sábado, 30 de enero de 2021

Kurt Ansin


Kurt Ansin conocido por sus parientes como “Seemann” nació en Bretleben,Turingia, Alemania, el 2 de octubre de 1922. La familia Romaní Ansin estaba compuesta por los padres y sus ocho  hijos.


En la primavera de 1935 las autoridades administrativas nazis de Magdeburgo organizaron uno de los primeros campos de confinamiento de Gitanos del Reich, éste se situaba en el extremo norte de la ciudad, en la Grossen Silberberg. En los años veinte la zona había sido el lugar escogido como lugar de acampada por los Romanís nómadas que llegaban a la ciudad, se trataba de un área pantanosa que sufría de frecuentes inundaciones. Según una investigación de la trabajadora social Gabi Haas-Wittstock los alojamientos no cumplían con el más mínimo de los requisitos de habitabilidad, incluso, según se observa en algunos documentos de la administración de la ciudad, las condiciones de vida allí cabía calificarlas de inhumanas. Internaron a todos los Gitanos registrados de Magdeburgo y sus alrededores, independientemente de si estaban asentados o no. A primera vista, el campo de Magdeburgo-Holzweg apenas se diferenciaba de otros similares que surgieron en la segunda mitad de la década de 1930 en casi todas las grandes ciudades alemanas, todos ellos poseían unas características comunes; los prisioneros se hallaban bajo constante vigilancia policial, rodeados de pésimas condiciones de higiene y alojamiento, donde, generalmente los internados vivían en sus propias caravanas o en improvisadas chozas, no disfrutaban de libertad de movimientos y bajo ningún pretexto se les permitía salir de aquel infesto lugar, tan sólo salían al exterior para realizar trabajos forzados, administrativamente los allí retenidos solo existían en los expedientes de la policía y de los investigadores raciales.

 


En 1938, Kurt Ansin contaba 16 años y desempeñaba trabajos agrícolas cuando fue seleccionado sin haber cometido delito alguno y trasladado junto a su padre al campo de concentración de Buchenwald, donde pasó internado alrededor de un año, llevando a cabo tareas de construcción del campo. En abril de 1939, padre e hijo, fueron enviados de vuelta al campo de Magdeburgo-Holzweg.

 

Tras el comienzo de la guerra en septiembre de 1939, el campo se transformó en un campo especial de las SS. Con la publicación del Festsetzungserlass de 17 de octubre de 1939, la situación empeoró aún más, ya que la mayoría de los residentes perdieron sus ingresos regulares. A fines de noviembre de 1939, cuatro años después de la apertura del campo, operarios del ayuntamiento sugirieron que se fortificara el campo y se construyeran dos barracones, ya que las condiciones resultaban "en parte inhumanas". Los mandos de la policía de Magdeburgo estaban en contra de la remodelación del campo, ya que se esperaba la deportación en breve de los internados al Gobierno General y de este modo Magdeburgo quedaría “libre de gitanos”. A pesar de la deportación prometida por el jefe de policía, la administración de la ciudad decidió mejorar temporalmente las condiciones de vida de las 36-40 familias internadas. Trasladaron a tres familias y algunas mujeres con niños a un cuartel en Windmühlenstrasse. La amenaza para el campo de Holzweg por las inundaciones del río Sülze también retrasaron las mejoras. El problema se resolvió de una manera simple, elevando el nivel del terreno y moviendo un barracón de madera, "que bastante tiempo atrás se había utilizado en los meses de verano como vestuario para la zona de baño al aire libre en el viejo Elba, debajo de la cascada". “Si bien el estado estructural de este barracón ya no era tal que pudiese servir para los fines anteriores, (las autoridades municipales) consideraron que podía ser apto (...) para albergar gitanos”. En septiembre de 1940 se construyó otro barracón y la policía del campo procedió a desguazar o a quemar las caravanas más deterioradas.

 

Entre el 2 y el 4 febrero de 1940 llegaron hasta el campo de Holzweg los investigadores raciales de la Unidad de Investigación de la Higiene Racial y Biología Demográfica (Rassenhygienische und Bevölkerungsbiologische Forschungsstelle) sección L3 del Departamento de Salud del Reich, procedieron a examinar a más de 36 internados, entre ellos tomaron las huellas dactilares de la mano derecha e izquierda de Kurt Ansin y elaboraron unas fichas de registro para la policía de Magdeburgo.

 

El Decreto de Auschwitz y las siguientes disposiciones de implementación (“Schnellbrief”) emitidas por la Oficina de Policía Criminal del Reich (RKPA) el 29 de enero de 1943 estipulaban que “los gitanos serían enviados a un campo de concentración en cuestión de unas pocas semanas. Unos días antes de la deportación, los investigadores raciales Robert Ritter y Eva Justin, visitaron el campo para complementar los "archivos gitanos". Se pueden encontrar copias en la sección de personas gitanas conservadas en los Archivos del Estado de Magdeburgo.

 

El 1 de marzo de 1943 deportaron a los Romanís de Magdeburgo con destino al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau. Testigos presenciales informan de que agentes de la policía acompañados de fieros perros pastores alemanes rodearon muy temprano el perímetro del campo. A los internados, incluidos desde bebés hasta ancianos, los montaron en unos 10-15 camiones y los llevaron hasta la estación del tren. Kurt Ansin formaba parte de aquel convoy de la muerte de 470 hombres, mujeres y niños que llegaron el 6 de marzo hasta el temible campo polaco. Allí los nazis lo convirtieron en el prisionero número Z-539.

 

El 15 de abril de 1944, unos meses antes de que el Campo Gitano de Birkenau fuese liquidado, a Kurt Ansin lo trasladaron al campo de concentración de Buchenwal y finalmente al campo satélite de Ellrich. El subcampo de Ellrich, ubicado directamente en la línea del ferrocarril, se estableció en mayo de 1944. En los últimos meses de su existencia, alrededor de 8.000 prisioneros se apiñaban en ese lugar. Este campo satélite ocupaba un lugar especial en el complejo del campo de concentración de Mittelbau ya que la administración del campo principal de Dora deportó a los prisioneros exhaustos y no cualificados que ya no parecían adecuados para la producción de las temibles bombas V. Por esta razón, las condiciones de vida en Ellrich eran incluso peores que en otros subcampos de Mittelbau. En el invierno de 1944-1945, a veces no había comida e incluso como castigo se obligó a unos 2.000 prisioneros a permanecer desnudos durante varias semanas. Como resultado, uno de cada dos prisioneros murió. Esa fue la tasa de mortalidad más alta en el complejo del campo de concentración de Mittelbau. Por esta razón, en marzo de 1945, las SS hicieron construir un crematorio en los terrenos del campo de Ellrich. Kurt Ansin finalmente sería liberado en este lugar a primeros de abril de 1945.

 


Tras la finalización de la guerra en aquella Alemania devastada por la guerra, Kurt, buscó y consiguió encontrar a su madre en Marzahn, Berlín, en el lugar en el que durante la época nazi se situaba el "campo de confinamiento de gitanos", la pobre se había convertido en una anciana, confundida, destrozada, siempre a la búsqueda de sus hijos asesinados por los nazis. Kurt Ansin había perdido a su padre y a sus siete hermanos durante el Porrajmos.

