domingo, 20 de febrero de 2011

Franz Rosenbach

Franz Rosenbach junto a su madre
© Foto: Dokumentations an Kulturzentrum 
deutscher Sinti und Roma

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Franz Rosenbach nació el 29 de septiembre de 1927 en Horatitz (Sudetes). Desde 1938 su familia se fue a vivir a la Baja Austria, allí se dedicaban a trabajar la alfarería.

"En marzo de 1943 fui detenido por la Gestapo cuando estaba en mi trabajo en los ferrocarriles y me dijeron: Haz el atillo que te vienes. No hay preguntas. Nos llevaron a una de las grandes cárceles de Austria, en Viena. Me metieron en una celda con mi tío con unos 20 ó 30 reclusos. y junto con mi madre, mi tío y sus hijos fuimos deportados al llamado "campo gitano " en Auschwitz-Birkenau. Yo tenía 15 años. Mis tres hermanas y mi padre habían sido ya previamente deportados allí. De boca de mis hermanas en Auschwitz, me enteré que mi padre había sido asesinado dos días antes de nuestra llegada por las SS.”

En Auschwitz Franz Rosenbach sufrió el proceso de entrada, entregar todas sus pertenencias, desnudarse, tatuarle en su brazo el número de prisionero Z-9264, las duchas… después fue conducido al llamado "campo gitano" que se hallaba directamente al lado de la sección donde se encontraban los Judíos pero estaban separados de estos por una cerca de alambre de espino electrificada. En el barracón de Franz 500-600 personas se hacinaba, estaba atestado de gente. Una vez en el barracón buscó a los niños a su tía y a su tío que no los había vuelto a ver desde su llegada. Su barracón estaba en la cercanía de un crematorio, se podía ver el humo ascendiendo al cielo. En el barracón no había aseos solamente un  barril donde todo el barracón debía hacer sus necesidades, pronto este estaba lleno y rebosaba, e hedor del barracón era insoportable. Dormían sobre paja en una especie de cubículos a modo de literas, con el único aporte de calor de los cuerpos uno al lado del otro. La humedad y el frío eran insoportables.

Poco después de llegar Franz fue asignado para realizar trabajos forzados en el Komanndo Kanalbau en Birkenau, grupo de trabajo que estaba constituido sólo por Romaníes. Cada día tenían que soportar largos recuentos a la intemperie. Franz recuerda que una vez durante uno de estos recuentos, su madre olvidó el pañuelo que cubría su cabeza, le dieron una cruel paliza con garrotes de goma dura, a Franz por intentar evitar que la golpearan también recibió una brutal paliza.

En el lugar de trabajo contaban solamente con una pala, sin zapatos, sin calcetines, aguantando tormentas, frío, lluvia y nieve, llenos de barro de forma continua. Sin parar de trabajar, los prisioneros se debilitaban hasta llegar al punto de agotamiento; cada tarde noche, volvían totalmente fatigados al barracón. La comida consistía en una especie de sopa acuosa, que en realidad era solo agua caliente, un cuadradito de pan y un poco de mantequilla. El hambre era terrible, aquello lo devoraban los prisioneros en cuestión de nada.

Un día Franz recuerda que sufrió lo que en el argot del campo se conocía como una “selección”, eran unos 1500 hombres, los llevaron hasta un sótano, los SS los revisaron, Franz tuvo suerte de que lo llevaran hasta la fila de los aptos para el trabajo, los otros fueron conducidos hasta las cámaras de gas y los crematorios.

La mayoría de los casi 23 000 Romaníes que fueron deportados a Auschwitz cayeron víctimas del terror de las SS, los trabajos forzados y las condiciones inhumanas de vida que imperaban allí. Especialmente dramático resultó ver aquellas madres que tuvieron bebés nacidos en el campo, esos bebés no tuvieron casi ninguna posibilidad de supervivencia.

Después de la selección por las SS en la primavera y el verano de 1944 cerca de 3.000 sinti y roma fueron "exterminados mediante el trabajo" y se comenzó a trasladarlos hacia otros campos de concentración en el Reich.

Ese mismo día que Franz sufrió la selección lo condujeron hasta unos vagones de ganado que estaban estacionados sobre las vías, lo montaron en un tren donde se apretujaban entre 100 y 120 hombres por vagón, sin agua, sin nada, tan sólo un cubo para hacer sus necesidades.

El tren se detuvo habían llegado hasta una ciudad que luego Franz supo que se trataba de Weimar, todos los prisioneros clamaban a los SS pidiendo agua con desesperación.
Los SS a manguerazos rociaban los vagones y por las aberturas Franz consiguió beber algo de agua y así calmar su terrible sed. Después de 6 ó 7 horas estacionados allí una locomotora y unos 3 ó 4 vagones del convoy fueron dirigidos hasta el campo de concentración de Buchenwald.

Cuando se abrieron las puertas de los vagones, las SS empezaron a repartir palos a diestro y siniestro, estaban molestos porque no esperaban recibir a prisioneros tan extremadamente debilitados.

En Buchenwald pasó 6 semanas en el barracón de la cuarentena, logró recuperarse un poco. Lo asignaron a trabajar en la cantera.


Después otro traslado en mayo de 1944 al campo de concentración de Dora-Mittelbau,  y de aquí al subcampo de Harzungen.

 
Franz Rosenbach durante el concierto de la Orquesta de Cuerda 
de Ferenc Snétberger en el Edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. 
El evento pertenecía al Programa Marco para la apertura de la exposición 
"El Holocausto contra los Sinti y Roma y el racismo hoy en día en Europa"
© Foto: Metz

El sobreviviente de Auschwitz Franz Rosenbach contando 
su experiencia a los más jóvenes.
© Foto: Rogier Fokke

         En 2005 se publicó su biografía titulada Der Tod war mein ständiger Begleiter" "La muerte era mi permanente compañera" escrito por Norbert Aas basado en entrevistas realizadas a Franz Rosenbach.



