Michael Böhmer
© Mahnmal für die opfer des
Nationalsozialismus in Koblenz e.v. |
Michael Böhmer, nacido Reinhardt, vino al mundo el 2 de abril de
1930 en Hunsrückort Morbach.
Michael fue el segundo de los tres hijos
de Anton Bamberger y Philomene Reinhardt. Sus
padres se ganaban la vida como comerciantes, yendo por los pueblos y
ciudades de los alrededores. En invierno para evitar toda su crudeza
estacionaban en las inmediaciones de Morbach.
En 1938 la familia Bamberger/Reinhardt se trasladó
a vivir a Koblenz, concretamente a la
Wöllersgasse número 17.
Su padre y uno de sus hermanos trabajaban realizando obras para la
ingeniería civil. Su madre siguió dedicándose al comercio.
Michael asistió al colegio y se siempre se sintió aceptado y
querido por sus profesores y compañeros. Le encantaba aprender nuevas cosas y
soñaba con converirse de mayor en un gran mecánico de automóviles.
En 1939 lo abuelos, Gottfried Bamberger y la abuela Anna, también
se mudaron a vivir a casa de Michael, en la Wöllersgasse de Koblenz.
Por desgracia para Michael y su familia los nazis aumentaron la
presión sobre los Romaníes que vivían en Alemania, empezaron a sufrir las
visitas de personas del departamento de Higiene Racial con el objeto de
proceder a su clasificación racial.
El 27 de abril de 1940 el Reichführer de las SS y jefe de la
policía alemana Heinrich Himmler dio las
órdenes precisas para proceder a la deportación
de unos 2500 Romaníes que vivían en las zonas
fronterizas del oeste y noroeste de Alemania, con
destino al "Gobierno General" (territorios ocupados por
los nazis en Polonia), así el 16 de mayo de 1940, por la mañana
muy temprano, la policía judicial, vestidos con ropa civil,
expulsaron fuera de su hogar a Michael y su familia, así como a
numerosos Sinti que vivían en Koblenz (en total 77
personas). Los montaron a bordo de camiones y los condujeron
al punto central de recogida que fue situado en el recinto
ferial de Köln-Deutzer.
Los nazis pusieron un número a cada Sinti y estos números quedaban
también estampados en sus pasaportes y en su documentación personal. Fueron
deportados en tren hasta el Gobierno General en Polonia. Previamente, y antes
de subir al tren los nazis los obligaron a firmar un documento por el que
podían ser trasladados con destino a un campo de concentración.
A Finales de mayo de 1940 Michael junto a su
familia llegaron al gueto judío de Chelze. Allí las
personas malvivían en su interior (Judíos y Romaníes) en unas
condiciones infrahumanas. El padre de Michael fue obligado a realizar trabajos
forzados en una cantera de piedra caliza.
En sus memorias Michael señala lo siguiente:
“Yo me hallaba junto a mi padre trabajando en una cantera…Este
trabajo resultaba terrible…Todo el mundo tenía heridas abiertas, especialmente
en las piernas… Yo no era nada más que un niño de diez años de edad
que llevaba a cabo el mismo trabajo que hacían los adultos…”
Fue su capacidad para trabajar la que salvó a Michael de una
muerte segura. Su hermano mayor y su hermana murieron de
tifus en el gueto.
En el invierno de 1944/1945 Michael y su familia fueron
liberado por los rusos. Una vez liberados volvieron a Koblenz.
Después de la guerra, Michael se trasladó a vivir
a Darmstadt lugar en el que contrajo matrimonio. Su
esposa había sufrido un duro destino. Ella había sido
deportada con su familia al "Campo Gitano" de
Auschwitz-Birkenau, de allí fue transferida a Ravensbrück y se contó como la
única superviviente de su familia en el genocidio de los Sinti y Roma
cometido por los nazis y sus colaboradores, el Porrajmos.
Ambos han sufrido tremendas penurias a lo largo de sus vidas,
intentando luchar contra las fatales consecuencias físicas y psicológicas
derivadas de la persecución vivida durante la guerra. Los dos han vivido
en medio de enormes dificultades padecidas en silencio en Darmstadt.
Michael Böhmer durante todos estos años arrastró las
secuelas de la guerra, viviendo con una enfermedad, y padeciendo la humillación
de haberle sido otorgada una irrisoria pensión, a pesar del terrible
sufrimiento padecido.
Fuentes:
- „Ich war zehn Jahre alt. An viele
Einzelheiten kann und will ich mich nicht entsinnen.“, Michael Böhmer: en:
Herbert Heuss: Darmstadt. Auschwitz. Die Verfolgung der Sinti in Darmstadt,
Frankfurt/Main 1995, Páginas. 82 – 85.
- Artículo “Arbeit im Steinbruch im Alter von erst zehn Jahren”,
de Joachim Hennig publicado en Rhein-Zeitung el 20 de enero de 1999.
- Mahnmal für die opfer
des Nationalsozialismus in Koblenz e.v.