 

Poco tiempo después de finalizada la contienda Kurt Ansin se casó con una bella Gitana llamada Kaula (Helene). Entre los años 1946 y 1960 Kaula dio a luz a diez niños. Dos se le murieron muy pequeños, los ocho restantes crecieron en Berlín-Rummelsburg, entonces un barrio cerca del terraplén del ferrocarril, con pocas viviendas, algunas parcelas y bastantes chabolas: cuatro niñas y cuatro niños, que con el tiempo se convertirían en madres y padres de los 21 nietos de Seemann y Kaula, ese fue el legado de Kurt Ansin en memoria de sus hermanos, tíos, tías, primos y primas asesinados por los nazis.

 

Kurt Ansin murió en Berlín el 22 de marzo de 1984. Seemann se halla enterrado en el cementerio de Marzahn, justo al lado del sitio del antiguo "Campo de la confinamiento de Gitanos".

 


Fuentes:

- Von Tschudemann zu Seemann: zwei Prozesse aus der Geschichte deutscher Sinti. Front Cover. Reimar Gilsenbach. Centre de recherches tsiganes, 2000.

- Betty Alt, Betty Sowers Alt, Silvia Folts. “Weeping Violins: The Gypsy Tragedy in Europe” Thomas Jefferson University Press, 1996. Página 67.

- Donald Kenrick, Grattan Puxon: The Destiny of Europe's Gypsies. Basic Books, 1973. Página 180.

- Artículo periodístico de Karin Ney: “Mosaik der Sinti-Melancholie. Berliner Sinti Drei Enkel von "Seemann", dem Überlebenden einer Großfamilie, erzählen”. 11 de agosto de 2000.

- The Destiny of Europe's Gypsies. Donald Kenrick, Grattan Puxon. Basic Books, 1973. Página 180.

- Wie Lolitschai zu ihrer Doktorwürde kam, in: Wolfgang Ayaß: Feinderklärung und Prävention. Kriminalbiologie, Zigeunerforschung und Asozialenpolitik. Reimar Gilsenbach: Berlin 1988. Pág.101–134.

- Geschichte der Zigeunerverfolgung in Deutschland. Joachim S. Hohmann Frankfurt am Main, Peter Lang, 1988.

- “Unerwünschte Volksgenossen”. Das Zigeunerlager am Rande der Stadt Magdeburg während der Zeit des Nationalsozialismus in Leben in der Stadt, in: Lutz Miehe. Eva Labouvie: Eine Kultur- und Geschlechtergeschichte Magdeburgs. Böhlau Verlag, Köln Weimar 2004.

- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen II. Páginas 760-761.

viernes, 4 de diciembre de 2020

Philomena Franz, nacida Köhler


 

Philomena Franz, nacida Köhler, vino al mundo el 21 de julio de 1922 en Biberach an der Riss, Alemania, en el seno de una familia Romaní. Philomena creció junto a sus ocho hermanos en la casa familiar en Rohrdorf en Messkirch Oberschwaben. Sus padres y parientes se dedicaban a la música, actuando por escenarios de todo el país y del extranjero, bajo el nombre de “Theatre and Musicians Ensemble Haag”. El padre de Philomena, Johann Köhler, tocaba el violonchelo y su madre era cantante. Philomena se subió por primera vez a las tablas siendo aún muy pequeña, cantaba y actuaba como bailarina. Su abuelo Johannes Haag ya había sido un reconocido violonchelista. En 1906, el cuarteto de cuerda en el que Johannes Haag tocaba el violonchelo, ganó un concurso internacional cuyo premio era la "Golden Rose", que les entregó el mismísimo Kaiser Guillermo II. "Nuestra familia era tremendamente popular en Württemberg, en Heilbronn, en Stuttgart, en Ulm y especialmente en Hechingen".

 

En 1933 Philomena Franz a los once años fue testigo de cómo su país comenzó el descenso a los infiernos: “Todo sucedió de forma rápida a partir del año 1933. Muy pronto nos dijeron [...] que no éramos arios y que no debíamos mezclarnos con los alemanes, de lo contrario, nos internarían en un campo. Comenzaron a medirnos la nariz, a anotar el color de nuestro pelo y de nuestra piel. Luego, nos retiraron los pasaportes. El resto de la población alemana sabía lo que ocurría, pero no todos obraron del mismo modo, hubo algunas personas que se daban cuenta de lo que pasaba, pero que se sentían impotentes por no poder hacer nada". Los Franz vendieron su casa entre 1935 y 1937 y se mudaron a Bad Cannstatt, un distrito de Stuttgart.

 

Su respetado abuelo Johannes Haag murió en 1937. Está enterrado en Tübingen en el mismo cementerio que Friedrich Hölderlin.

 

Transcurridos cinco años desde que los nazis accedieran al poder en Alemania, los Romanís se vieron expuestos a una creciente ola de exclusión y persecución. A la adolescente Philomena la expulsaron de la “Escuela Secundaria Femenina Olgastrasse” de Stuttgart en 1938 a la edad de 16 años por su origen Sinti. En ese año la familia todavía disfrutaba de contratos importantes, por ejemplo, en el Liederhalle de Stuttgart, en la Ópera Kroll de Berlín, en el Lido de París, y hasta esas ciudades viajaban en su propio coche, un elegante Horch Pullman.

 


Gradualmente, a los Sinti se les prohibió "viajar". Con la publicación del Decreto de 17 de octubre de 1939 "Festsierungserlass", a los Gitanos definitivamente se les prohibía abandonar su lugar de residencia. Ese mismo año en la frontera tras regresar de París al final de una exitosa gira, la Gestapo les requisó el coche familiar, además de toda la documentación, también les confiscaron sus instrumentos musicales, el dinero, las joyas, los relojes... Al llegar a casa tuvieron que malvender sus caballos y carromatos, finalmente se les forzaba a dejar atrás su modo de vida

 

Y  en ese atrás quedó la libertad que otorga el camino el verde de la tierra y el azul del cielo:

"Nuestra caravana era espléndida, con alacenas abovedadas que llegaban desde el suelo al techo. Todo era de caoba, con espejos de marcos de plomo, las camas y los armarios decorados con hermosas incrustaciones. El interior del carromato estaba forrado de linóleo: rosas amarillas sobre fondo azul. En el centro se encontraba la sala de estar con un sofá de felpa azul con flores amarillas. Detrás de la puerta corrediza, la cocina. La estufa, cromada. La tubería de la estufa, esmaltada en azul y pintada con flores amarillas. Las ollas de cobre en las paredes [...] Una caravana maravillosa, hermosa, cubierta con tejas de madera por dentro y por fuera. Con discos grabados que representaban castillos y fortalezas. Ocho metros de largo y 2,50 metros de ancho. En ese momento ya costaba 2.000 marcos. En ese tiempo esa era la cantidad de dinero que se pagaba por una casa. Por supuesto, no todos los Sinti viajaban con tantas comodidades como nosotros. La mayoría de ellos atravesaban el campo con la carreta cubierta y solo tenían algunas ollas y las modestas carpas en las que dormían.”