        Fuentes.
- Dokumentations und Kulturzentrum deutscher Sinti und Roma.
- Stiftung Gedenkstätten Buchenwald und Mittelbau-Dora.

sábado, 19 de febrero de 2011

Anna W.

Anna W.
© Yale University Library


       Anna W. es una sobreviviente Romaní del Porrajmos que sufrió experimentos médicos en el campo de concentración de Ravensbrück.

        Anna W. nació en Frankfurt, Alemania, y pasó su infancia viajando de un lado para otro con sus padres y sus cinco hermanos, formando parte de un grupo de teatro gitano. En 1938, las autoridades nazis los obligaron a establecerse en Leipzig, y se les impidió viajar o asistir a la escuela.

        “A principios de 1942, nos llevaron a un campo cerca de Leipzig y... nos dijeron... que íbamos a ser reasentados en Polonia... Tuvimos la suerte de que nos metieran en un vagón de pasajeros en lugar de un vagón de ganado. ... Los niños estaban entusiasmados con el viaje en tren....  Nunca antes habíamos oído nada acerca de Auschwitz... Fuimos el primer transporte en llegar al campo de gitanos de Auschwitz-Birkenau... Todos los barracones estaban vacíos, no había ninguna valla todavía. Estaba todo embarrado. Nos hundíamos en el barro hasta las rodillas... pero cada día llegaba más y más gente. ... Los barracones tenían una capacidad para 500 personas y nos obligaron vivir en su interior a 1.000 de nosotros... Todos mis familiares, todos ellos murieron allí. Ninguno de ellos sobrevivió a excepción de la familia de mi primo... Tuvimos que entregar nuestra ropa y luego nos llevaron a las duchas. Después nos afeitaron... Mis padres iban con nosotros. Fue terrible. Mi padre, y mi madre también tuvieron que desnudarse. Eso fue lo más terrible de todo, la humillación. Había una guardería infantil. Eso ¿qué sentido tenía [en Auschwitz-Birkenau] una guardería?

         En marzo de 1944 me trasladaron en un transporte a Ravensbrück. Mis hermanos, todos ellos murieron. En seis meses, no quedaba nadie. Allí en Ravensbrück Anna W. vivió una de las experiencias más terribles que sufrió en su vida:
“Fui esterilizada en Ravensbrück. Tenía dieciséis años. Yo nunca supe porque me lo hicieron, ellos me dijeron que únicamente se trataba de un estudio, pero el intenso dolor posterior, entonces hacía que una se diera cuenta. Además junto a mí se lo hicieron a niñas de doce, quince, dieciséis años.  He sufrido mucho por esto, podría haber tenido una familia, podría haber tenido nietos que ahora tendrían veinte años, y mis nietos estarían junto a mí…”
        
          [Desde] Ravensbrück... nos llevaron a las fábricas de municiones en Schlieben cerca de Buchenwald... Trabajábamos en el turno de noche... Fue terrible para nosotros, los adolescentes [porque] los que se quedaban dormidos y no cumplían con la cuota de producción eran enviados de vuelta a Auschwitz. ... No iban al campo, sino que los llevaban nada más llegar a las cámaras de gas. ... Me trasladaron a las obras de Buna, cerca de Leipzig, pero no alcanzaba la tasa de la producción. ... Yo iba a ser enviada de nuevo a Auschwitz, pero me cambiaron y en mi lugar mandaron a una mujer que quería estar con sus familiares en Auschwitz...  Sino, me hubiera ido a Auschwitz...Ninguno sabía que iban a ser gaseados cuando regresaran a Auschwitz, ya que el campo gitano ya había sido desalojado [los que vivían en el Zigeunerlager en Auschwitz fueron gaseados la noche del 2 al 3 de agosto de 1944] - por lo que la mujer que se fue en mi lugar. ... [Ella] fue llevada directamente al crematorio...
        .
         Me subí a un transporte, me enviaron a Bergen Belsen... [que] era básicamente peor que Auschwitz. ... Había personas muriendo como moscas. Allí contraje la pleuresía y una  neumonía... [pero] no me llevaron a la enfermería. ... Nadie se preocupaba de mí... hasta que los británicos llegaron y liberaron el campo... me llevaron a un hospital donde me quedé durante ocho meses. Volví a Bergen Belsen y viví en el campo liberado durante dos años más [ya que] no tenía a nadie a mi lado... "

         Anna W. ha vivido en Alemania después de la guerra. Su marido ha sido una persona muy activa en los esfuerzos en los años posteriores a la guerra para lograr el reconocimiento político del sufrimiento de los gitanos por parte del gobierno alemán. Cuando, a principios de 1980, su marido construyó el primer monumento a los Romaníes en Auschwitz-Birkenau, sin haber obtenido la licencia ni el permiso para ello, fue detenido por las autoridades polacas.

        Anna W. nunca tuvo hijos.

Fuente:
- Anna W. Holocaust Testimony (HVT-2804). Fortunoff Video Archive for Holocaust Testimonies, Yale University Library.

jueves, 17 de febrero de 2011

Siegfried Rosenberg

Siegfried Rosenberg en 1958


         Siegfried Rosenberg, era un joven que trabajaba en Bochum en el negocio de transportes de su padre. Tenía una novia alemana (él mismo se sentía alemán) pero a los ideólogos raciales nazis esto poco les importó y fue tachado por estos como un elemento "asocial" por su origen Romaní.

