Vamos a tratar de exponer en este blog un episodio muy doloroso en la Historia de la Humanidad y en particular para el pueblo Romaní, el Porrajmos.
Si hay dos palabras que han caracterizado hasta ahora el estudio del Genocidio Romaní bajo el régimen alemán del Tercer Reich son; silencio y olvido, estas son palabras que nos evocan tristeza y dolor, palabras que han acompañado hasta hoy la memoria del terrible sufrimiento padecido por el pueblo Romaní a manos de los nazis.
Romaníes en el mercado de caballos de Wehlau. 1935 © Deutsches Bundesarchiv |
En la tradición oral los Romaníes desde el final de la guerra lo han denominado en la mayor parte de los lugares de Europa Porrajmos, aunque también se utilizan los términos Samudaripen y “Holocausto Gitano”
Nosotros vamos a emplear, debido a que consideramos la singularidad de este genocidio, el término Porrajmos:
En Romanés, el término O Baro Porrajmos significa literalmente: el “Gran Devorador” de la vida humana, destrucción, catástrofe, desastre. Esta palabra por lo tanto tiene un significado solemne y sentimental. Podemos afirmar que se trata de un equivalente semántico muy similar al término judío de Shoah.
Por Porrajmos entendemos: La persecución que entre 1933 y 1945, durante el período nacionalsocialista en Alemania, sufrió el pueblo gitano y que condujo al exterminio de entre 250.000 y 500.000 gitanos que vivían en Europa a manos de los nazis.
La visión que los nazis tenían de los gitanos estaba sustentada en base a prejuicios sociales, prejuicios basados en la mayoría de los casos en estereotipos, que durante siglos se habían ido introduciendo en la conciencia colectiva del pueblo alemán, los nazis poseían una visión global de los gitanos como:
§ “Asociales”, personas que están fuera de lo establecido como norma para el resto de la sociedad.
§ Racialmente inferiores, representaban una amenaza biológica para lo que ellos consideraban como raza superior; la raza aria
Fue objetivo de sus verdugos que miles de hombres, mujeres y niños perecieran sin dejar rastro, quedaran sus cuerpos reducidos a cenizas, sus nombres olvidados, sus recuerdos enterrados en el fondo de la fosa de un futuro soñado que nunca llegó a ser.
Familia Romaní en Croacia. 1941 © Deutsches Bundesarchiv (Archivo Federal alemán) |
Es propósito de este humilde bloguero, rescatar del olvido y del silencio la memoria de las víctimas del Porrajmos, romper el tupido velo de silencio que los perpetradores de tan horrendo crimen, pretendieron echar sobre las miles de inocentes víctimas Romaníes y que el recuerdo de aquellos que sufrieron la barbarie nazi nos mueva a aprender que como seres humanos que presumimos ser, aquellos dramáticos hechos nunca más pueden ni deben volver a repetirse.