 

En 1940, obligaron a Philomena, de 18 años, a realizar trabajos forzados en una empresa de armas de Stuttgart. La vida transcurría cada vez entre más y más dificultades.

 

 El 21 de abril de 1944 Philomena llega en un tren de vagones para transporte de ganado, junto a otras muchas familias Gitanas, al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, en Polonia. Le tatuaron en uno de sus antebrazos el número de prisionera Z-10550. La internaron en el Campo para Familias Gitanas en el sector BIIe de Birkenau. A Philomena los guardias la obligaron a trabajar en el burdel del campo, pero ella, de forma valiente se negó y a consecuencia de su negativa la trasladaron a un kommando de trabajos forzados en el que tenía que trasladar las cenizas de los cadáveres incinerados en los hornos crematorios hasta un camión.

 

Philomena Franz narra sobre su internamiento en Auschwitz-Birkenau:

“Recuerdo una escena que nunca olvidaré en mi vida. Había un barracón con muchos perros pastores alemanes. En ese lugar había siempre un gran barril lleno de galletas para perros. Un día, la tapa que tenía encima se movió un poco. Se podían ver perfectamente las galletas. El hambre nos estaba matando. Cuando pasamos, miramos con desesperación hacia el barril y la idea de acercarse un poco para agarrar una galleta nos atormentaba. Pero aquello resultaba imposible porque los guardias con sus ametralladoras nos vigilaban desde arriba. Con nosotros venían también niños a los que les había abandonado el sentido común y que no podían evaluar el peligro de la situación. Entonces sucedió: uno de los niños se salió de la fila. Intenté retenerlo, fue demasiado tarde. El niño se escapó de entre mis brazos. El guardia inmediatamente lo mató desde el puesto de vigilancia y el pequeño cayó al suelo hecho jirones por los disparos... No puedo seguir contando. Me cuesta demasiado".

 

El 24 de mayo de 1944 es transferida junto a otras mujeres aptas aún para trabajar desde Birkenau al campo de concentración de Ravensbrück. Quedó registrada con el número de prisionera 40307. En Ravensbrück se reunió de nuevo con su hermana y a ambas las internaron en el subcampo de Schlieben. Allí trabajaban bajo tierra en la fabricación de bombas explosivas durante turnos de 12 a 14 horas diarias.  

 


Philomena Franz intentó en dos ocasiones escapar de los campos de concentración. Durante el primer intento de huida del subcampo de Schlieben, observó que durante el turno de noche un guarda tocó la valla, que generalmente estaba electrificada, y ésta estaba desconectada. Se armó de valor, y sin pensar en nada más se dejó caer tras la cerca en un pozo de grava. Consiguió escabullirse por el prado y alcanzar el bosque. Pero, poco duró su aventura, la detuvieron y la llevaron al pueblo más cercano donde permaneció retenida en la finca del alcalde durante varios días. La mujer del alcalde le proporcionó en secreto algo de comida. Después, la devolvieron al campo y como castigo, a ambas hermanas las colgaron, durante horas atadas de las manos, de la horca. La hermana de Philomena Franz falleció como resultado de esta tortura, la propia Philomena Franz sobrevivió de milagro a tan cruel castigo.

 


A Philomena Franz la volvieron a trasladar por segunda vez al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau a finales de 1944. Philomena permaneció allí durante unas tres semanas más. Luego la transfirieron de regreso a Alemania al subcampo de Wittenberg donde la obligaron a realizar trabajos forzados en una fábrica de aviones, tenía que soldar piezas de aviones.

 

En ese lugar contó con la ayuda de uno de sus vigilantes:

“A menudo he pensado en este hombre. Nunca me dirigió una sola palabra, nunca me habló. Pero cada vez que me iba a la cama cada noche me encontraba escondido un trozo de pan. [...] Sé que era aquel hombre. Estaba convencida de que se trataba de él por el cariño con el que me trataba. Intenté escribirle una nota. Fui a las letrinas y le puse: ¡Por favor ayúdame! ¡Consígueme unos alicates aislantes!". Al día siguiente, Philoomena encontró unos alicates debajo de su lugar de trabajo y una hoja de papel en la que que se leía que a las 12 de la noche no había electricidad corriendo a través de la cerca. Philomena Franz decidió huir con otras doce mujeres. Primero se escondieron en un refugio antiaéreo que se situaba a unos dos o tres metros de la cerca de alambre de púas. Juntas lograron hacer dos agujeros en la valla con los alicates aislantes. Todas las mujeres consiguieron escapar y corrieron hacia la carretera que conducía al Elba. Philomena les previno de que no deberían dirigirse hacia la ciudad, ya que allí las atraparían rápidamente. De repente, en mitad de la oscuridad de la noche se quedó sola de nuevo. Cuando los SS se dieron cuenta de la fuga desplazaron un camión equipado con ametralladoras para detener a las fugadas. Philomena comenzó a oír disparos, corrió, llegó a orillas del Elba, se lanzó al agua helada y nadó con las escasas fuerzas que le quedaban hasta alcanzar la orilla opuesta.

 

 En su huida llegó hasta una casa donde vivían un hombre mayor y su hija que la acogieron y la mantuvieron escondida hasta que el territorio fue liberado por el Ejército Rojo a finales de abril de 1945.

“Estaba tan sucia, tan asquerosa. Y aquella cama blanca, la almohada, era todo tan extraño después de todos esos años que me resultaba imposible dormir en ella. Me llevó de tres a cuatro días volver a acostumbrarme a la cama. Y Marga, la hija del hombre, me limpió los piojos, me dio su ropa. Marga: nunca olvidaré su nombre en toda mi vida".

 

Cuando terminó la guerra, Philomena Franz tenía 22 años. En Bamberg conoció a su futuro esposo, Conrad. Era músico y había perdido a su primera esposa y a sus cuatro hijos en Auschwitz.

 

En 1949, Philomena Franz reanudó la tradición musical familiar junto a su futuro marido y a uno de sus hermanos, también sobreviviente y que era violinista de jazz. El grupo de música Sinti actuó en el comedor de oficiales de las fuerzas de ocupación estadounidenses, a menudo delante del comandante en jefe aliado, Dwight D. Eisenhower en Ansbach, o en Tübingen del general Charles de Gaulle. Philomena Franz cantaba éxitos estadounidenses.

 

En los años siguientes, Philomena formó una familia de cinco hijos con su esposo. Vivieron primero vendiendo telas puerta a puerta y más tarde del negocio de las antigüedades en poblaciones entre Colonia y Limburg an der Lahn. Philomena Franz ha sufrido a lo largo de su vida de periodos de fuerte depresión, siendo necesaria en ocasiones su hospitalización durante meses. En uno de ellos comenzó a escribir su experiencia en los años del Porrajmos.

 

Después de que a su hijo lo discriminaran racialmente en su escuela a principios de la década de 1960, Philomena junto a su hijo mayor comenzó a contar cuentos de hadas de tradición Romaní en los colegios.