          Los nazis detuvieron a Siegfried Rosenberg el 14 de noviembre de 1942 y lo deportaron al campo de concentración de Dachau el 18 de Diciembre de 1942. Allí le tatuaron en su brazo el número de preso 41392 y se convirtió en un prisionero con la categoría "AZR" (Trabajo Forzado Reich) y en su drillich le cosieron un triángulo negro que lo identificaba como “Asocial”.
Registro de entrada de siegfried Rosenberg al campo de concentración de Dachau

         En Dachau tuvo que realizar un trabajo extremadamente duro, acompañado de una escasa alimentación y de muy baja calidad,  además de soportar los constantes abusos e insultos de los kapos y los SS, con palabras como estas "tu cara no es como la mía". Los kapos lo golpeaban con frecuencia con objetos duros en la cabeza. Una de las veces lo golpearon hasta dejarlo inconsciente, cuando se despertó de nuevo se encontró con que se hallaba en la enfermería con la cabeza vendada. En otra ocasión los golpes propinados por los matones de las SS le provocaron una lesión en el oído que le ha acompañado durante toda su vida y que le produce vértigos además de dejarle una huella imborrable en forma de una cicatriz muy dolorosa.
        
        Otro de los malos tratos que describe: "Tuve que mantener la mano sobre una mesa, entonces un hombre de las SS me golpeó una y otra vez con unas tijeras" De los golpes recibidos dos cicatrices en su mano derecha quedan como evidencia. El trabajo duro, el hambre, el calor en verano o el duro impacto del frío en invierno: le provocaron un debilitamiento general y lo hizo ser presa fácil de las enfermedades, sufrió de diarreas severas que le ocasionaron una neumonía y fiebre tifoidea además de una inflamación de la pleura.         
       
        El 12 de diciembre de 1944 Siegfried Rosenberg fue trasladado al campo de concentración de Buchenwald. Poco antes de la liberación del campo lo enviaron de nuevo en una marcha de la muerte.  El 13 de abril de 1945 el ejército estadounidense liberó en Langenberg cerca de Gera a la columna de hombres en la que marchaba Siegfried.

       Siegfried Rosenberg sobrevivió al Porrajmos. A su regreso a Bochum solicitó el cobro de la indemnización por haber padecido un largo período encarcelado por motivos raciales en campos de concentración. El 1 de junio de 1960 ¡Después de 15 años! le concedieron  una "compensación" de 3.750, - marcos por el período que va del 1 de marzo 1943 hasta el 13 de abril de 1945. El momento de su detención ocurrida el 14 de noviembre de 1942 no fue reconocida a ojos de la corte como persecución racial ", ya que la persecución de los gitanos por motivos raciales, según la justicia alemana, sólo se produjo después de la aprobación del llamado Decreto de Auschwitz - dictado por el RSHA de 29 de enero de 1943 y puesto en marcha a partir del 1 de marzo de 1943.

       Pero el 12 de enero de 1966 se le reconoce también este como tiempo en el que sufrió persecución, y lo indemnizaron con otros 600 marcos. Siegfried nunca se ha sentido ni rehabilitado ni compensado por todo el horror que sufrió en los campos de concentración nazis.

          Fuente:
- Texto de Lutz Berger. Antifaschistische Bochumer Blätter. Información de la VVN - Asociación de Lucha contra el fascismo, N ° 1 / 2003

martes, 15 de febrero de 2011

Robert y Anna Reinhardt

Placa en memoria de Robert y Anna Reinhardt en el 
Hogar Infantil Nardinihaus de Pirmasens.
© Gedenkorte für Sinti und Roma

        
             Anna y Robert Reinhard fueron dos niños Romaníes que vivieron durante siete años, de 1936 a 1943, en el orfanato Nardinihaus de Pirmasens, así fue hasta que en 1943 por motivos raciales los nazis los deportaron al campo de concentración y exterminio de Auschwitz en Polonia.

         Recogemos a continuación la declaración de la Hermana Lydia, monja que se encontraba en el orfanato Nardinihaus durante el tiempo en el que estuvieron Robert y Anna internos allí:
“Robert Reinhardt nació en 1929 era hijo del señor Georg Reinhardt, junto con su hermana Anna estuvieron internados en el Hogar Infantil Católico (Nardinihaus) de Pirmasens, debido a la situación económica de necesidad de sus padres.

          Eran unos niños muy inteligentes, de muy buen carácter, abiertos y muy bien dispuestos para hacer el bien. Desde un punto de vista educativo nos proporcionaron muchas alegrías. Robert tenía unas dotes tales que en dos ocasiones pasó a una clase superior. Al terminar la escuela en marzo de 1943 nos preocupamos de conseguir para él un puesto de aprendiz de mecánico de automóviles. Este oficio le gustaba mucho y, según la orientación profesional, reunía las condiciones físicas e intelectuales idóneas para él. A mediados de marzo de 1943 recibimos un escrito de la Jefatura de Distrito para la Juventud de Pirmasens en el que se nos ordenaba que pusiéramos de inmediato en la calle a estos dos niños, a Robert que tenía 14 años y a Anna de 11, sin darles mudas para cambiarse, ni ropa alguna y que les notificáramos que volvieran a Imsbache Mühle, junto a Neuhof, donde vivían los padres en una barraca del bosque. Nos pusimos en contacto personalmente con la Jefatura de Distrito para la Juventud, ya que no estábamos de acuerdo con lo que se nos exigía. Allí se nos comunicó que se trataba de una orden llegada desde Berlín y que si no se hacía salir a los niños vendría la policía a buscarlos. Nosotras mismo llevamos a los niños con sus padres. Obligaron a los niños por escrito a no volver a pisar el municipio y a no salir del perímetro de Imsbache Mühle. Los demás hermanos se encontraban ya con sus padres, incluidas las dos hermanas procedentes de María-Rosenberg.

