Hilde Mair
© IKF
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Hilde Mair, nacida Horvath, vino al
mundo el 11 de marzo de 1931 (en otros documentos aparece con fecha de
nacimiento 1 de enero de 1932) en Spitzzicken (en otros documentos aparece como
lugar de nacimiento Rotenturm a.d. Pinka), en la región del Burgenland,
Austria. De su infancia solamente conocemos que fue hija de Hermine y Anton
Horvath y que tuvo al menos dos hermanas; Marie y Gisela.
El 16 de septiembre de 1937, Hilde,
comenzó el curso escolar con normalidad en el colegio de educación primaria de
Spitzzicken. Todo dio un brusco cambio a partir del 12 de marzo de 1938, fecha
en que tuvo lugar el Anschluss, la
anexión de Austria por parte de la Alemania de Hitler. La consecuencia
inmediata que se derivó de la llegada de los nazis al país, fue que, el 2 de
mayo de 1938 las autoridades locales de Spitzzicken denegaron el derecho de asistencia
al colegio a Hilde por haber nacido Gitana.
Certificado confirmando haber estado
matriculada
en la escuela primaria de Spitzzicken.
© Oberösterreichisches Landesarchiv, Opferfürsorgeakt
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En abril de 1943, la policía criminal
de Graz arrestó a la familia Horvath y los deportaron con destino al campo de
concentración de Auschwitz-Birkenau. A Hilde la registraron con el número de
prisionera Z-7777. Su madre Hermine con el nº Z-7775, su hermana Marie Z-7776 y
Gisela Z-7778. La familia quedó internada en el “Zigeunerfamilienlager”, en el
sector BIIe de Birkenau, lugar designado para internar a las familias Gitanas
provenientes de la mayor parte de Europa. Allí, las condiciones de vida resultaron
terribles, dantescas. El 10 de abril de 1944, su hermana Gisela, murió a
consecuencia del tifus. A primeros del año 1945, Hilde, su hermana Marie y su
madre fueron transferidas, en un convoy con prisioneros Gitanos, al campo de
Ravensbrück, lugar en el que permanecieron durante tres meses. El 2 de marzo de
1945, las tres mujeres fueron de nuevo ubicadas en un transporte, en un
infernal viaje que duró cinco días y que las condujo al campo de concentración
de Mauthausen, cerca de Linz, Austria, lugar al que llegaron el 7 de marzo de
1945. El campo por ese tiempo se encontraba totalmente atestado de prisioneros;
a Hilde la registraron con el número de prisionera 1893. De todas las
prisioneras que partieron de Ravensbrück, 120 de ellas no consiguieron
sobrevivir al viaje. En Mauthausen quedaron internadas en los llamados "barracones gitanos" y las obligaron
a realizar trabajos forzados en la construcción de carreteras.
El 5 de mayo 1945 el campo de
Mauthausen fue liberado por tropas del ejército de los EE.UU. Pocos días
después de la liberación, Marie, la hermana mayor de Hilde, murió en un
hospital de Linz por las secuelas que, en su cuerpo, habían dejado los años de
internamiento en los campos. Su padre nunca regresó. Según el Comité de
Mauthausen falleció pocos días antes de la liberación en el campo de Gusen.
Durante los Segundos Juicios de
Mauthausen-Gusen, celebrados entre el 6 y el 21 de agosto del año 1947, algunos
sobrevivientes del campo de concentración de Mauthausen, acusaron, a la madre de
Hilde, de haber ejercido malos tratos hacia los prisioneros. Y es que, durante
el tiempo que habían estado internadas en Mauthausen, Hermine, fue vigilante de
un barracón; es decir, “Stubendienst”.
Por este motivo, la madre de Hilde fue
condenada a 18 meses de prisión. Se desconoce cual fue el destino de Hilde, de
16 años de edad por aquel entonces, mientras su madre permaneció encarcelada.
En 1949, Hilde, comenzó su batalla
legal para que la administración austriaca le reconociera su condición de
víctima de persecución durante la II Guerra Mundial, por ello solicitó la
expedición de un certificado oficial. La solicitud fue rechazada porque no podía
demostrar que la nacionalidad de su padre fuese austriaca del Burgenländ, como
afirmaba Hilde. La causa que arguyeron
para su denegación, que su progenitor había nacido en 1905 en Szombathely (Hungría)
y que no fue hasta 1921 cuando llegaron a Austria, por lo tanto, para las
autoridades austriacas eran considerados apátridas.