 

En 1960 Philomena Franz recibió una indemnización de 3500 marcos alemanes y posteriormente un pago adicional, la denominada "reparación" de 15.000 marcos. La Oficina de Bienestar Social cobró este pago adicional, hecho que a menudo les sucedía a los  Romanís, por lo que el matrimonio no vio ni un mísero marco.

 

         En 1975 perdió a tres de sus hijos en un accidente de tráfico y su marido falleció ese mismo año.

 

En 1982 publicó su libro donde relata su experiencia " Zwischen Liebe und Hass: ein Zigeunerleben".

 


A la edad de 73 años, Philomena Franz recibió la Cruz Federal al Mérito.

 

En 2001 la galardonaron con el premio “Mujeres en Europa Alemania 2001”.

 

Philomena ha participado en múltiples actos de recuerdo contando su testimonio en escuelas y universidades, así como en programas de radio y televisión.  



Fuentes:

- Zwischen Liebe und Hass. Ein Zigeunerleben. Philomena Franz. Herder. Freiburg im Breisgau 1985.

- Philomena Franz. Die Liebe hat den Tod besiegt. Michael Albus. Düsseldorf 1988.

- “Mich hat Auschwitz nie verlassen”. Überlebende des Konzentrationslagers berichten. Susanne Beyer / Martin Doerry (Hrsg.).  München 2015.

- Zigeunermärchen. Philomena Franz. Bonn 1982.

- Tragen wir einen Blütenzweig im Herzen, so wird sich immer wieder ein

Singvogel darauf niederlassen. Philomena Franz. Norderstedt 2012.

- Verachtet, verstoßen, vernichtet. Kinder- und Jugendjahre unterm Hakenkreuz. Harald Roth, (Hrsg.). Würzburg 1995.

- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen I. Páginas 706-707.

sábado, 17 de octubre de 2020

Marian Pawlowski


Marian Pawlowski nació el 10 de diciembre de 1927 en Zabrzeg, Polonia. Sus padres se llamaban Ferko Pawlowski y Marianna Ferko, pertenecían al subgrupo étnico Bergitka Roma, también conocido como los Romá de los Cárpatos. Ferko se ganaba la vida como artesano. Marian tenía tres hermanas, Franciszka, Gizela e Irena.

 

El 6 de marzo de 1943 Marian y su familia llegaron deportados al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, allí al muchacho de quince años le tatuaron en su antebrazo izquierdo el número de prisionero Z-609 y lo internaron en el Zigeunerlager en el sector BIIe de Birkenau.

 



“Ellos nos llevaron a Birkenau, allí había muchas familias Gitanas. Había Gitanos de Nowy Tarnow y de muchos otros lugares, estaban todos juntos en un barracón, había una familia por litera…”.

 

El 24 de marzo de 1943 Marian fue transferido al sector B.A.II.d., para la construcción de los barracones del campo de los hombres en Birkenau.

 

En 1944 a Marian y a su padre los trasladaron al campo de concentración de Buchenwald en Alemania. Mientras tanto, su madre y sus hermanas permanecieron internadas en Birkenau, nunca más las volverían a ver, no lograron sobrevivir al Porrajmos.

 

En abril de 1945, a medida que el ejército Aliado se acercaba al campo, a Marian y a su padre los obligaron a abandonar Buchenwald en una de las temidas marchas de la muerte. Consiguieron escapar durante el camino y se escondieron en un bosque cercano hasta que fuerzas armadas estadounidenses liberaron aquel territorio.

 

Tras la finalización de la guerra Marian se unió a un grupo de Romanís nómadas. Se casó con Elzbieta Majewska en 1952 y tuvieron cuatro hijos; Adam, Roman, Josef y Azdona.

 

Fuentes:

- Entrevista realizada por Stanislaw Laskowski en Andrychów, Polonia, el 7 de agosto de 1997 y con la colaboración del cámara Piotr Augustinek. USC Shoah Foundation.

- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen II. Páginas 764-765.

domingo, 30 de agosto de 2020

Willy Blum y su familia


He aquí la biografía del muchacho Gitano Willy Blum y de toda su familia, historia que fue rescatada del más absoluto olvido por la historiadora y periodista alemana Annette Leo. Para ello, durante varios años, llevó a cabo una intensa y minuciosa investigación con el objetivo de sacar a la luz los hechos que vivieron Willy Blum, sus padres y hermanos, todo ha quedado recogido en su magnífico libro “Das Kind auf der Liste. Die Geschichte von Willy Blum und seiner Familie”.

 

Willy Blum nació Gitano en Rübeland im Harz, en Sajonia Anhalt, Alemania, el 24 de junio de 1928, séptimo hijo del matrimonio Romaní de Aloys y Toni Blum nacida en 1893 en Atzendorf. Su prole (de los que he encontrado datos) además de Willy: Anna Blum (24-07-1919 Weichering), Liesel Blum (27-02-1923, Halberstadt), Elly Blum (24-04/1924 Barsell),  Dora Blum (9-05-1930, Martinhausen) y Rudolf Blum (5-09-1934, Dresde).

 


Willy creció dentro de una familia numerosa Sinti que se ganaba el pan gracias a su espectáculo ambulante de títeres. Recorrían los caminos a bordo de sus carromatos tirados por caballos por pueblos y aldeas de toda Alemania. Siempre sucedía lo mismo, cuando llegaban a un nuevo sitio generaban sorpresa e ilusión en la mayoría de la población, sobre todo entre los más pequeños, y encontraban el rechazo por parte de otros. Lo primero que hacían era solicitar permiso a las autoridades municipales con el objeto de poner en escena su teatrillo, y, posteriormente, montar su escenario de títeres en alguna posada o salón municipal. Al caer la tarde representaban para el público su mágico repertorio que incluía obras como “Hamlet” o “Doctor Fausto”. Con la ayuda de madera contrachapada pintada, cartón y una cortina de terciopelo rojo, creaban durante un corto espacio de tiempo un mundo mágico repleto de emoción y fantasía, en el que los títeres de madera movidos por hilos actuaban como si se tratara de auténticos actores de carne y hueso. Durante el tiempo que duraba la representación los espectadores se dejaban transportar a otro mundo, un mundo pleno de imaginación en el que dominaba el arte de la emoción, en el que lo bueno y lo malo se distinguían claramente entre sí y donde quedaba asegurado un final en el que el bien prevalecería. Se trataba de piezas complicadas, textos que se transmitían oralmente de generación en generación y donde los niños se involucraban en una etapa temprana y aprendían e interiorizaban la habilidad para mover los títeres con destreza, dar el tono correcto al habla de cada uno de los roles de los personajes, así como sentirse protagonistas en los preludios e intermedios, donde se presentaban cara al público; cantaban, realizaban parodias y tocaban instrumentos musicales. La estancia en cada pueblo solía durar varias semanas, los niños asistían a la escuela local, pero también ayudaban en los trabajos del espectáculo: distribuyendo folletos, reparando los muñecos, cosiendo la ropa...