          Al cabo de 14 días volvió Robert al Hogar Católico, a pesar de la prohibición policial, y nos informó que había sabido por un gitano que había escapado de un campo de concentración lo que les esperaba a él y su familia: la muerte planificada. Robert no se lo había contado a sus padres ni a sus hermanos. Nos pidió que le aconsejáramos si debía huir por la frontera, y se lo desaconsejamos puesto que era demasiado joven y le dijimos que debía quedarse con sus padres. Apenas había transcurrido una hora desde que se marchó, cuando llamó por teléfono desde Imsbache Mühle diciendo que, durante su ausencia, la policía se había llevado a sus padres y a sus hermanos. Quería quitarse la vida aquella misma noche, antes de que otros se la quitaran sin motivo. Le rogamos que no lo hiciera y que preguntase por sus padres.

        “He vuelto a encontrar a mis padres y mis hermanos. Nos llevan en un transporte al campo de concentración. Sé lo que nos espera; mis padres no lo saben. He mantenido una lucha interior hasta tal punto que incluso soportaré la muerte. Les agradezco una vez más todo el bien que me han hecho. Saludos para todos los compañeros. ¡Adiós, nos veremos en el cielo!
                                                                                Suyo, Robert”

          Hasta 1947 no supimos por Ottilie Reinhardt, hermana de Robert, que fue liberada del campo de Auschwitz junto con otra de sus hermanas al llegar los “americanos” (sic) que los dos niños inocentes Robert y Anna, así como sus padres, también inocentes, habían muerto en la cámara de gas aquel mismo año de 1943.
Confirmamos en consecuencia que unos niños inocentes, por pertenecer a una determinada raza humana, fueron entregados a un cruel destino”
                                                        Firmado. Hermana Lydia

            La fotografía de la parte superior pertenece a la placa que en memoria de Robert y Anna Reinhardt  colocó la Asociación de los Sinti y Romá alemanes de Renania Palatinado en el Hogar Infantil Nardinihaus de Pirmasens en la Klosterstrasse 1-3 en la que se lee:

Para conmemorar a los niños Sinti Anna y Robert Reinhardt. Durante la época nazi, vivieron aquí durante siete años. En 1.943 por motivos raciales fueron deportados al campo de concentración de Auschwitz y allí los asesinaron junto con sus padres.
  
        Fuentes:
- Gedenkorte für Sinti und Roma
- “Die Überlebenden Sind Eine Ausnahme” Der Völkermord an Sinti und Roma (Verband Deutscher Sinti und Roma) Los supervivientes son una excepción: El genocidio de los Sinti y Roma alemanes (Verband Deutscher Sinti und Roma)
Asociación Regional de Renania Palatinado, 1992, página 24
- De la ciencia de las razas a los campos de exterminio. Sinti y Romá bajo el régimen Nazi. Karola Frings, Herbert Heuss y Franck Sparing. Editorial Presencia Gitana. Colección de temas gitanos y afines Interface. 1999. Páginas 13-14

domingo, 13 de febrero de 2011

Elisabeth Guttenberger

Elisabeth Guttenberger y su madre durante la 
celebración de su primera comunión.
© Dokumentation an  Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma

         Elisabeth Guttenberger nació en Stuttgart en 1926 y completó en esa ciudad sus ocho años de la Educación Primaria. Ella atribuye su supervivencia en Auschwitz por su educación anterior lo que motivó que la asignaran a una oficina de campo. Junto a sus cuatro hermanos y hermanas había vivido “en una de las partes más bellas de la ciudad de Stuttgart donde había muchos jardines y parques. Mi padre se ganaba la vida comerciando con antigüedades y con sus instrumentos de cuerda. Vivíamos en paz con nuestros vecinos.”

          “Traté de aprender una profesión, y encontré un trabajo como aprendiz en una pastelería. Pero eso sólo duró un par de semanas. Una noche, poco después de la hora de cierre, mi jefa me llevó aparte y me preguntó: "Elisabeth, ¿por qué eres tan negra" Me daba vergüenza y me sentí como si toda la sangre se me hubiera subido a la cabeza. La mujer me cogió entre sus brazos y me dijo que por la tarde habían venido dos hombres de la Gestapo para hablar con ella y estos le dijeron que tenía que despedirme inmediatamente, ya que de otra forma la denunciarían".

          Arrestada y deportada a Auschwitz-Birkenau a principios del año 1943, allí le fue impuesto y tatuado el número de prisionera Z-399. Ella describe la resistencia de los prisioneros encerrados en la sección BIIE (Campo de Familias Gitanas) de Auschwitz-Birkenau a mediados de mayo de 1944 cuando los nazis intentan liquidar el campo gitano.

Campo de Familias gitanas en Auschwitz-Birkenau
© Struan Robertson
        
        Es trasladada a Ravensbrück el 1 de agosto de 1944, un día antes de que se produjese la liquidación del campo gitano en la noche del 2 al 3 de agosto de 1944 y que ha pasado a la Historia como la Zigeunernacht (La noche de los gitanos) durante la que los últimos Romaníes que quedaban en Auschwitz fueron exterminados en las cámaras de gas.

         Guttenberger ha contado sus vivencias en numerosos libros, por ejemplo en Auschwitz: Zeugnisse und Berichte páginas 131-134 y el Memorial Book: The Gypsies at Auschwitz Birkenau volumen 2 páginas 1497-1503.

Barracones del Campo para Familias Gitanas sección BIIe de auschwitz-Birkenau
© Auschwitz Museum
           
                     “Los gitanos como los judíos fuimos perseguidos por motivos raciales. Todos los gitanos que los nazis encontraron fueron deportados a Auschwitz, sin tener en cuenta su profesión u oficio. Si estaban asentados y asimilados en un domicilio fijo o no… Cuando yo tenia 17 años fui arrestada… y deportada a Auschwitz.

