jueves, 7 de abril de 2011

Anna María "Settela" Steinbach

Settela Steinbach
© Bildarchiv Preussischer Kulturbesitz

El 8 de abril se celebra el Día Internacional del Pueblo Gitano, en este día tan especial mi recuerdo quiere ir para Settela Steinbach, la niña que a todos nos quitaron en la noche más negra de la Humanidad. Si alguien me ha empujado a estudiar y transmitir el Porrajmos, genocidio Romaní bajo el régimen nazi, ha sido la visión de la imagen dramática de esta niña, asomada a través de una abertura de un vagón para transporte de ganado, poco antes de que partiera con rumbo a Auschwitz-Birkenau. El rostro pertenece a Settela una niña Gitana holandesa. Sus ojos miran fijos al objetivo de la cámara, parecen transmitirnos una súplica:
-¡Por favor, contad nuestro sufrimiento, no os olvidéis de mí ni de mi pueblo, contadlo!

Es un instante, el breve instante anterior a que el soldado nazi cierre la puerta, su última mirada antes de partir, Settela, la dirige al exterior del vagón, mirando fijamente a la cámara.

Anna Maria “Settela” Steinbach, nació el 23 de diciembre de 1934 en Buchten cerca de la ciudad de Sittard al sur de Limburg, hija de de Heinrich “Moeselman” Steinbach, comerciante y violinista y de Emilia “Toetela” Steinbach dedicada a vender todo tipo de mercancías de puerta a puerta. Viajaban a través de las provincias de Noord Brabant y Limburg con su caravana. Settela ocupaba el séptimo lugar entre los diez hijos de Heinrich y Toetela. La familia Steinbach era Romaní Sinti.

En 1943, los nazis impusieron en Holanda, la prohibición de viajar a los Romaníes, desde ese momento ya no se les permitía viajar de un lugar a otro con sus caravanas. A la familia de Settela no le quedó otra opción que estacionarse en un parque de estacionamiento de caravanas de Eindhoven. El 14 de mayo de 1944, las autoridades alemanas emitieron la orden de arrestar a todos los gitanos de Holanda. En dos días los nazis organizaron la detención de todos los Romaníes holandeses. Settela Steinbach y su familia fue arrestada en Eindhoven. Esa misma jornada fue conducida al Campo de Tránsito de Westerbork. En Westerbork, le afeitaron la cabeza a Settela, como medida preventiva contra los piojos. Como las demás niñas y mujeres Gitanas llevaba un trozo roto de tela cubriendo su cabeza rapada.


El 19 de mayo de 1944, Settela junto con otros 244 Romaníes formó parte del transporte que ese día partió hacia el campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau en Polonia, en un tren que también llevaba a prisioneros Judíos. La impactante imagen de la foto fue tomada poco antes de que se cerraran las puertas del vagón, Al parecer, algo debió llamar la atención en el exterior de la pequeña Settela, según el testimonio de Crasa Wagner, “ella estaba mirando un perro que caminaba por fuera del tren. Era un perro de color claro, muy grande.” Ésta acercó su rostro a través de la estrecha abertura del vagón que todavía permanecía abierto y se asomó. En esos momentos, fuera, Rudolf Breslauer, un prisionero Judío de Westerbork, estaba filmando una película por orden del comandante alemán del campo Albert Konrad Gemmeker, Este había encargado a Breslauer la realización de una película que reflejara la vida cotidiana en el campo, en ella también se incluiría la salida de un tren. Breslauer filmó la imagen de la impresionante y profunda mirada de Settela observando lo que en esos momentos ocurría fuera del vagón. La imagen dura tan solo siete segundos en la película. Crasa Wagner, mujer Romaní que también se encontraba en el mismo vagón, recuerda como oyó a la madre de Settela llamarla y advertirle que retirara su rostro de la puerta.” Su madre le gritó: ¡Settela, aléjate de la puerta o te pillarán la cabeza! ¡Settela!” Crasa Wagner tenía dieciséis años en ese momento y sobrevivió a Auschwitz, fue capaz de identificar a Settela en 1994.

Fotograma de la película en el que se muestra 
como el soldado cierra la puerta de uno 
de los vagones del convoy en el que 
viaja como deportada Settela
© Herinneringscentrum Kamp Westerbork

Emilia, madre de Settela, cuyo nombre Gitano era Toetela, se encontraba en ese vagón junto a nueve de sus diez hijos: Willem-Hendrik de diecinueve años, Elisabeth de diecisiete, Celestinus de quince, Johanna Cornelia de catorce, Philibert de once, Anna María (Settela) de nueve, Florentina María de siete, Willem de cuatro, y Anna María de dos. Magdalena Gertruda de veinte años no se encontraba en ese vagón, ya que desde 1943 se había independizado del grupo familiar.

