sábado, 8 de septiembre de 2018

Georgii Radukan

Georgii Radukan
© USC Shoah Foundation

Georgii Radukan nació en el seno de una familia Romá el 26 de abril de 1928 en Costiceni, en la región de Besarabia, Rumanía (en la actualidad Ucrania).

Desde antes de la I Guerra Mundial su familia vivía en el pueblo de Sauca, a unos 7 km de Costiceni. La aldea fue fundada, y denominada Savva posteriormente por el abuelo materno de Georgii. El padre de Georgii, Vasilii, trabajaba como herrero; además, poseían cuatro trilladoras, cuatro generadores alemanes de vapor y su propio molino; él y su esposa, Evgeniia, tuvieron diez hijos y observaron el cristianismo ortodoxo oriental. 

En 1917, la familia abandonó su aldea y se unió a un grupo de Romaníes nómadas que emigraron a Besarabia.

Cuando la región fue anexionada por la URSS en 1940, la familia Radukan se trasladó al oeste y continuó viajando por el interior de las fronteras recientemente establecidas de Rumania.

En mayo de 1941, mientras acampaban en Tansa, soldados rumanos reunieron a todas las familias Romaníes de la zona y, tras la invasión alemana de la Unión Soviética, los obligaron a cruzar la frontera en el verano de aquel año. Los deportados, en ese otoño, fueron trasladados a una aldea de Vradievka, en el sur de Ucrania, e internados en un lugar donde los ubicaron en unas primitivas cabañas de madera. Al principio vivieron de lo que llevaron escondido consigo hasta Transnistria y lograban vender (anillos de oro, moneda extranjera), o de aquello que ofrecía la tierra (árboles frutales, bayas, alimentos que se recolectaban del bosque...) o finalmente no les quedaba otra salida que intentar robar algo que llevarse a la boca. Varios meses después de su llegada a aquel terrible lugar, la familia fue liberada y trasladada a Kantakuzenka.

Con el discurrir de la guerra las fuerzas armadas soviéticas se iban acercando de forma progresiva hasta aquella localidad. De este modo, en la primavera de 1944, el ejército rumano obligó a Georgii y su familia a que los siguieran en su retirada. Las tropas rumanas finalmente abandonaron a aquellos Romaníes que fueron liberados por soldados soviéticos cerca de Zhashkiv, en la región de Cherkasy en Ucrania.

Después de la liberación, la familia Radukan se mudó a Besarabia, que se hallaba bajo administración soviética, viviendo en distintos lugares de Moldavia y Ucrania, finalmente regresaron a su pueblo natal, Sauca.

En 1953, la familia retomó el estilo de vida nómada, pero cuando el 5 de octubre de 1956 el Presidium del Soviet Supremo de la URSS adoptó el “Decreto que planteaba la necesidad de involucrar en labores permanentes de trabajo a los Gitanos que se ocupaban del vagabundeo”, la familia Radukan se estableció en Ataki, Moldavia (ahora Otaci). Este decreto les prohibía llevar una vida nómada y se les proponía "asentarse y dedicarse al trabajo".  Las autoridades locales a la hora de la puesta en práctica de este decreto actuaron del siguiente modo, o fomentando y dando alojamiento a los Gitanos pero forzándolos a abandonar las artes y oficios ancestrales a los cuales se habían dedicado durante generaciones o difundiendo una visión discriminatoria de aquellos que habían llevado una vida nómada. La mayoría de los Romaníes que se vieron obligados a abandonar el camino recurrieron a la ayuda de familiares que ya estaban asentados con anterioridad.

Georgii se casó con Vokitsa en 1958 y juntos formaron una familia de seis hijos.

Fuentes:
- Entrevista conducidad en Otaci el 11 de septiembre de 1997 realizada por Lidiia Teper con la grabación del cámara Sergei Saruchanu. USC Shoah Foundation Institute, testimonio de Georgii Radukan. Historia oral. VHA Código de la entrevista: 36542.
- The United States Holocaust Memorial Museum Encyclopedia of Camps and Ghettos, 1933–1945, vol. III: Camps and Ghettos under European Regimes Aligned with Nazi Germany. Geoffrey P. Megargee, Joseph R. White. Indiana University Press. 2018. Páginas 827-828.