La primera impresión que tuve de Auschwitz fue horrible. Estaba todo muy oscuro cuando llegamos. Una enorme extensión de terreno, aunque solo podíamos ver las luces. Pasamos la noche en el suelo de una atestada sala. A la siguiente mañana, muy temprano marchamos hacía el interior del campo. Allí, nos tatuaron el número de prisionero en nuestros brazos y nos coraron el pelo al rape. Las ropas, los zapatos y las cosas que habíamos podido llevar con nosotros nos las arrebataron. Los Gitanos, éramos enviados a una sección del campo en Birkenau, situado entre el campo de los hombres y la enfermería de prisioneros del campo.(Häftlingskrakenbau). En esta sección había 30 barracones que eran conocidos como blocks. De ellos, un block servía como aseo para la totalidad del campo. Más de 20.000 gitanos se agolpaban en el resto de barracones, los barracones no tenían ventanas, sólo salidas de aire. El suelo estaba hecho de barro. En un block, donde no había espacio suficiente para tal vez 200 personas, nos hacinábamos 800 personas o más. Esta forma de vivir para muchas personas resultó un martirio horrible. Mi tía entró a mi lado.

Nos miramos unos a otros y las lágrimas empezaron a rodar por nuestro rostro.... Fue terrible. La gente permanecía inmóvil en sus camas de madera y sólo nos mirábamos. Pensé que estaba soñando. Pensé que estaba en el infierno.

Interior de un Barracón en Auschwitz-Birkenau
© Auschwitz Museum
           
         Después de unos 14 días, nos repartieron en cuadrillas de trabajo. Con otras muchas mujeres, me vi obligada a llevar pesadas piedras para la construcción en el campo. A los hombres los obligaron a construir el camino del campo. Incluso los hombres de edad,
Estuvieran o no enfermos, tenían que trabajar.... Utilizaban a todo el mundo. Mi padre tenía entonces 61 años. Nadie le prestó atención a eso.... Auschwitz fue un campo de exterminio.
En ese momento, la construcción de Birkenau todavía no se había terminado.

           Lo peor era el hambre. Las condiciones higiénicas son apenas descriptibles. Prácticamente no había jabón o instalaciones para lavarnos. Cuando estalló el tifus, no se trataba a los enfermos, porque no había ningún medicamento. Era el infierno. Uno no puede imaginar nada más horrible. En primer lugar, murieron los niños. Lloraban día y noche pidiendo pan. Pronto todos los que padecían de hambruna encontraban la muerte. Los niños que nacieron en Auschwitz no vivían tampoco mucho tiempo. De lo único que se preocupaban los nazis cuando nacía un niño era que fueran tatuados y registrados correctamente. La mayoría de los bebés morían varios días después de su nacimiento. No había cuidados para los niños, ni leche, ni agua caliente, y mucho menos cereales o pañales. Los niños mayores de diez años, tenían que transportar rocas para el camino del campo, a pesar del hecho de que el hambre les hacía morir cada día....

           En nuestra brigada de trabajo, teníamos que hacer todo lo posible durante nuestra jornada. Un Blockführer SS nos acompañaba en bicicleta. Si una mujer estaba demasiado débil le disparaban o la azotaban. Muchas murieron de los golpes. La Blockführer a cargo del campo de gitanos era un miembro de las SS corporal [Ernst August] König, yo nunca he oído que haya sido juzgado ni condenado después de la guerra.] Incluso hoy en día, lo podría identificar inmediatamente. [König fue acusado por los asesinatos que había cometido en Birkenau en el campo de gitanos y tras un juicio que duró casi dos años fue condenado a cadena perpetua en enero de 1991 por la Corte del Distrito de Siegen. Posteriormente, se suicidó en la cárcel después de que su apelación fuese rechazada.]


Romaníes en el campo de Auschwitz-Birkenau
©  www.deutsche-und-polen.de
    
        Muy temprano por la mañana se pasaba lista, lo que representaba una tortura, en posición de firmes de 6 a 8 de la mañana con independencia de las condiciones meteorológicas. Todos teníamos que reunirnos para pasar lista, incluso los ancianos, los niños y los enfermos. El domingo, este momento a menudo duraba hasta el mediodía, de pie bajo el duro calor, sin protección en la cabeza. Muchos se derrumbaban de agotamiento por el calor o la enfermedad.

          Después de mi primer mes en Auschwitz, llegó un transporte con 2.000 gitanos de Rusia. Estas personas eran muy pobres, estuvieron en el campo sólo una noche.

         Fueron enviados a los crematorios y cámaras de gas al día siguiente. Todo el mundo, aunque que llegaba a Birkenau aunque fuera por poco tiempo, preguntaba acerca de las chimeneas que echaban humo durante toda la noche y todo el día. Se les decía que se gaseaban y quemaban a las personas allí. En la noche que gasearon a los gitanos rusos, los barracones fueron rodeados y nos vimos obligados a permanecer en nuestros blocks. Cerca de las 9 de la noche, los camiones llegaron a nuestro complejo e introdujeron a los gitanos rusos por la fuerza a bordo e estos y los llevaron a los crematorios. Escondida, fui testigo de su partida.

         También fui testigo de otra operación de personas con destino a las cámaras de gas. Yo ya había sido asignada a trabajar en la oficina administrativa del campo y se me permitió caminar fuera de nuestro campo. A la llamada Enfermería del campo [Krankenlager] se encontraba junto a nuestros barracones. Prisioneros judíos y polacos estaban encarcelados allí. Observé dos camiones que iban hasta sus barracones y los montaron a los enfermos en esos camiones. Muchos ya no podían caminar y eran esqueletos, muertos de hambre. Algunos estaban desnudos, otros tenían sólo una camisa. Antes de los camiones partieron, algunos prisioneros reunieron el valor suficiente para maldecir a sus asesinos.