Denegación del municipio de
Spitzzicken
a la solicitud de ciudadanía de Hilde Mair.
© Oberösterreichisches
Landesarchiv, Opferfürsorgeakt
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El 8 de mayo de 1950, Hilde Horvath, se
casó con Josef Mair, así que, de nuevo, volvió a solicitar el certificado. Mientras
tanto, un médico del departamento de salud austriaco le había reconocido una
discapacidad del 40 por ciento. A consecuencia del tiempo que estuvo internada
en los campos de concentración, Hilde, sufría de una tuberculosis pulmonar
activa cerrada. El 19 de mayo de 1950, el alcalde de Linz estimó a bien la expedición
de una solicitud de certificado oficial. Sin embargo, el gobierno del Estado
siguió insistiendo en que Hilde no era austriaca en el momento de la detención,
debido a que su año de nacimiento era 1931, y por ende no podía acreditar una
estancia de diez años en Austria en 1938, que es el momento de llegada de los
nazis a Austria y desde el que se computa el derecho de asistencia a las víctimas.
Las circunstancias familiares eran
terribles. Su marido se hallaba en paro y Hilde necesitaba de tratamiento
médico constante. En 1953 se agravó la situación, así que Hilde presentó una
nueva solicitud:
"Por tanto, soy incapaz [a causa de los campos de concentración] de realizar ningún trabajo… hecho que me genera una gran angustia. Además,
tengo tres niños de entre 3 y 5 años y mi marido está enfermo (sufre de epilepsia),
por lo que la mayor parte del tiempo estoy a solas con mis hijos, sin alimentos
que darles, sin ropa que ponerles [...]. Yo sé que a muchos otros, allí donde
la necesidad es muy grande, se les ha concedido un anticipo de la ayuda, esto
no ha sido analizado de este modo hasta la fecha. Además, soy ciudadana austríaca
y creo que tengo el derecho a una reparación".
Por desgracia, de nuevo las
autoridades austriacas rechazan su solicitud por no haber sido capaz de
demostrar su nacionalidad antes de 1938.
La familia dependía de un pequeño
ingreso irregular que le llegaba a su madre, Hermine. Las seis personas que
convivían bajo el mismo humilde techo tenían que compartir miseria y vida en
Linz.
El 18 de junio de 1957, el Gobierno Federal
presentó una solicitud de un procedimiento de clemencia. De este modo, en 1958
la petición, por fin, le fue concedida por sus años de internamiento en los
campos, obtuvo el reconocimiento como víctima y los beneficios que este hecho
conllevaba. Sin embargo, le fue denegada una compensación que se daba a los
hijos, si alguno de los padres había muerto asesinado durante la persecución
nazi. A Hilde le fue denegada porque para la administración austriaca, su
padre, era todavía considerado un apátrida.
A Hilde, en 1938, los nazis le prohibieron
asistir a la escuela por haber nacido Gitana, este hecho le impidió aprender a
leer y a escribir, sus primeras solicitudes estaban firmadas con tres X. Además,
los terribles años en los campos de concentración le habían provocado una
enfermedad por la que no podía realizar ningún tipo de actividad física
agotadora; Por lo tanto, el desempleo y la pobreza eran su fatal destino. Las solicitudes
que siguieron a la década de 1950 ya se encontraban firmadas por Hilde,
desconocemos si ella había aprendido a leer y escribir o encontró a alguien que
firmaba por ella.
Certificado de buena conducta
perteneciente a la señora Hilde Mair
© Oberösterreichisches Landesarchiv, Opferfürsorgeakt
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El 5 de mayo 1979 –fecha en la que se
cumplía el 34º aniversario de la liberación del campo de concentración de
Mauthausen- Hilde, se suicidó rociando su cuerpo con combustible y prendiéndose
fuego.
Fuentes.
- Hilde Mair: ReicherInnen im
KZ Ravensbrück. Institut
für Konfliktforschung.
- Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz-Birkenau.
State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993. Volumen I.
Páginas 526-527.