 

Aloys Blum, el padre de Willy, provenía de una familia de artistas itinerantes. Se había iniciado en el negocio tras la Primera Guerra Mundial y desde 1919 dirigía  su propio teatro de marionetas siempre con la ayuda de su esposa e hijos. Aquellos, eran tiempos difíciles, aun así, en el apogeo de la inflación y la crisis, cada vez más personas asistían a los espectáculos de títeres, precisamente para intentar, durante un rato, escapar de la dura realidad. La empresa familiar Blum sobrevivió más bien que mal a estos años de dificultad. En 1928, el teatro llegó hasta la localidad de Rübeland im Harz, allí vino al mundo Willy Blum. Después de su nacimiento, la familia se trasladó más hacia el este en busca de nuevas expectativas.


El 30 de enero de 1933 alcanzaron los nazis el poder en Alemania, de forma progresiva aumentaría la presión sobre la población Gitana del Reich. El primer paso llevaría a la exclusión total de los Romanís de la sociedad alemana. Desde mayo de 1936, entró en vigor, publicada por las autoridades, la obligación de que los artistas se afiliaran a alguna de las asociaciones englobadas en la Cámara de Cultura del Reich con el fin de conseguir los permisos pertinentes para desarrollar su labor profesional y artística, para obtenerlo deberían proporcionar pruebas irrefutables de su "ascendencia aria". Cualquiera que se atreviera a representar ilegalmente su espectáculo, sin contar con un permiso comercial de las autoridades del Reich, corría el riesgo de que lo detuvieran y lo enviaran a un campo de concentración. En ese año de 1936 aparece la siguiente entrada en el libro de direcciones de Dresde: "Aloys Blum, Marionettentheaterbesitzer". Dirección: Laubegaster Ufer 22.

 

La vida cada vez se hacía más y más difícil para las familias Gitanas, constantemente se emitían nuevas disposiciones por parte de los nazis que restringían la forma de vida Gitana. Por ello, en 1938, la familia Blum tomó la decisión de trasladarse a la ciudad de Hoyerswerda, 35 km al sur de Cottbus y 54 km al noroeste de Dresde en la región de Sorbia. Aquí la familia consiguió proseguir con su oficio hasta 1942. Desde octubre de 1939 se había prohibido a los Gitanos llevar una vida nómada y se les obligaba a permanecer estacionados en un lugar, a la mayoría se les retiró su licencia comercial, aunque este hecho dependía, en muchos casos, de las autoridades municipales. Todas estas medidas las sufrirían los Blum bastante más tarde que la inmensa mayoría, obviamente las autoridades a menudo tenían dificultades para deducir si los viajeros eran Gitanos o no. Por ejemplo, en uno de los archivos se puede encontrar una entrada referida al padre, Aloys Blum, pero no aparece nada sobre los miembros de su familia, en otro a una de sus hijas le falta la nota correspondiente de su certificado de matrimonio. A los tres niños más pequeños también se les permitió seguir asistiendo a la escuela local de Hoyerswerda cuando esto ya no se le permitía al resto de niños Romanís del Reich. El hecho de que Willy y algunos de sus hermanos todavía pudiesen asistir al colegio durante 1941 se debió únicamente a la decisión y arbitrariedad de dos directores de escuela.

 

La familia intentó encontrar otras formas de mantenerse a flote, comenzaron a vender artesanías, según recordaba Elli Blum, vendían encajes y mantas que habían comprado a los fabricantes de los Montes Metálicos (Erzgebirge) y luego las vendían puerta a puerta, casa por casa. Willy Blum, su hermana Dora y su hermano menor Rudolf continuaban su proceso educativo en la escuela evangélica para niños de Hoyerswerda. En 1942 Willy Blum recibió el sacramento de la confirmación en la iglesia católica local. En ese año, las medidas de persecución nacionalsocialista afectaron gravemente a la vida de la familia: a Aloys Blum se le prohibió, por motivos raciales, continuar practicando su oficio, así como salir de la ciudad. Se le obligó a presentarse en la sede de la policía todos los días.

 

Todo se complicó aún más en el momento que comenzó la segunda fase de persecución hacia la población Romaní, la deportación. El 8 de mayo de 1942 Aloys Blum fue arrestado y encarcelado, primero en Hoyerswerda, y posteriormente en la prisión policial de Cottbus. Desde allí lo trasladaron en un transporte colectivo al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, donde quedó registrado como prisionero el 5 de julio de 1942. Sus familiares permanecieron en Hoyerswerda pero los detuvieron tiempo después y los internaron en un cuartel ubicado en un barrio pobre a las afueras de la ciudad. En marzo de 1943, llegó la hora del resto de miembros de la familia Blum, inicialmente los trasladaron en tren a Breslau, donde quedaron recluidos en una prisión. Unos días después los deportaron a Auschwitz-Birkenau junto a otras familias Gitanas, adonde llegaron el 7 de marzo de 1943. Toni Blum se convirtió en la prisionera Z-836, Anna Blum Z-837, Elly Blum Z-838, Liesel Blum Z-839, Dora Blum Z-840, Willy Blum Z-734 y Rudolf Blum Z-735. Quedaron internados como prisioneros en el sector BIIe de Birkenau, el "campo de familias Gitanas". Aloys Blum fue Blockältester, responsable de barracón, durante un corto espacio de tiempo. Sin embargo, debido a las luchas internas con otros reclusos que ansiaban ese puesto, perdió esa posición de privilegio. En abril de 1944, sólo unas 7.000 de las 22.000 personas originalmente deportadas seguían vivas en el "Zigeuner Familienlager". Morían de hambre, agotamiento, enfermedades como el tifus, especialmente afectó a los niños una epidemia de noma, o en las cámaras de gas.

 

En la primavera de 1944 las autoridades del campo comenzaron a organizar la liquidación del Campo Gitano, para ello decidieron organizar transportes con prisioneros del sector BIIe aptos para el trabajo a otros campos en el interior del Reich. En abril de 1944, un tren con unos 1.500 hombres salió de Auschwitz en dirección al campo de Buchenwald. Aloys Blum y sus hijos, Willy, de dieciséis años, y Rudolf, de nueve, se encontraban entre ellos. De alguna forma, Willy y su padre se las ingeniaron para llevarse al pequeño Rudolf. En Buchenwald, Willy recibió el número de prisionero 74254 y Rudolf el 74251. Les cosieron un triángulo negro en sus trajes de prisioneros de rayas blancas y azules, y quedaron internados en el “campo pequeño”, un lugar superpoblado que originalmente había sido diseñado como establo de ganado. En agosto de 1944, Aloys Blum fue separado de sus hijos y enviado al campo de Dora-Mittelbau. Aquí los prisioneros trabajaban en la fabricación de los cohetes V2. Willy y su hermano pequeño Rudolf se quedaron solos en el campo de Buchenwald. A Willy Blum le encargaron la tarea de cuidar de los osos del zoológico. Se había creado un parque de animales en el interior del campo de concentración para goce y disfrute de los SS y de sus familias.