          Después de un año y medio, me pusieron a trabajar en la oficina del campo. Allí tenía que rellenar las fichas de las listas de transporte, y me pusieron a cargo del registro de los hombres de nuestro campo. También tenía que registrar las notificaciones de las muertes que se producían en la Enfermería. Inscribí miles de nombres en ese libro. Yo llevaba en la oficina tan sólo ocho días cuando llegó el nombre de mi padre anunciando su muerte. Yo me quedé paralizada y las lágrimas corrieron por mi rostro. En ese momento, la puerta se abrió e irrumpió el sargento de las SS Plagge y gritó, "¿Por qué está lloriqueando en la esquina?" Yo no podía responder. Mi amiga, una empleada de nombre Lilly Weiss, dijo: "Su padre murió." Como respuesta Plagge dijo:"Todos tenemos que morir", y salió de la oficina...
         Los gitanos también trataron de defenderse de la liquidación del campo gitano. Esa fue una historia muy trágica. Los gitanos fabricaron armas de hoja de metal. Se afiló el metal de los cuchillos. Con estas armas improvisadas, trataron de defenderse lo mejor que pudieron. Sé que un testigo ocular, una mujer polaca llamada Zita, que trabajaba con nosotros y vivió la liquidación del campo gitano. Más tarde, ella me contó cómo los gitanos atacaron y se defendieron, porque sabían que iban a ser gaseados. A los resistentes los acribillaron con ametralladoras...

           En 1944, cerca de 2000 gitanos capaces de trabajar fueron deportados desde nuestro complejo, cerca de 4500 personas se quedaron atrás. Estos, fueron los ancianos, los enfermos y los que ya no eran capaces de realizar un trabajo pesado. Estas personas fueron "liquidadas", como las SS lo llamaban, durante la noche de julio 31 a agosto 1, 1944 (sic). De los 30.000 gitanos deportados a Auschwitz, sólo 3.000 sobrevivieron. Sé de estas cifras porque yo trabajaba en la oficina del campo.

        He perdido unos 30 de mis familiares en Auschwitz. Mis dos abuelas murieron allí. Una tía con diez hijos estuvo allí, sólo dos niños sobrevivieron... Mi padre, literalmente, se murió de hambre en los primeros meses. Mi hermana mayor contrajo el tifus y murió en 1943. Naturalmente, la desnutrición y el hambre eran factores importantes. Mi hermano menor murió a la edad de 13 años. Tenía que llevar pesadas rocas hasta que se convirtió en un esqueleto descarnado. Mi madre murió de hambre varios meses después.
Auschwitz no se puede comparar con ninguna otra cosa. Decir, "el infierno de Auschwitz" no es una exageración...

         Salí enferma del campo enfermo y sigo enferma hoy. Me gustaría eliminar el número de prisionero tatuado en la parte inferior de mi antebrazo izquierdo. Cuando me pongo en el verano prendas de vestir sin mangas, siempre me cubro el número. He notado que la gente me mira el número tatuado y con frecuencia hacen comentarios maliciosos y viciosos, por lo que siempre me recuerdan las experiencias infernales del campo..."

          Fuentes:
- Century of Genocides: Critical seáis and eyewitness accounts, Varios autores, tercera edición, editado por Samuel Totten y William S. Parsons. Capitulo 5 The Gypsies por Sybyl Milton. Testimonio de Elisabeth Gutteneberger páginas 152 a 156.
- Experience and Expression: Women, The Nazis and the Holocaust. Editado por Elizabeth R. Baer. y Mirna Goldenberg. 2003. Página 56
- Dokumentation an  Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma.

sábado, 12 de febrero de 2011

Julia Lentini (nacida Bäcker)

Julia Lentini: “Mi madre nos dijo: Mantened juntas 
vuestras manos, permaneced juntos, daos las 
manos, llevad a los pequeños; Vamos, permanezcamos 
juntos así no nos perderemos"
© USHMM

         Julia Lentini nació el 15 de abril de 1926, en Eisern, Alemania en el seno de una familia Romaní. Sus padres se llamaban Ludwig y Johanna Bäcker. Julia tenía catorce hermanos y pasaba los veranos junto a sus progenitores viajando en un carromato por toda Alemania. El padre de Julia, trabajaba como tejedor de canastas y comerciante de caballos, además fue también un talentoso carpintero que construyó los propios vagones donde viajaba toda la familia. Julia tuvo una infancia feliz en una familia Romaní muy unida, que hablaba romanés en casa, pero alemán cuando hablaban con amigos alemanes.

         La vida de Julia no cambió mucho cuando los nazis alcanzaron el poder en Alemania en 1933. Recuerda que a veces se asomaba a través de ventanas durante las reuniones que mantenían las Juventudes Hitlerianas u otras veces saludaba con el "Heil Hitler" porque no quería parecer diferente a los demás. Después los Bäckers se trasladaron a Biedenkopf, Alemania. Julia y sus hermanas trabajaron en una fábrica de tejidos de punto y en las granjas locales.

          El 8 de marzo de 1943, los nazis sacaron a los Bäckers de su casa y los montaron a bordo de un tren, asustados, pero con sus manos estrechadas durante los tres días que duró el viaje a Auschwitz-Birkenau. Julia no sabía nada de la existencia de tales campos, ella recuerda que pasaron varias horas hasta ser registrados en el campo y que su madre suplicaba que la familia se mantuviera unida,
permanecieron prácticamente en silencio durante todo el proceso de registro. A Julia le tatuaron en su antebrazo el número de prisionera Z-2801. Julia y tres de sus hermanas fueron asignadas al servicio de cocina. Poco tiempo después Julia contrajo fiebre tifoidea y fue trasladada al bloque de la enfermería. En el corto espacio de tiempo de seis meses, la madre de Julia, su padre y su hermana Matilde sucumbieron a la enfermedad y al hambre. Por la misma época, a su hermano William se lo llevaron y nunca más supieron nada acerca de él.

