Wilhelm
Spindler
© Bamberger (Badische Zeitung) |
Wilhelm Spindler nació en el seno de una familia Romaní el 16 de
abril de 1923 en Bannholz.
Wilhelm ha sido de esas buenas personas que pasan por la vida
haciendo el bien, luchando lo indecible por los demás sin esperar nada a cambio
y que abandonan este mundo, en silencio, sin hacer mucho ruido, pero con la
total satisfacción del deber cumplido. Wilhelm Spindler fue testigo en primera
persona de la inmensa tragedia que sufrió su pueblo durante el periodo en que
el Partido Nacionalsocialista detentó el poder en Alemania.
Wilhelm vivió y creció en Friburgo, era y se sentía alemán, pero
paulatinamente fue comprendiendo, a pesar de su juventud, que la situación en
la que se vio inmersa la población Gitana a partir de 1933, dejaba entrever lo
que significaba ser Gitano en medio de aquel ambiente hostil, rechazados,
confinados y aislados por la mayor parte de la sociedad alemana de los años 30.
Las autoridades locales nazis no permitieron al pequeño Wilhelm continuar su
escolarización porque había nacido Gitano. En muchos lugares de
Alemania, los niños y niñas Gitanos fueron excluidos de las escuelas
al ser categorizados racialmente
como "raza extranjera". La base formal
para la exclusión, fue la publicación de un decreto el 15
de junio de 1939 por parte del "Ministerio del Reich para
la Educación, la Ciencia y la Cultura", a aplicar exclusivamente
en Austria y que con posterioridad, concretamente el 22
de marzo de 1941 se amplió a la totalidad del territorio
del Reich.
Wilhelm, de adolescente, se ganaba la vida como bailarín, por este
motivo disponía de un permiso especial para viajar. En 1942 lo arrestaron, la
causa: “Un Gitano
no puede ir de una ciudad a otra” lo obligaron a permanecer en
un Centro de Gitanos en Karlsruhe (Puede ser el Dörfle
un Campo de Confinamiento de Gitanos) y fue aquí cuando Wilhelm pensó “Ha llegado mi turno,
me enviarán, como a tanto otros al campo de concentración de Dachau"
Para suerte suya, al día siguiente lo reclamaron para trabajar en
una fábrica de Friburgo por lo que fue trasladado. La fortuna se ponía de su
lado, en su nuevo destino debía aprender deprisa, era consciente de la presión
que suponía hacer bien la labor que le encomendaban, cualquier contratiempo
significaba la deportación a un campo de concentración.
Pero su sufrimiento no acabó aquí, en 1944 médicos nazis
le practicaron la brutal esterilización forzosa, que a lo largo de su
vida le provocaría graves sufrimientos físicos y psicológicos al por
no poder tener descendencia.
En aquella fábrica pasó sus días hasta el 27 de noviembre de 1944,
fecha en la que aprovechando la confusión producida tras el bombardeo aliado de
la ciudad de Friburgo, escapó, huyendo de inmediato a Austria. Permaneció
escondido en una granja, alejada y aislada del resto del mundo por el hielo y
la nieve durante el crudo invierno y que se hallaba situada en el valle
austriaco de Montafon, entre la ciudad de Bludenz y la
cordillera Silvretta.
Como expresa Wilhelm de manera clara durante todos aquellos años
de persecución, los Gitanos “Siempre estábamos con
un pie encima de la tumba”
Wilhelm sobrevivió al Porrajmos. Veintitrés familiares del Sr.
Spindler habían sido deportados a campos de concentración, muchos de ellos
murieron en ellos asesinados por los nazis.
Tres meses después de terminada la guerra, nuestro protagonista
regresó a Friburgo, donde trabajó en una tienda de antigüedades. Tras
producirse el final de la Segunda Guerra Mundial se conformaron
dos grupos de familias Sintis que se asentaron en Friburgo: un primer
grupo conformado por familias que ya antes de la
contienda residían en la ciudad, como fue el caso de Wilhelm Spindler
y tras terminar ésta regresaron a su ciudad. Un segundo grupo lo formaban
quienes llegaron en 1947, unas 30 familias, en su mayoría Romaníes
sobrevivientes del Porrajmos, que habían estado internados en los
campos de concentración de Polonia y que establecieron su
residencia en la periferia occidental de Friburgo en
alojamientos precarios de creación propia.
"Después
de la guerra, la situación para nosotros era tan mala como antes, a veces
incluso peor." Wilhelm Spindler narra: "Nuestras vidas habían
quedado destrozadas y después de 1945 de nuevo nos tuvimos que poner a luchar
como siempre hemos hecho.”
Hasta los años 60, las familias Romaníes continuaban
viviendo en varios asentamientos en las afueras
de Friburgo, en una precaria situación de marginalidad y en medio de unas
condiciones de vida dramáticas.
