Dinu Mirică
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Dinu Mirică
nació en 1906 en el seno de una familia Romaní dedicada a la fabricación y
venta de peines, que viajaban de un pueblo a otro de Rumanía ofreciendo sus
mercancías a los lugareños.
Sus
padres tuvieron doce hijos, diez muchachos y dos niñas, la mayoría de ellos
murió a consecuencia de una epidemia de tifus en 1916, solamente sobrevivieron;
Dinu, que era el más pequeño, dos hermanos y una hermana. A Dinu, su madre lo
apodó “Kaiser”. Ni Dinu ni ninguno de sus hermanos asistió nunca a la escuela.
Nadie de su familia aprendió a leer, todo lo que aprendieron fue a trabajar
para comer.
Hacían
su vida en una caravana gitana (satra). Llevaban un estilo de vida seminómada;
en invierno vivían en casas y durante la primavera, el verano y parte del otoño
viajaban por los caminos del país con sus carromatos y sus grandes tiendas de
campaña. Acampaban a las afueras de los pueblos, situaban las largas varas y las
dejaban caer sobre los carromatos, sobre ellas estiraban las lonas de la tienda
donde se alojarían. Después de situarse, el líder de la comunidad (bulibasa) se
dirigía al ayuntamiento o al jefe de la policía rural para entregar todos los
documentos de identidad de los miembros de su satra. De este modo transcurría
la vida en el camino, hoy aquí, mañana en Turnu, al día siguiente en Bucarest,
Craiova, Pitesti o Ramnicu Valcea… La familia Mirică se dedicaba a la venta de
peines, tijeras, ganchos... permanecían en cada lugar uno, dos, tres días, las
jornadas que les autorizaban las autoridades locales. En el ayuntamiento,
además, procedían al pago del pasto de las praderas del que se alimentarían los
caballos.
Caravana de Gitanos
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Gatlif - Korkoro
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En el
pueblo compraban harina de maíz, harina de trigo, queso, cebolla, ajo, frijoles…
para hacer la comida, de esta forma vivían los gitanos nómadas. El padre de
Dinu era el líder (bulibasa). En su comunidad no había gran cantidad de carros
juntos, porque la vida resultaba difícil, cuatro, cinco o seis familias suponían
un número elevado de miembros puesto que todas eran numerosas y si estaban conformadas por muchos, las autoridades de algunas localidades no les permitían estacionar,
así que el grupo familiar de Dinu lo componían tres familias, todos parientes.
Cada jornada las mujeres marchaban al pueblo para
vender las mercancías y comprar los
alimentos que necesitaban, mientras tanto, los hombres permanecían en el lugar
donde habían acampado fabricando tijeras, ganchos y peines, estos últimos los realizaban
con los cuernos de los bueyes, llevaban un carro cargado de astas que previamente
habían obtenido de un matadero. El grupo poseía
una autorización de la prefectura para circular de un condado a otro. En
la autorización emitida por el Ministerio del Interior, se leía "tal y
cual, junto con su familia puede ir a Olt, Arges, Teleorman, Bucegi y
Valcea". Esta era la forma en que viajaban
los Gitanos. Cuando alguien nacía se informaba a la oficina del alcalde, y se inscribía
en el registro; "nacido en la rueda de la carreta". Si uno
venía al mundo en las afueras de cualquier pueblo o aldea, donde quiera que naciera,
nació, así como donde fuese bautizado, se bautizó. Si alguien moría en el
camino se daba parte al ayuntamiento para que acudiese el médico, este emitía
un certificado de defunción, el cual lo entregaban en el ayuntamiento para que pudieran
enterrar al fallecido, por ello, allí donde
quiera que alguien moría, allí era enterrado.
Campamento de Gitanos
© Tony
Gatlif - Korkoro
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Cuando
terminaban la venta en cualquier localidad regresaban a por sus papeles a la
oficina del alcalde o a la policía rural. Las autoridades les devolvían sus
papeles y unos certificados de buena conducta y de nuevo, el rodar de las
ruedas de las carretas por los caminos.