          A principios de 1944, Julia fue trasladada sin sus hermanos desde Auschwitz-Birkenau al campo de concentración de Schlieben, donde de nuevo estuvo en la cocina del campo. En una ocasión Julia recuerda que fue condenada a recibir 150 latigazos delante de todos los prisioneros después de que la sorprendieran robando alimentos. Mientras se recuperaba, voló por los aires una fábrica de municiones cercana, provocando el pánico en el campo. Los guardias del campo se llevaron todas las provisiones existentes en el campo y lo abandonaron, dejando a los prisioneros tras la valla electrificada. Unos días más tarde, llegaron los soldados rusos para liberar Schlieben y durante el traslado, Julia y tres amigos se quedaron en un campo estadounidense cercano. A bordo de un camión militar estadounidense, Julia volvió a Biedenkopf, ya que su madre les había dicho a todos los niños que acudieran a Biedenkopf si la guerra terminaba. Allí se encontró con alguno de sus hermanos y su casa seguía en pie, aunque despojada de todas las posesiones de la familia.

         Durante el tiempo posterior a la guerra que Julia permaneció en Biedenkopf, nuestra protagonista conoció a Henry Lentini, un soldado estadounidense. Ocho meses más tarde, a pesar de las dificultades que imponía el desconocimiento del idioma, se casaron. Julia llevó puesto para su boda un vestido prestado y Henry se casó con su uniforme. En 1946, Julia y Henry llegaron a Estados Unidos para iniciar juntos una nueva vida, se establecieron en California. Tuvieron dos hijas, Laura y Rosa, tres nietos y tres bisnietos en el momento en el que se llevó a cabo la entrevista de Julia en 1995.

          Fuente:
- Testimonio visual de Julia Lentini USC Shoah Foundation Institute: http://college.usc.edu/vhi/education/livinghistories/lesson.php?nid=714

miércoles, 9 de febrero de 2011

Franz Baranyai

Franz Baranyai
© Steiermärkisches Landesarchiv, Graz.

         Franz Baranyai nació el 23 de diciembre de 1891 en Deutsch Kaltenbrunn. Vivió en Graz (Austria), donde trabajó como oficial de policía de seguridad y además perteneció también al servicio de emergencia de la ciudad.
   
         En marzo de 1942 le escribió al Gauleiter Uiberreither, para quejarse por el trato injusto que recibía por ser Romaní:
         "Todo mi pensamiento fue y es alemán, mi lucha y sacrificio es por mi patria, por los líderes, por la gente y por mi país, fiel hasta la muerte."

        Baranyai fue incluido en su ciudad natal en el libro de "Registro Gitano”, y no pudo presentar una prueba válida para ser considerado "ario". La policía criminal de Graz decidió que Baranyai "era completamente gitano".


Resolución sobre el origen Romaní de Franz Baranyai
© Steiermärkisches Landesarchiv, Graz.

        En abril de 1942, Frank Baranyai fue expulsado del cuerpo de policía.

        En julio de 1943 fue deportado al campo de Auschwitz-Birkenau en Polonia, lugar donde murió asesinado el 8 de julio de 1943.

       Fuente:
- Material didáctico: El régimen nazi. Persecución y resistencia en Estiria: La persecución de los gitanos http://www.erinnern.at/

sábado, 5 de febrero de 2011

Familia Seeger

Stolpersteine en memoria de los siete miembros de la
familia Romaní Seeger fallecidos en Auschwitz,
 erigido el 3 de Marzo de 2009 en Hannover
© Stadtarchiv Hannover

           La familia Romaní Seeger se trasladó el 15 junio de 1937 de Stettin a Hannover. Establecieron su domicilio en la Osterstrasse 42 de Hannover.

         Bernhard Seeger se dedicó profesionalmente  a la música. La familia compuesta hasta ese momento de seis miembros se vio aumentada con la llegada de las pequeñas Dorothee en 1937 y Hildegard en 1938.
        
        En 1939 vinieron al mundo los gemelos Adolf y Edith Seeger pero la fatalidad hizo que murieran poco tiempo después de nacer.

         Rosita, otra niña nacida en 1941, llegó a cumplir solo un día de edad.

         La familia  fue detenida por los nazis a principios de 1943. El  2 de marzo de 1943, los ocho miembros de la familia fueron deportados al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau en Polonia. En la tarjeta de residencia de la familia aparecen todos como "deportados a Auschwitz"; los padres, las dos hijas mayores, Ursula y Christel, los otros cuatro niños que tenían entre cuatro y ocho años de edad.

         Ursula fue el único miembro de la familia Seeger que sobrevivió al Porrajmos. Posteriormente se casó con Rose. Sus padres y hermanos murieron en Auschwitz-Birkenau en los primeros meses del año 1944.

      Fuente:
- Boletín del Stadtarchiv Hannover 2009

jueves, 3 de febrero de 2011

Anton Reinhardt

Anton Reinhardt
© Dokumentations und Kulturzentrum 
deutscher Sinti und Roma


La muerte de Anton Reinhardt acaecida apenas unas semanas antes del final de la guerra representa un fatídico y terrible ejemplo del fatal destino al que se vieron abocados los Romaníes durante los años en que los nazis asolaron Europa.

          Anton Reinhardt nació el 10 de junio de 1927 en el pequeño pueblo de Dornhan am Rande (Alemania). Su padre murió joven y su madre se volvió a casar en 1934 con el Sinto Johann Bühler. A pesar de la aparición de la discriminación por parte de los nacionalsocialistas sus padres se esforzaron por proporcionar a Anton y a sus dos hermanos una infancia feliz. Llevaban un estilo de vida nómada y se dedicadan al oficio de la reparación de paraguas. Anton asistió a la escuela primaria en Waldshut y llegó a ser un gran nadador. Después de dejar la escuela trabajó en una fábrica de maquinaria. En el verano de 1943 - justo antes de caer en manos de los nazis – obtuvo el carnet para conducir vehículos de hasta 2,5 toneladas.