Niños
Romaníes de Friburgo en la década de los 60.
© Nachbarschaftswerk e.V |
El Sr. Spindler a comienzos de los 70 dio un paso al frente y
comenzó su singladura en la lucha del reconocimiento por parte del Gobierno
alemán del genocidio sufrido por su pueblo durante la época nazi y que de una
vez por todas se comenzase a hacer justicia, para que aquellos Romaníes que
habían sobrevivido percibiesen una compensación por haber sufrido tamaña tragedia
durante aquellos años oscuros de la Humanidad. Wilhelm defendió la
reconciliación con el resto de alemanes, además como testigo del Porrajmos
sintió una honda responsabilidad por transmitir a las generaciones más jóvenes
la historia de la persecución y exterminio de los Sinti y Romá durante el
periodo nazi. A través de su vasta experiencia se erigió en una figura
fundamental en Alemania en la defensa de los derechos civiles de los Romaníes
junto con personas como Oskar Birkenfelder, Romani Rose, mi querido y admirado
Franz Rosenbach…
Wilhelm fue uno de los participantes en las conversaciones con el
Gobierno Federal sobre la revisión de la indemnización a los Gitanos que previa
y sistemáticamente habían quedado desprotegidos y no se habían visto favorecidos
por la justicia alemana, además se convirtió en uno de los oradores de aquella
histórica reunión con el entonces canciller Helmut Schmidt de 1982, mediante la
cual se consiguió que la República Federal de Alemania reconociera que los
Gitanos fueron perseguidos durante la II Guerra Mundial por motivos raciales.
Momento de la trascendental reunión con el entonces
Canciller Helmut Schmidt en marzo de 1982. © Zentralrat Deutscher Sinti und Roma |
Wilhelm Spindler fue el fundador de la "Unión Sinti de
Friburgo" y formó parte del grupo de activistas Romaníes que
fundaron el Consejo Central de los Sinti y Romá Alemanes en 1982.
Se puso en primera fila junto a otros doscientos cincuenta
Romaníes alemanes que en 1984 se manifestaron ante la Oficina Federal de
Policía Criminal para protestar contra las continuas prácticas racistas de la
policía.
Desempeñó la vicepresidencia del Consejo Central de los Sinti Romá
hasta el año 2010, fecha en la que se vio obligado a abandonar el cargo por
motivos de salud. En su honor el resto de miembros del Consejo lo nombraron
Presidente Honorario.
Wilhelm Spindler luchó denodadamente, a lo largo de
muchos años, para que el Memorial de Berlín para los Sinti y Romá asesinados en
la Europa nazi fuese una realidad. Por desgracia y debido a motivos de salud no
pudo asistir personalmente a la inauguración del monumento, acto presidido por
la canciller alemana, Angela Merkel, el 24 de octubre de 2012
Wilhelm fue miembro de la Junta Central de Asesoramiento de los
Sobrevivientes del Holocausto.
El presidente honorario del Consejo Central de los Sinti y Romá
Alemanes, Wilhelm Spindler, murió el 12 de enero 2013 en Friburgo.
El 6 de marzo de 2013, fue honrado póstumamente en Friburgo con la
Cruz Federal al Mérito por sus décadas de defensa de los Romaníes.
Wilhelm Spindler te bisterdon tumare anava.
Fuentes:
- Wir trauern um Wilhelm Spindler. 23 de enero
de 2013. Dokumentations und Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma.
- Ehrung für Wilhelm Spindler (1923-2013).
Verein Roma Service. 6 de marzo de 2013.
- Ein zeitzeuge erzählt: "Wir standen
immer mit einem Bein im Grab" Artículo firmado por Gerhard M. Kirk. en
el Badische Zeitung del 29 de enero de 2013.
- Sinti Freiburg. Nachbarschaftswerk e.V.
Freiburg im Breisgau.
-… weggekommen: Berichte und Zeugnisse
von Sinti, die die NS-Verfolgung überlebt haben. Herbert Heuss,
Egon Schweiger, Verband Deutscher Sinti. Landesverband Baden-Württemberg.
Página 168.
- "Den Rauch hatten wir täglich vor
Augen" - Der nationalsozialistische Völkermord an den Sinti und Roma.
Romani Rose. Katalog zur ständigen Ausstellung im Dokumentations- und
Kulturzentrum Deutscher Sinti nund Roma, Heidelberg, Wunderhorn, 1999.
- Sinti und Roma in Freiburg: Tödliche
Vorurteile. Artículo firmado por Gerhard M. Kirk en el
Badischen Zeitung del 29 de enero de 2011.
- Decenios después el Gobierno Alemán reconoce
el genocidio cometido contra los Gitanos. Diario ABC del 19 de marzo de 1982,
página 12.