domingo, 30 de julio de 2017

Johann Rigo y su familia. Zigeunernacht. E Rjat le Rromane Phabimatangi.

Johann Rigo
© Dokumentations- und Kulturzentrum 
Deutscher Sinti und Roma

Johann Rigo nació el 17 de octubre de 1910 en Jois, ciudad localizada en el distrito de Neusiedl am See, en la región de Burgenland, Austria .

Fue deportado junto a su esposa y sus tres hijos al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau en Polonia por haber nacido Gitano. Allí quedó registrado con el número de prisionero Z-5728 e internado en el Campo para Familias Gitanas de Birkenau.

La vida en Birkenau resultó un milagro, lo normal era morir en mitad de aquel infierno. La insuficiencia alimenticia y el hacinamiento en los barracones del Zigeunerlager condujeron a un dramático deterioro de las condiciones higiénicas y sanitarias, lo que a su vez provocó epidemias frecuentes, especialmente de tifus y diarrea por hambre. Estas epidemias dieron como resultado una alta tasa de mortalidad entre los presos, además de las vejaciones constantes a que eran sometidos por los SS y los kapos.

Durante los días finales del mes de julio de 1944, numerosos Romaníes y sus familias que se encontraban internados como prisioneros en el Zigeunerlager de Birkenau estaban siendo trasladados a otros campos en el interior del Reich, a aquellos que aún permanecían en el Campo Gitano, sector BIIe de Birkenau, los nazis les comunicaron, que el grupo que se había marchado lo enviaban a construir un campo nuevo para Romaníes.

Aquel 2 de agosto de 1944 a eso de las dos de la tarde, un tren de mercancías permanecía estacionado en las vías de la rampa de ferrocarril cercana al Zigeunerlager, en los vagones unos 1500 Romaníes, formaban parte del último grupo seleccionado del Campo de Familias Gitanas con destino a otros campos en el interior del Reich. El convoy permaneció allí parado durante varias horas, un superviviente de este transporte recuerda que los prisioneros que aún se encontraban tras las alambradas del sector BIIe se hallaban lo suficientemente cerca del tren como para ser capaces de gritarles y hacerles señales. En ese momento, desde las alambradas se vivieron escenas desgarradoras de despedida. El tren partió para Alemania a media tarde. Las horas finales del Campo de Familias Gitanas habían llegado.

Ceremonia de recuerdo en Birkenau.
© Memorial de Auschwitz

En la tarde del 2 de agosto de 1944, después del recuento, fue impuesto el toque de queda en esta sección del campo. En su interior había aún internados 2.897 prisioneros, la mayoría de ellos, enfermos, ancianos, mujeres y niños.  Un camión repleto con soldados de las SS y con unos veinte prisioneros judíos pertenecientes al Sonderkommando llegó hasta el Campo Gitano.

Tadeusz Joachimowski relata:
            “Cuando se completó la carga de los Gitanos en los vagones de mercancías, el Dr. Mengele  en el campo gitano ordenó a los vigilantes que se alejaran de la valla para que los gitanos pudieran despedirse. Esa escena, desde el momento en que el tren llegó a la rampa hasta que el Dr. Mengele permitió que se despidieran, estaba plenamente calculada. Fue pensada para apaciguar a los gitanos que quedaban en el Campo y convencerlos de que; también, serían enviados a campos de trabajo"

            “Tras la partida del tren, la cual tuvo lugar a eso de las siete de la tarde, se dio la orden a los prisioneros del sector BIIe la prohibición de salir de los barracones hasta nueva orden. Entonces, Mengele ordenó a los médicos prisioneros y enfermeras que trabajaban en el hospital, en el interior del Zigeunerlager, que marcharan a la compañía de castigo y al campo de los hombres (BIID). Después del recuento de la noche, llegó hasta el sector BIIe un camión lleno de hombres de las SS con un Sonderkommando, compuesto por una veintena de prisioneros judíos y ordenaron a todos los Romaníes que salieran de sus barracones y formaran. Los prisioneros volvieron al interior de los barracones. Los SS y los miembros del Sonderkommando clavaron cruces hechas con tablas para que ningún prisionero pudiese salir del interior, después se marcharon. Cuando la oscuridad se adueño completamente del campo, llegaron unos ocho camiones y se detuvieron delante de los barracones comenzaron a sacar a los Romaníes del interior de los mismos y empezaron a llevarse a los Romaníes en mitad de un griterío ensordecedor, llantos y maldiciones… los camiones volvieron una docena o más de veces a por el resto de los prisioneros. Al parecer, como oí, los gitanos se dieron cuenta de lo que estaba pasando y atacaron a los hombres de las SS, que utilizaron sus armas, porque los gritos y el sonido de los disparos llegaron hasta nuestros oídos.”
            Extracto del testimonio de Marian Perski, antiguo prisionero polaco número 11036 deportado a Auschwitz en 1941. Roma in Auschwitz. Voices of memory 7. Pág 89