Anton Reinhardt
© Dokumentations und Kulturzentrum 
deutscher Sinti und Roma

En agosto de 1944, a Anton Reinhardt lo enviaron al Hospital Municipal de Waldshut, en ese lugar  científicos raciales nazis iban a proceder a esterilizarlo contra su voluntad. Pero antes de que este hecho se llevara a cabo Anton aprovechó para escapar.
                     
            Anton inició su huida, anduvo a pie más de 100 kilómetros. Su objetivo, lograr alcanzar la frontera suiza. Allí esperaba dejar atrás a sus perseguidores. Sobre el puente de ferrocarril cerca de Koblenz (Cantón de Aargau) Anton se lanzó al río para intentar cruzar, ayudado por la oscuridad de la noche, el Rin y así poder alcanzar suelo suizo. Lo consiguió, Anton estaba en la neutral Suiza, por fin era libre…

           Pero… por desgracia, policías del país helvético lo descubrieron. Un documento de las autoridades policiales señala que Anton Reinhardt fue detenido el 25 de agosto de 1944 a las 20.30 cuando intentaba su "entrada ilegal" en Koblenz y a las 21.00 horas de aquel día lo condujeron hasta la cárcel del condado, a unos seis kilómetros de distancia, en Bad Zurzach. Un informe suizo determina que Anton Reinhardt era "un individuo cuestionable" y que "sus padres antes de la guerra eran viajeros, es decir, itinerantes que reparaban paraguas. Los motivos reales y las causas del mencionado para huir a Suiza, son imposibles de determinar" Durante el interrogatorio en Suiza, Reinhardt, también mencionó la persecución racial como una de las razones de su huida, afirmó que era gitano y que los familiares de su madre habían sido confinados por los alemanes en el campo de concentración de Auschwitz y que la Gestapo también lo había amenazado con la deportación al campo polaco.

Las autoridades suizas le negaron asilo, lo obligaron a regresar a Alemania. La decisión fue tomada en contra de las directrices del 12 de julio de 1944 de acuerdo con el caso "todos los extranjeros cuya vida y su integridad física estuvieran realmente en peligro por motivos políticos o por otras razones" no debían ser expulsados. El 8 de septiembre de 1944 Anton Reinhardt fue expulsado de Suiza con destino a Alsacia. Anton les pidió a los policías suizos que lo abandonaran al menos en un punto de la frontera, para que no fuera detenido por los nazis nada más cruzarla.

Huellas dactilares de Anton Reinhardt, tras ser 
detenido en Suiza (Suiza Bundesarchiv Berna)

                       
          No obstante, la policía alemana lo detuvo poco tiempo después en Alsacia. Lo llevaron al campo de seguridad de Schirmeck-Vorbruck. Desde allí pudo enviar varias cartas a sus padres. Su madre recuerda que le envió ropa a Schirmeck, cuya recepción se confirma en una carta. Es probable que Anton se pusiera en marcha a raíz del cierre del campo junto con otros detenidos con destino a Gaggenau. 

           Poco antes del final de la guerra en marzo de 1945, se las arregló para escapar de nuevo del campo de Rotenfels. En este nuevo intento de huida, el 30 de marzo de 1945, Viernes Santo, fue detenido cerca de Bad Rippoldsau en Schapbach por una unidad del "Volkssturm".  A instancias del SS-Sturmbannführer Karl Hauger se constituyó un improvisado "tribunal militar". Anton Reinhardt tenía 17 años de edad. El veredicto quedó claro desde el principio: Anton Reinhardt fue "condenado" a muerte. El capitán Franz Wipfler era el funcionario responsable de la unidad del Ejército Popular que firmó la condena a muerte de Anton. Antes de su asesinato Anton Reinhardt escribió con manos temblorosas y con la terrible presión del miedo a la muerte unas pocas palabras de despedida a su madre y sus hermanos:
"Querida Madre, quiero deciros la última voluntad, os deseo buena salud y larga vida. Buenas noches. Anton". 

            El Sábado Santo, se llevaron a Anton a un bosque cercano. Testigos de aquella infamia recuerdan que Anton durante el viaje, lloraba de desesperación acordándose constantemente de su querida madre. Llegaron hasta un lugar apartado, lo obligaron a cavar su propia tumba, después le propinaron una cruel paliza, todo esto sucedió de este modo… hasta que el SS Hauger acabó con la vida de Anton Reinhardt de un disparo en el cuello.


Carta de despedida de Anton Reinhardt


       
El  director de cine Karl Fruchtmann dirigió en 1999 un filme documental, “Ein Einzelner Mord” en el que a partir de los archivos de la investigación y de registros originales, reconstruye los dos últimos días en la vida de Anton Reinhardt.


          El 16 de octubre de 2000, en el cementerio de Bad Rippoldsau se erigió un monumento de piedra donde se lee la inscripción: "Para conmemorar al Sinto Anton Reinhardt  que murió asesinado el Sábado Santo de 1945 a los 17 años por un hombre de las SS en el bosque de Bad Rippoldsau”


©  gedenkorte.sintiundroma.de

Fuentes:
- Biografía de Anton Reinhardt del Dokumentations und Kulturzentrum Deutscher Sinti und Roma
- The Gypsies During the Second World War: The Final Chapter. Donald Kenrick. Univ. Of Hertfordshire Press, 2006 Pagínas 129-130
http://gedenkorte.sintiundroma.de