 

El 23 de septiembre de 1944 se organizó en la oficina del campo de concentración de Buchenwald un transporte de 200 niños y adolescentes que iban a ser transferidos a Auschwitz. El nombre de Rudolf Blum se hallaba en esta lista, las SS lo habían señalado con el número 38. En el listado  mecanografiado, archivado en la "Carpeta Nº. 162", hay otro nombre: Stefan Jerzy Zweig, número 200. A la 9.30 de la mañana comenzaron a nombrar a aquellos que debían partir en aquel tren, en ese momento ocurrió una escena conmovedora, según relató más tarde un sobreviviente testigo de lo que allí ocurrió: Rudolf Blum, de nueve años de edad, se encontraba entre los prisioneros que debían marcharse en aquel convoy de la muerte. Rudolf no paraba de llorar y gritarle a su hermano mayor Willy que no lo dejara solo, que no se podía marchar sin él. Willy, con el corazón roto, y de la forma que sólo lo puede hacer un héroe, decidió dar un paso al frente y ofrecerse voluntario para acompañar a su hermanito hasta Auschwitz, sabiendo lo que ello seguramente significaba. Los encargados de organizar el transporte tacharon de la lista el número 200 que correspondía a Stefan Jerzy Zweig e incluyeron en su lugar el de Willy Blum.

 

El 26 de septiembre de 1944 llegó a Auschwitz el tren con los 200 niños y jóvenes de Buchenwald. Lo que sucedió después no está documentado y ahí se perdió el rastro de Rudolf y de Willy Blum, seguramente murieron asesinados. Lo único que se conoce con certeza es que de los 200 niños y adolescentes de aquel transporte solamente dos lograron sobrevivir. Annette Leo ha puesto luz a lo que le ocurrió al muchacho Gitano Willy Blum. El niño que aparecía tachado en la lista, Stefan Jerzy Zweig, se convertiría en protagonista del libro “Desnudo entre lobos” del escritor Bruno Apitz y en todo un referente del Holocausto en la Alemania Oriental. Por desgracia, la historia de Willy Blum quedó sumida en el olvido. Ambos niños fueron víctimas de los nazis y de la lógica inhumana del terror, pero mientras el recuerdo de Willy ha permanecido durante mucho tiempo en la nebulosa del olvido, el de Stefan Jerzy Zweig forma parte de la memoria colectiva de aquel episodio trágico de la Historia.

 

De los Blum sobrevivieron al Porrajmos Aloys Blum, su mujer Toni Blum que moriría en 1962 en un hospital de Krumbach y dos de sus hijas, Elli Blum, de casada Schopper y Anna Blum. Annette Leo también ha intentado localizar los títeres del espectáculo de la familia Blum, obras de arte de fabricación propia, algunas de las cuales se pueden ver en el Museo de Títeres de Lübeck.

 

Existe un proyecto de teatro juvenil: “Der Kind auf der Liste” (El niño de la lista) del Grupo de Teatro TAK (Theater Aufbau Kreuzberg), en el que algunas jóvenes intérpretes intentan acercar al público la historia de Willy Blum y su fatal destino, contando para ello con elementos documentales y de ficción, así como buscando una conexión con su propia realidad.


Y llegados a este punto me gustaría expresar una reflexión personal, en primer lugar, mostrar mi reconocimiento a Annertte Leo, gracias de corazón por rescatar la historia de Willy Blum y de su familia, su trabajo me ha llegado al alma. En segundo término, expresar que en ocasiones, amigos y conocidos me preguntan por qué sigo adelante con este blog, por qué cuento las historias de los Gitanos durante la persecución nazi, por qué no lo dejo si no tengo ayuda de nadie, por qué dedico tantas horas de mi tiempo a la investigación y escritura en soledad de las biografías de unas personas donde priman el dolor y el olvido, pero hete aquí, que tras terminar de escribir la historia de Willy Blum encuentro la respuesta a estas preguntas, lo hago porque no quiero ser cómplice del silencio, porque los Gitanos víctimas del genocidio nazi, sus nombres y sus destinos dan sentido a mi vida.

 


Fuentes:

- Das Kind auf der Liste. Die Geschichte von Willy Blum und seiner Familie. Annette Leo, mit einem Vorwort von Romani Rose. Aufbau Taschenbuch Verlag.2018.

- Artículo periodístico  de Tom Fugmann “Willy Blum: Das vergessene Kind aus dem KZ Buchenwald” publicado en la web de la Mitteldeutscher Rundfunk el 23 de abril de 2020.

- Artículo de Sabine Neubert “Das Kind auf der Buchenwald-Liste. Annette Leo hat die Geschichte des Sinti-Jungen Willy Blum recherchiert” publicado en el Neues Deutschland el 16 de abril de 2018.

- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen I. Páginas 80-81.

- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen II. Páginas 772-773.

domingo, 2 de agosto de 2020

Familia Baumann

Stolpertseine en memoria de Frieda y Agathe Baumann 

en la ciudad de Salzburgo.

© Stolpersteine Salzburg


Esta es la historia de una familia Gitana, dos adultos y cuatro niños, a los que el horror nazi silenció para siempre el latir de sus corazones. La madre se llamaba Amalie Baumman y había nacido en Venecia (Italia) en 1910. El padre, Mathias Krems; nació el 2 de enero de 1911 en St. Roman im Kinzigtal, Baden-Württenberg. El matrimonio se dedicaba a la música, a llevar sus canciones y el sonido de sus instrumentos por los pueblos de Austria. El primero de sus hijos, Ernst  Baumann nació en Hainfeld, en la Baja Austria, en 1934. El 1 de junio de 1936.llegó a este mundo su hija Anna Baumann.

 La vida transcurría en el camino entre canciones, estrecheces y cielos estrellados, así fue hasta que el 12 de marzo de 1938, Austria se convirtió en una provincia del Reich, en lo que pasó a la Historia como Anscluss. Paulatinamente, los Romanís austriacos sufrían cada vez más y más restricciones. Los Baumann decidieron establecerse en Salzburgo.

Por razones desconocidas, el 28 de junio de 1939 Mathias Krems fue detenido y deportado desde Salzburgo al campo de concentración de Dachau en el que se le registró con el número de prisionero 34129, 

El 17 de agosto de 1939 nació la tercera de las hijas de la pareja, Frieda Baumann. Su madre dio a luz sola pues el padre ya se encontraba internado en Dachau. Hemos de pensar las enormes dificultades por las que pasaría la pobre Amelie para sacar adelante a la familia. 

Mathias permaneció internado en Dachau hasta el 26 de septiembre de 1939. Al día siguiente llegó en un traslado al campo de concentración de Buchenwald en el que fue registrado con número de prisionero 8666.

El 17 de octubre de 1939 se publicó por las autoridades nazis el “Festsetzungserlass”. Este decreto sentaba las bases para una deportación posterior de los Romanís del Reich. Quedaban obligados a establecerse en un sitio y se les prohibía abandonar su lugar de residencia. Esto provocó un considerable deterioro en la situación de la vida de los Gitanos, ya que la imposibilidad de ganarse la vida desplazándose de un pueblo a otro ofreciendo su música, sus habilidades, vendiendo sus productos o tratando con cabezas de ganado resultaba un hecho que cortaba de raíz la vida centenaria en el camino de los pueblos Gitanos. Además, si no se seguía lo dictado en el decreto se procedería al encarcelamiento en un campo de concentración de la unidad familiar.

