domingo, 30 de septiembre de 2012

Anna-Lina Laubinger


Calle en recuerdo y memoria de la niña Anna-Lina Laubinger en Colonia.

© Weiser

Anna-Lina Laubinger fue una niña Romaní nacida el 8 de junio de 1938 en Kerpen, ciudad situada a unos 25 kilómetros de Colonia.

Hija de madre Sinti y padre Jenische, que hablaban el dialecto Kölsch, es éste es pequeño grupo de dialectos que se habla en Colonia y sus alrededores, en el oeste de Alemania.


Anna creció en el campo de confinamiento de Gitanos de Köln-Bickendorf. Estaba situado en un solar cerrado y fácil de vigilar en los arrabales de la ciudad. Ya a finales de abril de 1935 se habían construido puntos de suministro de agua, letrinas y una barraca de vigilancia. Al mes siguiente, mayo de 1935, la policía comenzó a trasladar forzosamente al campo los vehículos vivienda de los Gitanos que se hallaban dispersos por la ciudad. Primero se evacuaron los lugares de estacionamiento situados en terreno municipal y, a partir de 1936 también aquellos que habían sido arrendados por particulares. Se colocaron asimismo en el lugar camiones de mudanzas para que se guardaran del raso los recién llegados, que carecían de vivienda móvil, puesto que también trasladaron al campo a aquellos Romaníes que habitaban edificios de viviendas y de todos los Gitanos sobre los que tenían conocimiento los servicios sociales del municipio por ser receptores de ayuda social.


Familia Romaní fotografiada en diciembre de 1937 ante los carromatos
en el campo de confinamiento de Gitanos de Köln-Bickendorf.

© Bundesarchiv Koblenz

Poco después de su puesta en funcionamiento, el campo de confinamiento de Gitanos fue rodeado por una alambrada de malla y alambre de espino de 2 metros de altura, según las autoridades para lograr “el mantenimiento del orden”, los servicios sociales colocaron a un hombre armado de las SS, que se instaló con su familia en la barraca de vigilancia. Desde esta barraca divisaba todo el campo repleto de viviendas móviles colocadas éstas en dos filas. Al entrar y salir del campo, los Romaníes tenían que pasar por la supervisión de este guardia, que ejercía por lo demás un control brutal sobre el conjunto del campo. Al mismo tiempo, en la comandancia de policía del distrito de Ehrenfeld en Colonia se había asignado al campo de confinamiento un grupo especial de funcionarios, al que se denominaba policías, para que ejercieran un control permanente sobre la población del campo. Con el fin de intimidar a los confinados se llevaban a cabo constantes razzias policiales.

Barraca de vigilancia en el campo de confinamiento
de Gitanos de Colonia.

© Bundesarchiv Koblenz
Para mediados de 1937 los Romanís solo podían salir del campo en las horas diurnas y a pie. Durante la noche se imponía la prohibición de salir. La entrada al campo de no Gitanos estaba terminantemente prohibida.


Mujer Romaní a la que le exigen la documentación en las inmediaciones
del campo de confinamiento de Köln-Bickendorf en diciembre de 1937.

© Bundesarchiv Koblenz

A Anna-Lina y su familia los nazis los confinaron en este campo. La vida allí resultaba muy dura. Vivían en carromatos, cada una de estas viviendas móviles estaba ocupada por al menos ocho personas que compartían un espacio de unos nueve metros cuadrados. Para los que no poseían carromatos se habían instalado dos barracas viejas en las que las condiciones de hacinamiento eran similares a las de las viviendas móviles. Este campo de confinamiento de Colonia desempeñó una función de antecedente para el internamiento de Romaníes en otras ciudades del Reich. Las autoridades municipales de Berlín, Stuttgart, Hamburgo y Frankfurt solicitaron rápidamente información al respecto a las de Colonia.

Anna y su familia formaban parte de los aproximadamente 350 Romaníes de Colonia y Renania que en marzo de 1943 fueron deportados al Campo de Concentración y Exterminio de Auschwitz-Birkenau. En ese lugar los nazis convirtieron a la pequeña Anna en el número de prisionera Z-6322.

Poco tiempo pudo sobrevivir nuestra pequeña, Anna murió el 19 de agosto de 1943 en Auschwitz-Birkenau. Anna-Lina Laubinger Te Bisterdon Tumare Anava.


En marzo de 2002 el consejo de distrito de Colonia-Ehrenfeld decidió por unanimidad dar el nombre de una calle, en el área de Bickendorf, en memoria de la niña Romaní Anna-Lina Laubinger. Tras tomar esta decisión el consejo de distrito, hubo objeciones por parte de los residentes en el barrio, las puntualizaciones eran de lo más variopintas; el nombre no encajaba con el ambiente del barrio, el nombre de la calle podría atraer a los Gitanos… Pero la decisión, gracias a Dios, estaba tomada y así el 9 de noviembre de 2002 se puso la placa con el nombre de nuestra niña Gitana Anna Lina Laubinger.