Fotograma de la película en el que se muestra 
como el soldado cierra la puerta de uno de 
los vagones del convoy en el que viaja como 
deportada Settela
© Herinneringscentrum Kamp Westerbork

El 22 de mayo, el tren con los Gitanos holandeses, entre quienes se hallaba Settela Steinbach, llegó a su destino, Auschwitz-Birkenau.

Uno de los 93 trenes que partieron con 
prisioneros holandeses con destino a 
los campos de concentración y exterminio
© Geschiedenis24

Tras pasar el registro en Birkenau fueron conducidos al Campo para Familias Gitanas  en Birkenau. Settela permaneció allí. Sobre cómo murió existen discrepancias entre los historiadores del Porrajmos, la gran mayoría sostiene que Settela murió asesinada en las cámaras de gas de Birkenau en la noche del 2 al 3 de agosto de 1944, pero según el experto estudioso del Porrajmos Ian Hancock  en su libro “We Are the Roamní People” defiende que Settela fue trasladada al campo de Bergen Belsen en Alemania. Lo que si está claro es que por desgracia Settela, nuestra niña, la niña de los ojos grandes mirando a través de la abertura del vagón, no sobrevivió al Porrajmos. El destino del resto de la familia de Settela; su madre, dos de sus hermanos, dos hermanas, su tía, dos sobrinos y una sobrina formaron parte del último grupo de Romaníes que permanecían en Birkenau y que en la fatídica noche del 2 al 3 de agosto de 1994 murieron en las cámaras de gas de Auschwitz en la conocida como “Zigeunernacht”. Magdalena, cuyo nombre Gitano era Moekela, y era la hermana mayor de Settela, fue enviada a Auschwitz-Birkenau el 15 de enero de 1944, allí le tatuaron en su brazo el número de prisionero Z-9781, fue asesinada en Birkenau el 5 de abril de 1944.De la familia Steinbach, solamente el padre sobrevivió al Porrajmos, Heinrich murió en 1946 y está enterrado en el cementerio de Maastricht. Su padre había sido enviado desde Westerbork a Amersfoort y de nuevo de regreso a Westerbork, allí se enteró que su familia había sido enviada a Auschwitz, posteriormente fue enviado a trabajar a una factoría de la Philips, cuando Holanda fue liberada se estableció en una caravana en Eindhoven. Intentó localizar a su familia pero murió en su soledad en 1946.

Después de la guerra, el fragmento de siete segundos de la película de Rudolf Breslauer ha sido utilizado en numerosas ocasiones en muchos documentales. La imagen de la anónima chiquilla asomándose al vagón con su rostro lleno de pánico poco antes de ser deportada a Auschwitz se convirtió en un icono del Holocausto. Hasta 1994, era conocida solamente como “la niña del pañuelo en la cabeza." Se daba como algo asumido que se trataba de una niña Judía. En diciembre de 1992, el periodista holandés Aad Wagenaar que trabajaba para un pequeño periódico local el Haagsche Courant comenzó su investigación para identificar a la niña de la foto. A partir del número que había en el exterior del vagón, número 10, 16 ó 18, por la descripción del vagón, por la identidad de una única maleta que aparece en la filmación descubrió que ese transporte tuvo lugar el 19 de mayo de 1944. El transporte estaba compuesto por Romaníes y Judíos holandeses. El 7 de febrero de 1994, en su caravana en Spijkenisse, Crasa Wagner le reveló el nombre de Settela Steinbach.


Este es el vídeo que los nazis grabaron de aquella deportación de Judíos y Gitanos holandeses, en el minuto 2:45 podemos ver la última imagen de nuestra niña Settela y como la puerta del tren y de la vida se cierran para nuestra niña para siempre.


La búsqueda de la identidad de Settela Steinbach quedó recogida en el documental de Cherry Duyn, Settela gezicht van het verleden (1994). Wagenaar publicó su investigación en un libro titulado “Settela”

Cubierta del libro de Aad Wagenaar “Settela”
© Five Leaves Publications

¡Ay, mi niña! ¡la niña que todos perdimos en la noche más negra de la Humanidad, ¡Ay Settela, tus ojos son mis ojos. Settela Steinbach te bisterdon tumare anava.

Fuente:
- Settela.  Aad Wagenaar. Ed. De Arbeiderspers, Amsterdam 1995. 134 páginas.

- We are the Romaní People. Ian Hancock, University of Hertfordshire Press, 2002 - 180 páginas. Página 136
Cubierta del libro de Janna Eliot 
“Settela’s Last Road”
© Trafford Publishing