En el verano del año 1940 por orden de Anton Böhmer, el SS-Sturmbannführer y superintendente de la ciudad de Salzburgo, se procedió al arresto de unas 270 personas de origen Gitano, y se las condujo a la pista de carreras de caballos ubicada en el barrio de Parsch, los encerraron en los establos. Los prisioneros Romanís iban a ser enviados a la Polonia ocupada, pero, debido a varios retrasos en la organización de los transportes, finalmente no se les deportó y, provisionalmente,  se les confinó en un campo improvisado, el Zigeunerlager Maxglan, que se estableció cerca del camino ahora conocido por Schwarzgrabenweg. A los Romanís se les ubicó en sus caravanas, tiendas de campaña o en barracas recién construidas. Había una cerca de alambre de espino y torres de vigilancia, agentes de policía de Salzburgo se encargaban de la vigilancia de los prisioneros. Se obligó a todos los internados a trabajar. Mujeres, niños y ancianos realizaban "tareas" en el interior del campo. A la mayoría de los hombres los obligaron a realizar trabajos forzados pesados; por ejemplo, construcción de la Reichsautobahn, regulación del cauce del río Glan o construcción del Rainerkaserne en Glasenbach. Entre los detenidos los tres hijos Bauman y su madre. La organización del Zigeunerlager tenía algunos elementos coincidentes con la estructura de un campo de concentración, por ejemplo, aquellos prisioneros que ya habían pasado por una experiencia previa como prisioneros de un KZ se les otorgaba el grado de kapos (prisioneros vigilantes de un grupo de internados), con el objeto de mantener la disciplina en el interior del mismo y que en muchas ocasiones actuaban con gran violencia. Durante los años que estuvo activo Maxglan mantuvo unas cifras constantes de prisioneros, entre 300 y 400. Las condiciones de vida en su interior resultaron duras en exceso, allí reinaba el hambre, el frío, el hacinamiento y la falta de medidas de higiene que facilitaban la propagación de enfermedades. El 22 de enero de 1941, el padre, Mathias Krems, tras firmar una declaración de compromiso, se le transfirió desde el campo de Buchenwald de regreso al "Campo Gitano de Maxglan" donde lo obligaron a realizar trabajos forzados. El 28 de noviembre de 1941 vino al mundo la cuarta hija de la pareja, la pequeña Agathe Baumann nació entre las alambradas del Zigeunerlager Maxglan en Salzburgo.

Prisioneros Romanís en el campo de Salzburgo-Maxglan. © DöW


Tras la publicación del decreto de Auschwitz de Heinrich Himmler del 16 de diciembre de 1942, comenzó a planificarse la ola de deportaciones de Romanís desde el interior del Reich a la Polonia ocupada.

El 1 de abril de 1943, aproximadamente 160 niños, mujeres y hombres, incluidos Amalie Baumann, Mathias Krems, y sus cuatro hijos Ernst, Anna, Frieda y Agathe, fueron deportados desde Salzburgo con destino al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau (BIIe) en un tren compuesto por vagones para transporte de ganado. Tras dos largos día de viaje arribaron al campo polaco el 3 de abril de 1943, se les registró por separado según su género y se procedió al tatuaje de una Z seguida de un número en el brazo: Amalie Baumann quedó marcada con el número de prisionera Z-6574, Frieda Baumann Z-6575,  Anna Baumann Z-6576, Agathe Baumann Z-6577, Mathias Krems, Z-5894 y Ernst Baumann Z-5895

         Agathe murió en el infierno de Birkenau el 12 de mayo de 1943 con tan solo un año y cinco meses de edad, nunca conoció la libertad, su vida transcurrió entre las alambradas de Maxglan y Auschwitz.

Frieda falleció en el interior del sector BIIe de Birkenau el 31 de octubre de 1943 con cuatro años y diez meses de edad.

Mathiias Krems, el padre encontró la muerte en Birkenau el 25 de marzo de 1944.

Anna murió tras las vallas electrificadas de Birkenau el 4 de mayo de 1944, con casi ocho años de edad.

Ernst destino desconocido aunque probablemente falleció en Birkenau.

Amalie Baumann, la madre a la que los nazis le habían robado a quienes más amaba y a la que ya no le quedaba nada por lo que luchar también falleció en Birkenau el 26 de junio de 1944,

Amalie, Mathias, Ernst, Anna, Frieda y Agathe Baumann nunca olvidaré vuestros nombres.

Fuentes:

- “Zigeunerlager Maxglan”. Stolpersteine Salzburg. Gert Kerschbaumer.

- Verzeichnis der unterm NS-Regime von Salzburg nach Auschwitz-Birkenau B.II.e deportierten Sinti. Gert Kerschbaumer. Personenkomitee Stolpersteine Salzburg. Páginas 3 y 12.

- Lista de Sinti deportados de Salzburgo a Auschwitz. Investigación del historiador Gert Kerschbaumer.

- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen I. Páginas 450-451.

- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen II. Páginas 1076-1077.

martes, 30 de junio de 2020

Adam Ujvary


Adam Ujvary

© Wiener Stadt- und Landesarchiv


Adam Ujvary, nació gitano el 23 de julio de 1941 en Halbturn, ciudad localizada en el Distrito de Neusiedl am See, en la región del Burgenland, Austria. Sus padres se llamaban Stefan Ujvary, nacido el 16 de noviembre de 1895 y su madre, Katharina Ujvary apellidada de nacimiento Hodosch, el 14 de diciembre de 1903. Desde su llegada a este mundo Adam manifestaba cierto retraso madurativo con respecto a otros niños de su edad.

 

A la familia Ujvary la internaron el 21 de agosto de 1941, como a tantos Gitanos austriacos, en el campo de confinamiento y de tránsito de Lackenbach, instalación que se hallaba en funcionamiento desde el 23 de noviembre de 1940, Adam no contaba ni un mes de vida cuando fue encerrado en aquel lugar.

 

Llegada de los primeros prisioneros al campo de Lackenbach 

© Colección del Prof. Leopold Banny, Lackenbach


Carta de la familia Ujvary desde Lackenbach al Ayuntamiento de Halbturn fechada en 1941.

"Yo (nosotros) estamos desde el 21 de agosto que nos trajeron a Lackenbach y no hemos podido ver ni hablar con algún alcalde o autoridad. No creo que nos merezcamos esto, ya que siempre hemos trabajado y servido a la comunidad durante 6 años. No tenemos deudas ni nada más. Me gustaría amablemente solicitarles que nos permitan regresar a nuestra comunidad, porque esto sólo depende de la comunidad y el alcalde. Si pudiera prestarnos su ayuda para sacarnos del campo, de nuevo le pido que nos ayude si es posible. Solicito al alcalde si puede conseguirnos la carta de liberación y enviárnosla lo más pronto posible. Y también si pueden ser tan amables y cuidar de las cosas que hemos dejado allí. Les pido una vez más que cumplan nuestro deseo, como le solicitamos.

Saludos de la familia Ujvari, Halbturn. Heil Hitler”

La esperanza de que los dirigentes de su comunidad les ayudaran y que, de este modo, pudieran regresar a su ciudad nunca se cumplió. El alcalde de Halbturn, escribió una nota en la carta que le había remitido la familia Ujvari: "Dejar sin responder".