En
ocasiones la venta iba mal por lo que se ofrecían a algún propietario de
tierras para que les diera trabajo, cuando esto sucedía, estacionaban sus
carromatos a las afueras del pueblo, colocaban sus tiendas de campaña y
trabajaban durante muchas horas, sábados y domingos los tenían libres. Permanecían
durante mayo, junio, julio, agosto y a primeros de septiembre se marchaban.
Cielo
nocturno, estrellas, cantes y comida alrededor del fuego, cuando caía la noche
la familia trabajaba en un ambiente distendido, sin obligaciones, si uno no
quería o no podía trabajar no lo hacía, pero la necesidad obligaba y había que
fabricar algo que vender: peines, paraguas, ganchos; todo aquello por lo que se
pudiera obtener algo de dinero con el que vivir y seguir adelante en el camino
de la vida. Aquellos fueron buenos tiempos. Su hermano tenía una armónica y la
tocaba cada noche, los demás lo acompañaban cantando, con palmas y bailes, a su
padre le encantaba contar chistes y hacer reír a su familia.
La bailarina gitana
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Con
la llegada del invierno, en diciembre, alquilaban una casa en la que residían
hasta el 15 o el 20 de marzo.
Dinu Mirică
se casó y tuvo una hija.
Esta es la vida que se nos fue en el
Porrajmos, la vida Gitana que arrastró la ignominia nazi y la maldad de sus
colaboradores.
En
1942, Dinu junto a su esposa e hija, así como a sus padres y a sus dos hermanos
y a su hermana las autoridades rumanas de Antonescu los deportaron a Transnistria
por ser Gitanos y por su estilo de vida nómada. Dinu era el más joven y se hizo cargo de sus
padres, se encargó de buscar alimentos y de cubrir sus necesidades básicas. Su
padre le decía: "Hijo mío, lo que
tenemos viene de Dios, y Dios nos ayudará. No pienses que si haces algo malo
Dios no lo sabe. Él sabe cuando eres malo o bueno. Y es por eso por lo que
conocemos y apreciamos a Dios”.
Mapa de Rumanía y la región de Transnistria al norte.
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Pronunciar
el nombre de Transnistria para un sobreviviente evoca el hambre, el frío, la
falta de ropa y de leña, la enfermedad, la suciedad, los piojos, la muerte, el
infanticidio, las fosas comunes, los perros callejeros que se alimentan de
restos humanos, ejecuciones sumarias, violaciones, el abandono de los niños,
los ancianos, los casos de canibalismo (invocados por muchos sobrevivientes) la
solidaridad ante la desesperación, el largo camino de regreso, la incomprensión, la soledad... Transnistria o Bug, “Ando Bugo” poseen el
significado para estas personas de una tierra de muerte, de hambre, de frío, de
dolor y de sufrimiento ante la pérdida.
En
1943 la esposa y la hija de Dinu murieron en Transnistria. Dinu Mirică
sobrevivió al Porrajmos. De los 25.000 deportados Romaníes a Transnistria
solamente 11.000 sobrevivieron, el resto sucumbió al hambre, la enfermedad y la
brutalidad.
Fuentes:
- Gypsy Deportation from Romania to Transnistria 1942-44. In the Shadow of the
Swastika. Michelle Kelso, Hartfield 1999;
-
Documente privind deportarea tiganilor in Romania, Viorel Achim, , Editura
Enciclopedica, Bucuresti, 2004.
-
Deportarea în Transnistria. Luminița Cioabă, Mărturii, Editura Neo Drom, 2006
- Tragedia romilor deportaţi în
Transnistria, 1942-1945. Mărturii şi documente. Radu Ioanid, Michelle Kelso,
Luminiţa Mihai Cioaba... Polirom,
2009.