Calle Laubinger situada en el distrito de Colonia-Ehrenfeld
© Dokumentations und Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma


Fuentes:
- De la ciencia de las razas a los campos de exterminio. Sinti y Romá bajo el régimen Nazi. Karola Frings, Herbert Heuss y Franck Sparing. Editorial Presencia Gitana. Colección de temas gitanos y afines Interface. 1999. Páginas 43-45.
Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen I. Páginas 258-259.
- Gedenkorte fúr Sinti und Roma. Köln, Laubingerweg. Dokumentations und Kulturzentrum deutscher Sinti und Roma
- Tsiganologische Mitteilungen. 15 de diciembre de 2010. Edición 11. Rüdiger Benninghaus: Nach Zigeunern benannte Strassen und Plätze. Páginas 11 y 12.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Rudolf Weiss



Rudolf Weiss

© Christoph Ermisch


Rudolf Weiss nació el 28 de de septiembre de 1927 en Ahnsen cerca de Gifhorn, ciudad situada al Este de la Baja Sajonia.

Rudolf asistió al colegio hasta que los nazis en 1941 prohibieron la asistencia de los niños y las niñas Romaníes a la escuela. En muchas ciudades del Reich, el alumnado Gitano quedó excluido del sistema educativo alemán por pertenecer a los que los nazis denominaban como una “raza extranjera”. En algunas ciudades como el caso de Colonia y Gelsenkirchen, las autoridades nacionalsocialistas crearon “aulas gitanas especiales”, las cuales estaban separadas del resto de clases de los niños considerados de “sangre alemana”.

A principios de marzo de 1943, Rudolf Weiss fue deportado junto con sus padres y su hermano desde un campo cercano a Brunswick hasta el Zigeunerlager "Campo para familias Gitanas" de Auschwitz-Birkenau en Polonia. Allí Rudolf se convirtió en el prisionero Z-326.

Las SS obligaron a los dos hermanos a realizar trabajo esclavo en el campo principal de Auschwitz, su padre murió asesinado en el temible campo polaco.

El 15 de abril de 1944 Rudolf fue trasladado al campo de concentración de Buchenwald.

En 1945 de nuevo trasladaron a Rudolf Weiss a otro campo, en este caso al de Bergen-Belsen. El 15 de abril de 1945, las fuerzas británicas liberaron el campo. En él se encontraron las tropas británicas una escena dantesca, algo difícilmente descriptible, sesenta mil prisioneros malviviendo en condiciones infrahumanas, entre ellos los hermanos Weiss. Miles de cadáveres permanecían sin enterrar dentro de los límites del campo. Las fuerzas británicas procedieron, después de evacuar Bergen-Belsen, a quemar todo el campo para evitar así la propagación del tifus.

Tras la liberación y el fin de la guerra Rudolf Weiss regresó de nuevo a Brunswick, tiempo después volvió a reencontrarse con su madre.

Rudolf Weiss se casó y fue padre de cinco hijos.

Fuentes:
- Sinti und Roma. Gedenkstätte Bergen-Belsen. Stiftung niedersächsische Gedenkstätte. Christian Römmer.
- Bergen-Belsen. Kriegsgefangenenlager 1940–1945, Konzen­trationslager 1943–1945, Displaced Persons Camp 1945–1950, Katalog der Dauerausstellung, Göttingen: Wallstein, 2009.
- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen II. Páginas 748-749.
- United States Holocaust Memorial Museum. “The Holocaust.” Holocaust Encyclopedia. Bergen-Belsen.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Kazimerz Mirga


Kazimerz Mirga fotografiado junto a una de sus nietas.

© Anna Kari

Esta es la historia de Kazimerz Mirga, un sobreviviente Romaní del Porrajmos.

Los nazis deportaron a Kazimerz, cuando no era nada más que un niño y a su familia a un campo de concentración por haber nacido Romaníes. Tras muchas penalidades consiguió sobrevivir y así después de la guerra, Kazimerz fue el único miembro de su familia que logró volver con vida del horror.

A Kazimerz no le gusta hablar mucho de la guerra, de tanto sufrimiento, es incapaz de recordar el nombre del campo en el que lo internaron. . . y, por desgracia, tras la contienda mundial no quedaban miembros de su familia a los que preguntar.

Tampoco en la posguerra la vida resultó sencilla para Kazimerz, sin familia en la que apoyarse, tuvo que luchar por si solo para salir adelante, pero nuestro protagonista nunca se rindió, se abrió camino en la vida como pudo, realizando trabajos temporales para otros a cambio de un poco de comida, incluso cuando no quedó más remedio recurrió a la mendicidad, así fue hasta que encontró trabajo en una granja comunista cuando contaba 17 años.

Formó una familia y esa es la prueba inequívoca de que los nazis no consiguieron el objetivo que perseguían, el exterminio de todos los Gitanos de Europa.

Fuentes:
- Página web de la periodista Anna Kari http://annakari.photoshelter.com Roma Holocaust
- Revista Travellers’ Time. Número 23. Primavera de 2005. Página 6