           La vida en el campo cada vez resultaba más dura, así como los constantes cuidados que requería el pequeño Adam en medio de tanta necesidad. Stefan y Katharina Ujvary aparecieron muertos el 19 de diciembre de 1941 en el campo de Lackenbach. Las autoridades nazis comenzaron a replantearse la situación de Adam y decidir a qué lugar enviarlo.  La decisión final consistió en trasladarlo a la clínica infantil  Am Spiegelgrund de Viena donde quedó internado. Los médicos e investigadores raciales nazis clasificaron a Adam como: “de origen gitano” y “hereditariamente enfermo”, su suerte, por desgracia había quedado echada en aquel mundo en el que la medicina nazi estaba dominada por la eugenesia y en el que los más débiles no tenían cabida.

 

"Sala para niños especiales" en Viena

© Alliance for Human Research Ptorection

Historial médico de Adam Ujvari fechado el 14.6.1942.

"Para su edad es un niño alto y delicado con un estado nutricional moderado. El niño no puede permanecer quieto (11 meses), pero se sienta con soporte y también puede mantenerse en una posición sentada durante un tiempo. Muestra una alegría vivaz de movimiento y lucha alegremente cuando se le mueve. Juega con los dedos de manos y pies y los observa con cuidado. Se interesa mucho por los procesos del entorno, es feliz cuando uno trata con él y expresa su disgusto cuando se lo deja solo. Charla en forma de sonidos inarticulados, pero ya es capaz de decir 'dada' y 'dadada'. Se ríe amigable y divertido".

Resumen: [...] tez oscura. Retasado lingüísticamente. Neurológicamente sin dudarlo".

 

Informe psicológico de Adam Ujvari de fecha 9.11.1943

"El niño de 2 ¼ años alcanza un nivel promedio de desarrollo de 1 ½ años en términos de inteligencia práctica y operaciones concretas. La comprensión social, los primeros comienzos del desarrollo del lenguaje (comprensión de los requisitos) y la capacidad de aprendizaje siguen siendo 3 meses más bajos. El control del cuerpo es peor y actualmente sólo corresponde a un nivel de 1 año. [...]

El niño se sienta y posa, camina en la cama con ayuda. Al caminar fuera de la cama, inmediatamente se para y llora. Mala coordinación de las manos. (No sabe tocar un tambor con 2 mazos). Todavía no toma alimentos sólidos. Últimamente presenta mal aspecto. Baja capacidad motriz. Movimientos tambaleantes. Disfruta del juego, busca el contacto con una sonrisa".

"Muerte el 30.3.1944 - 4.30 de la mañana - causa de muerte: neumonía"

       Adam Ujvari murió asesinado por médicos nazis el 30 de marzo de 1944 a las 4.30 de la mañana. 

 

La clínica infantil Am Spiegelgrund funcionó en Viena durante los años de la II Guerra Mundial, en ella 789 pacientes murieron bajo las directrices que marcaba el programa Aktion T4 de eutanasia infantil llevado a cabo por el régimen nazi con el fin de eliminar a aquellos que ellos denominaban: “vidas indignas de ser vividas”. Entre 1940 y 1945, la clínica formó parte del hospital psiquiátrico Am Steinhof. En el pabellón 17 se sometió  a  niños enfermos y discapacitados a terribles experimentos médicos, así lo relatan sobrevivientes como Johann Gross, Alois Kaufmann o Friedrich Zawrel, los "tratamientos", incluían terapias de electroshock, neumoencelografías, procedimiento en el que la mayor parte del líquido cefalorraquídeo se drenaba alrededor del cerebro mediante una punción lumbar y se reemplazaba con aire, oxígeno o helio para permitir que la estructura del cerebro se mostrase más claramente en una imagen de rayos X; "curas de agua fría" en la que Zawrel y Kaufmann recuerdan haber permanecido sumergidos repetidamente en agua congelada hasta que su piel adquirió unas tonalidades azules y apenas conscientes habían perdido el control de sus intestinos; o la "cura de azufre", que era una inyección que causaba dolor severo en las piernas, limitaba la movilidad y aseguraba que el movimiento resultara imposible; inyecciones espinales de apomorfina; inyecciones de fenobarbital; sobredosis de sedantes, que a menudo conducían a la muerte cuando los niños quedaban expuestos al frío extremo o a la enfermedad; inanición observada y pruebas de eficacia de vacunas contra la tuberculosis, para las cuales a los niños se les inoculaba los agentes patógenos de la tuberculosis. La mayoría de los chiquillos morían durante el proceso, o después de ser transferidos al Pabellón 15, donde quedaban debilitados por la desnutrición, los sometían a drogas sedantes, o los asesinaban de inmediato mediante inyección letal. Nunca olviden que los médicos y enfermeras de aquel terrible lugar asesinaron a 789 niños, entre ellos nuestro Adam Ujvary. El proceso finalizaba cuando el personal del hospital expedía los certificados de defunción de los niños, en ellos se recogía como causas del fallecimiento;  neumonía o ataque mortal por afectación de los músculos causados por el estado mental del paciente. En realidad, los niños estaban siendo asesinados por inyección letal, terribles experimentos, negligencia médica o enfermedad. Tras la muerte a algunos de ellos le extraían los cerebros o partes de sus médulas espinales y los guardaban en frascos con formol o los sellaban en cera de parafina, con el objeto de permanecer almacenados en secreto en el sótano de la clínica para posteriores "investigaciones". 

Lugar en el que se almacenaban los cerebros de 

pacientes fallecidos.

© Alliance for Human Research Ptorection

          

           Ningún miembro de la familia Ujvary sobrevivió al Porrajmos.

 Adam Ujvari, nunca olvidaré tu nombre.

 

Fuentes:

- “Das haben wir uns nicht verdient” Zum Schicksal burgenländischer Roma und Romnija. Herbert Brettl, Ute Leonhardt,: Eva Meran, Louise Beckershaus,: Julia Teresa Friehs. Haus der Geschichte Österreich Österreichische Nationalbibliothek. 2018. Páginas 14-26.

- Carta de la familia Ujvari. Gemeindearchiv Halbturn, Korr. 1941, o. Z.

- Century of genocide: critical essays and eyewitness accounts. Samuel Totten, William S. Parsons. 2008

- Geburtenkrieg und Rassenkampf. Medizin, "Rassenhygiene" und selektive Bevölkerungspolitik in Wien 1938 bis 1945. Herwig Czech. Dokumentationsarchiv des österreichischen Widerstandes. Páginas. 56–60. 

- Die Klinik „Am Spiegelgrund“ 1940–1945. Eine „Kinderfachabteilung“ im Rahmen der NS-„Euthanasie“, in: Studien zur Wiener Geschichte. Jahrbuch des Vereins für die Geschichte der Stadt Wien 52/53 (1996/97), S. 289–305.

- “Am Spiegelgrund” in Vienna“Special Children’s Ward” 1940–1945. AHRP: Alliance for Human Research Protection. 18 de noviembre de 2014.

DOCUMENTOS ADJUNTOS: Historial médico de Adam Ujvary