domingo, 20 de febrero de 2011

Franz Rosenbach

Franz Rosenbach junto a su madre
© Foto: Dokumentations an Kulturzentrum 
deutscher Sinti und Roma

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Franz Rosenbach nació el 29 de septiembre de 1927 en Horatitz (Sudetes). Desde 1938 su familia se fue a vivir a la Baja Austria, allí se dedicaban a trabajar la alfarería.

"En marzo de 1943 fui detenido por la Gestapo cuando estaba en mi trabajo en los ferrocarriles y me dijeron: Haz el atillo que te vienes. No hay preguntas. Nos llevaron a una de las grandes cárceles de Austria, en Viena. Me metieron en una celda con mi tío con unos 20 ó 30 reclusos. y junto con mi madre, mi tío y sus hijos fuimos deportados al llamado "campo gitano " en Auschwitz-Birkenau. Yo tenía 15 años. Mis tres hermanas y mi padre habían sido ya previamente deportados allí. De boca de mis hermanas en Auschwitz, me enteré que mi padre había sido asesinado dos días antes de nuestra llegada por las SS.”

En Auschwitz Franz Rosenbach sufrió el proceso de entrada, entregar todas sus pertenencias, desnudarse, tatuarle en su brazo el número de prisionero Z-9264, las duchas… después fue conducido al llamado "campo gitano" que se hallaba directamente al lado de la sección donde se encontraban los Judíos pero estaban separados de estos por una cerca de alambre de espino electrificada. En el barracón de Franz 500-600 personas se hacinaba, estaba atestado de gente. Una vez en el barracón buscó a los niños a su tía y a su tío que no los había vuelto a ver desde su llegada. Su barracón estaba en la cercanía de un crematorio, se podía ver el humo ascendiendo al cielo. En el barracón no había aseos solamente un  barril donde todo el barracón debía hacer sus necesidades, pronto este estaba lleno y rebosaba, e hedor del barracón era insoportable. Dormían sobre paja en una especie de cubículos a modo de literas, con el único aporte de calor de los cuerpos uno al lado del otro. La humedad y el frío eran insoportables.

Poco después de llegar Franz fue asignado para realizar trabajos forzados en el Komanndo Kanalbau en Birkenau, grupo de trabajo que estaba constituido sólo por Romaníes. Cada día tenían que soportar largos recuentos a la intemperie. Franz recuerda que una vez durante uno de estos recuentos, su madre olvidó el pañuelo que cubría su cabeza, le dieron una cruel paliza con garrotes de goma dura, a Franz por intentar evitar que la golpearan también recibió una brutal paliza.

En el lugar de trabajo contaban solamente con una pala, sin zapatos, sin calcetines, aguantando tormentas, frío, lluvia y nieve, llenos de barro de forma continua. Sin parar de trabajar, los prisioneros se debilitaban hasta llegar al punto de agotamiento; cada tarde noche, volvían totalmente fatigados al barracón. La comida consistía en una especie de sopa acuosa, que en realidad era solo agua caliente, un cuadradito de pan y un poco de mantequilla. El hambre era terrible, aquello lo devoraban los prisioneros en cuestión de nada.

Un día Franz recuerda que sufrió lo que en el argot del campo se conocía como una “selección”, eran unos 1500 hombres, los llevaron hasta un sótano, los SS los revisaron, Franz tuvo suerte de que lo llevaran hasta la fila de los aptos para el trabajo, los otros fueron conducidos hasta las cámaras de gas y los crematorios.

La mayoría de los casi 23 000 Romaníes que fueron deportados a Auschwitz cayeron víctimas del terror de las SS, los trabajos forzados y las condiciones inhumanas de vida que imperaban allí. Especialmente dramático resultó ver aquellas madres que tuvieron bebés nacidos en el campo, esos bebés no tuvieron casi ninguna posibilidad de supervivencia.

Después de la selección por las SS en la primavera y el verano de 1944 cerca de 3.000 sinti y roma fueron "exterminados mediante el trabajo" y se comenzó a trasladarlos hacia otros campos de concentración en el Reich.

Ese mismo día que Franz sufrió la selección lo condujeron hasta unos vagones de ganado que estaban estacionados sobre las vías, lo montaron en un tren donde se apretujaban entre 100 y 120 hombres por vagón, sin agua, sin nada, tan sólo un cubo para hacer sus necesidades.

El tren se detuvo habían llegado hasta una ciudad que luego Franz supo que se trataba de Weimar, todos los prisioneros clamaban a los SS pidiendo agua con desesperación.
Los SS a manguerazos rociaban los vagones y por las aberturas Franz consiguió beber algo de agua y así calmar su terrible sed. Después de 6 ó 7 horas estacionados allí una locomotora y unos 3 ó 4 vagones del convoy fueron dirigidos hasta el campo de concentración de Buchenwald.

Cuando se abrieron las puertas de los vagones, las SS empezaron a repartir palos a diestro y siniestro, estaban molestos porque no esperaban recibir a prisioneros tan extremadamente debilitados.

En Buchenwald pasó 6 semanas en el barracón de la cuarentena, logró recuperarse un poco. Lo asignaron a trabajar en la cantera.


Después otro traslado en mayo de 1944 al campo de concentración de Dora-Mittelbau,  y de aquí al subcampo de Harzungen.

 
Franz Rosenbach durante el concierto de la Orquesta de Cuerda 
de Ferenc Snétberger en el Edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. 
El evento pertenecía al Programa Marco para la apertura de la exposición 
"El Holocausto contra los Sinti y Roma y el racismo hoy en día en Europa"
© Foto: Metz

El sobreviviente de Auschwitz Franz Rosenbach contando 
su experiencia a los más jóvenes.
© Foto: Rogier Fokke

         En 2005 se publicó su biografía titulada Der Tod war mein ständiger Begleiter" "La muerte era mi permanente compañera" escrito por Norbert Aas basado en entrevistas realizadas a Franz Rosenbach.



        Fuentes.
- Dokumentations und Kulturzentrum deutscher Sinti und Roma.
- Stiftung Gedenkstätten Buchenwald und Mittelbau-Dora.