“A las  20:30 horas el sector BIIe fue cerrado. Comenzaron a desplegarse por el campo soldados alemanes, los supervisores alemanes de cada barracón armados con porras fueron traídos de otros bloques y llegaron cuatro camiones, introdujeron en ellos a los Gitanos. A eso de las once en punto de la noche, los camiones arribaron hasta el hospital Gitano, donde cincuenta o sesenta Romaníes fueron cargados en cada vehículo, y los médicos se vieron obligados a ayudar en este procedimiento bajo la amenaza de ser golpeados. Enormes gritos, simplemente el aullido de los gitanos, se podían escuchar desde el primer momento de esta operación, el doctor Mengele estaba presente en los terrenos del hospital gitano. Poco después de la medianoche concluyó la operación, ya que todo el campo gitano había sido vaciado.”
Extracto del testimonio de Alfred Galewski,antiguo prisionero judío belga Belgian jewish former prisoner número151599 deportado a Auschwitz en septiembre de 1943. Roma in Auschwitz. Voices of memory 7. Pág 91

Los prisioneros Romaníes se resistieron en el límite de sus posibilidades, al día siguiente la visión de los cacharros rotos y la ropa desgarrada esparcidas por el vacío campo Gitano dan fe de la resistencia que opusieron los Romaníes al destino que los nazis habían previsto para ellos.

Johann Rigo, su esposa y sus tres hijos murieron en las cámaras de gas de Birkenau esa maldita noche del 2 al 3 de agosto de 1944, la Zigeunernacht.

"Un guardia de las SS me dijo lo difícil que había sido esta acción especial, mucho más que cualquier otra que se hubiera llevado a cabo en Auschwitz... Los gitanos, que no sabían donde se dirigían, gritaron, pelearon, pero los disparos apagaron la rabia, algunos resultaron heridos. Llegaron más SS de refuerzo cuando los camiones se hallaban solamente a mitad de camino. Los gitanos incluso utilizan barras de pan como armas arrojadizas. Pero los SS eran demasiado fuertes, demasiado experimentados, demasiado numerosos.” (Dazlo Tilany, testimonio sobre la liquidación del Campo Gitano)

Es día de recuerdo, día de conmemoración de la memoria de aquella terrible madrugada en la que los nazis asesinaron a 2.897 hombres, mujeres y niños en las cámaras de gas de Birkenau.  Mi recuerdo, mi corazón y mi memoria son para aquellos Romaníes que los nazis nos quitaron en la terrible Noche de los Gitanos.

Seguimos en el camino.
© Memorial de Auschwitz

Fuentes:
-  The national socialist genocide of the Sinti and Roma: Catalogue of the permanent exhibition in the State Museum of Auschwitz. Romani Rose y Silvio Peritore, Dokumentations- und Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma, Heidelberg. Página 296.
- The Roma and Sinti in Auschwitz. Roma in Auschwitz. Voices of memory 7. JoannaTalewicz-Kwiatkowska. Pág 26-27.
- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen II. Páginas 1066-1067.
- Extracto del testimonio de Marian Perski, antiguo prisionero polaco número 11036 deportado a Auschwitz en 1941. Roma in Auschwitz. Voices of memory 7. Pág 89.
- Extracto del testimonio de Alfred Galewski,antiguo prisionero judío belga Belgian jewish former prisoner número151599 deportado a Auschwitz en septiembre de 1943. Roma in Auschwitz. Voices of memory 7. Pág 91.
- Auschwitz Chronicle 1939-1945. Danuta Czech. Tauris. 1990. Páginas 54, 97, 677
- Right to Remember - A Handbook for Education with Young People on the Roma Genocide. Consejo de Europa. 2014. Página 31.
- Tribüne, Volumen 43. Números 169-172. Página 63.

- Rassenutopie und Genozid: Die nationalsozialistische 'Lösung der Zigeunerfrage'. Michael Zimmermann. Christians. 1996.

lunes, 10 de julio de 2017

Alfons Lampert

Alfons Lampert
© Dokumentations- und Kulturzentrum
Deutscher Sinti und Roma

Alfons Lampert nació el 6 de septiembre de 1915 en Mainz a.Rh. en el seno de una familia Sinti alemana. Hijo de Jakob y Margareta Lampert, su padre luchó enrolado en las filas del ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial en una unidad de caballería. Tras la guerra sus progenitores se ganaron la vida como operadores de cine y feriantes. Jakob Lampert, además, destacaba por ser un talentoso músico, desgraciadamente falleció en 1931.

Alfons Lampert se casó con Else.

Else y Alfons Lampert.
© Dokumentations- und Kulturzentrum 
Deutscher Sinti und Roma

             Siguiendo los pasos de su padre, Alfons se alistó en la Wehrmacht, a pesar que desde noviembre de 1937, según un decreto confidencial del Ministro del interior del Reich "los gitanos de sangre pura quedan excluidos del servicio militar activo”. Pero, ¿por qué se llama a filas de nuevo a los Romaníes alemanes tras el estallido de la guerra en septiembre de 1939? La razón la encontramos en la nueva situación que se inicia tras la invasión de Polonia y la imperiosa necesidad de contar con más hombres que engrosaran las filas de la Wehrmacht.

