
Vermieter verhaftet. Artículo firmado por Hans Begerow para el Nordwest Zeitung
el 17 de mayo de 2008.
- https://www.groeschlerhaus.eu/erinnerungsorte/zetel-die-in-auschwitz-ermordete-sinti-familie-frank/
- Geschichte Margot Schwarz Überlebte Konzentrationslage in Auschwitz. “Sie
haben aus dem Dreck gefressen”. Artículo firmado por Christopher Hanraets para
el Nordwest Zeitung el 20 de diciembre de 2017.
- Vom Schlachthof nach Auschwitz: Die NS-Verfolgung der Sinti und Roma
aus Bremen, Bremerhaven und Nordwestdeutschland. Hans Hesse, Jens Schreiber.
Marburg 1999.
- Vom Ziegelhof nach Auschwitz: Verfolgung und Vernichtung der Sinti und
Roma.
Heuzeroth, Günter; Martinß, Karl-Heinz. Oldenburg 1985.
- Aus Niedersachsen nach Auschwitz. Niedersächsischer Verband Deutscher
Sinti
Verlag für
Regionalgeschichte, 2004. Página 65.
- Entrevista en vídeo dirigida
por Günter Heuzeroth y Sylvia Wille (cámara Gerd Weghorn) realizada en 1992.
- Memorial Book: The
Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G.
Saur, New York. 1993. Volumen I. Páginas 250-251.