En octubre de 1940, se emitió un decreto mediante el que se comunicaba que debían de ser excluidos determinados Romaníes del ejército. Este hecho se produjo tras la distinción a un Romaní con la Cruz de Hierro de Primera Clase. Acaeció en el otoño de ese año, cuando el Director del Departamento de la Oficina de Propaganda del Reich de la ciudad de Berleburg tuvo conocimiento de este hecho y lo puso en conocimiento de sus superiores. Como botón de muestra exponer que sólo de esta pequeña ciudad de Westfalia veintiséis Romaníes habían sido reclutados por la Wehrmacht. Resultaba intolerable, para las autoridades nazis, que un miembro de una "raza inferior" recibiera la más alta condecoración militar alemana. Desde el Ministerio de Propaganda del Reich, se dio traslado del asunto a los responsables para cuestiones raciales del Reich, de este modo, en abril de 1940 se comenzaron a sentar las bases para la exclusión de las denominadas “razas alienas” de las fuerzas armadas, siguiendo los dictámenes de los pseudocientíficos raciales nazis.

Todas estas razones llevaron a la publicación en el mes de julio de 1941 en el Allgemeinen Heeresmitteilungen del decreto AHM 41 número 153, por el que definitivamente se excluía a los Romaníes de la Wehrmacht. Las altas jerarquías nazis solicitaron la colaboración de las autoridades municipales para que realizaran listados de aquellos Romaníes que estaban encuadrados en el ejército, progresivamente fueron separados de sus unidades. 
Orden de expulsión de los Romaníes de la Wehrmacht.
© Dokumentations- und Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma

Alfons luchó valientemente en las campañas de Francia y Rusia, pero en 1943 durante el transcurso de un permiso lo detuvieron junto a su familia por su origen Gitano, conformando un grupo de ciento diecinueve Romaníes de Wiesbaden y sus alrededores. Era el 8 de marzo de 1943, los detenidos atravesaron las calles de la localidad a ojos del resto de la población. Alfons, iba aún vestido con su uniforme del ejército alemán, compartía su destino al lado de los demás miembros de su familia. Los condujeron hasta la sinagoga en ruinas de la Friedrichstrasse, cercana a la comisaría de policía, donde quedaron detenidos para pasar la noche. A la mañana siguiente, los trasladaron hasta la estación. 

Sinagoga en la Friedrichstrasse de Wiesbaden
© Yad Vashem Photo Archive

Su hermano Sylvester recuerda un comentario premonitorio de Alfons que hizo en la estación de Wiesbaden: “Wiesbaden, nunca más te volveremos a ver”. Llegaron a Frankfurt y desde allí los deportaron, en un tren conformado con vagones para transporte de ganado, al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, en Polonia, lugar al que llegaron, tras cuatro días de viaje, el 13 de marzo de 1943, Alfons recibió el número de prisionero Z-2828. Los condujeron hasta el Zigeuner Familien Lager en la sección BIIe de Birkenau, donde habían sido recluidos todos los Romaníes deportados a ese campo. Las condiciones resultaban inhumanas; alimentación insuficiente, hacinamiento, se calcula que en un barracón preparado para alojar de 200 a 300 presos se hacinaban unas 800 personas, llevaron a un dramático deterioro de las condiciones higiénicas y sanitarias, lo que propició a su vez que las epidemias se convirtieran en un suceso frecuente, especialmente las de diarrea y tifus. La vida en aquel universo terrible, prácticamente se convertía en un milagro, las constantes torturas y humillaciones de los SS y los kapos hacia los prisioneros minaban la capacidad de supervivencia de los allí confinados.

Alfons Lampert, el valiente soldado Gitano alemán que luchó por su país en las campañas de Francia y de Rusia, falleció en Birkenau en 1944. En ese infernal lugar también encontraron la muerte; su esposa Else y muchos miembros de su familia.

Memorial en recuerdo de las víctimas Romaníes en Wiesbaden.
© Bruckissammelsurium 

Fuentes:
- "Den Rauch hatten wir taeglich vor Augen" Romani Rose.Dokumentations- und Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma.Wunderhorn, 1999 - 379 páginas. Página 112
- Militärdienst. Archivos Digitales de Marburg. Hessisches Staatsarchiv Marburg 
- Wiesbaden-Auschwitz: zur Verfolgung der Sinti in Wiesbaden. Udo Engbring-Romang
Hessische Landesverband Sinti. 1997. Páginas 62 y 129.
- Shifting Memories: The Nazi Past in the New Germany. Klaus Neumann. University of Michigan Press, 2000. Página 112.
- Flucht, Internierung, Deportation, Vernichtung: hessische Sinti und Roma berichten über ihre Verfolgung während des Nationalsozialismus. Josef Behringer, Adam Strauss I-Verb.de, 2005. Página 123.
- Sinti, Roma und wir anderen: Beiträge zu problembesetzten Beziehungen. LIT Verlag Münster, 1994. Página 9.