Lily van Angeren-Franz © Privatbesitz Franz |
Lily van Angeren (nacida Adele Franz) nació
el 24 de enero de 1924 en Neustadtl. Pertenecía a una familia numerosa sinti
alemana, los Franz. Vivían en una caravana de forma permanente y durante el
invierno la estacionaban en un espacio de estacionamiento en Billstedt cerca de
Hildesheim.
Hildesheim juega un papel muy importante en
la historia de los Romaníes Sinti de Alemania: la primera evidencia documentada
de la aparición de los Romaníes en territorio alemán fue la declaración oficial
de Hildesheim de 1407. No se sabe cuánto tiempo han vivido los Romaníes en
Hildesheim. En 1939 probablemente tan sólo vivieran en la ciudad dos familias
Romaníes – los Franz y los Braun – . Pero hoy vamos a contar la historia de una
niña y de su familia, Lily Franz.
Lily Franz (al lado de su padre) con su familia en 1933.
© Privatbesitz Franz
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El padre de Lily actuaba como músico en
fiestas y en restaurantes. Su madre vendía artículos de mercería puerta a
puerta. Lily vivió una infancia feliz, le gustaba ir a la escuela, tenía muchas
amigas, algunas de ellas no eran Romaníes. Poco a poco, los nazis después de
hacerse con el poder, comienzan el proceso de exclusión de los Sinti y Romá. Los
controles policiales cuando viajan de una ciudad a otra se hacen más frecuentes
y lo que los hace más peligrosos es que los policías cada vez les demuestran
mayor hostilidad. A menudo, al llegar a alguna ciudad les prohiben el
estacionamiento, durante el Porrajmos, con suma frecuencia, las
políticas municipales son tan hostiles hacia los Romaníes como los dictados que
emanan de la jerarquía nazi. En estas ocasiones los policías, los escoltaban de
vuelta fuera de los límites de la ciudad.
En 1938 los nazis arrestaron al padre de
Lily. Fue enviado al campo de concentración de Sachsenhausen. Durante años, la
familia no supo nada sobre su destino. La madre, a partir de ese momento se
tuvo que encargar ella sola del cuidado de todos los niños., Lily van Angeren
le ayudaba todo lo que podía para sacar adelante a la numerosa familia. Ella se
vio obligada a abandonar la escuela y ponerse a trabajar.
Julius Franz, padre de Lily © Privatbesitz Franz |
El 1 de marzo 1943 Lily y su hermana fueron detenidas en
la fábrica de caucho donde trabajaban, la policía se las llevó al cuartel de la
policía de Hildesheim. Allí, ya estaban retenidos su madre y el resto de sus
hermanos, además se percató de que todo el lugar se encontraba repleto de
Romaníes en la misma situación que ellos. Aquel día se detuvo a 57 Romaníes por
la Kripo:: 20 de Hildesheim, 14 de Göttingen, 8 de Holzminden y 15 de Kreis
Peine. El más anciano de los detenidos en el distrito de Hildesheim contaba 71
años de edad, la más joven una niña de menos de dos años de edad (ambos, no
vieron el final del año 1943 en Auschwitz). En toda la acción se vieron
involucradas diversas instituciones: la policía, la Gestapo, el
ayuntamiento, las oficinas de distrito, los consejos regionales... Todos los
involucrados al parecer lo hicieron sin vacilar en ningún momento y con un
estricto celo burocrático.
A los Romanís se les dijo que los enviaban a Polonia y
que allí les darían una casa en el campo a cada familia y un trozo de tierra.
Los montaron en camiones y se dirigieron a Brunswick (en alemán
Braunschweig), ciudad alemana de la Baja Sajonia, a orillas del río Oker. Una
vez que llegaron allí los nazis los bajaron de los camiones y los encerraron en
un tren.
Su destino por desgracia no seria ninguna bonita casa en
mitad de un campo polaco, rodeados de ricas tierras. Después de un viaje que le
pareció a nuestra protagonista que no iba a tener fin, el convoy donde viajaban
hacinados con muchos otros Romaníes Lily y su familia llegaron a
Auschwitz-Birkenau. Estaban completamente agotados por el terrible viaje en
aquel tren desde Alemania, nada más llegar los SS los recibieron a gritos con
su amenazantes y fieros pastores alemanes. Formaron parte de los primeros
grupos de Romaníes que llegarona Auschwitz-Birkenau. Le tatuaron su número de
prisionera Z-561 en su brazo. Ya no tenía un nombre, desde ese momento, Lily se
había convertido en un número, su número de prisionera. Lily tenía 19 años
cuando llegó a Birkenau. Lily, como otras chivas jóvenes fueron obligadas a
realizar trabajo esclavo. Con una pala bajo la nieve o la lluvia, soportando el
calor del verano y las bajas temperaturas del invierno polaco, tenían que cavar
profundas zanjas alrededor del campo. „En aquel campo
-comenta Lily- los niños no tenían prácticamente ninguna posibilidad de
sobrevivir.“ La desesperación y el pesimismo crecían en Lily con cada
día que pasaba. "Te pegaban por
lo más mínimo. Allí todo era frío, húmedo y sucio. Reinaban el hambre y la
violencia. Y por no hablar de la plaga incesante de piojos.“ Poco
tiempo después de ingresar en el campo polaco, uno de sus hermanos y otros parientes
murieron. Lily confiesa que nunca hubiera podido sobrevivir de no ser por un
prisionero polaco del campo que trabajaba en las oficinas y que trasladó a la
joven Lily a las oficinas. En mitad de aquel infierno Lily encontró un hueco
para el amor, se enamoró de este prisionero polaco. Con frecuencia para
evadirse de tanto horror hablaban sobre libros, libros que habían leído antes
de llegar a Auschwitz.
En la oficina Lily se encargaba de recoger los datos de
los convoys que llegaban a Auschwitz-Birkenau, fue allí donde comprobó que
Romaníes de toda Europa estaban siendo enviados hasta el campo polaco. Lily
recuerda como si se tratara de una pesadilla cuando los SS llegaban borrachos a
las oficinas para atormentar y humillar a los prisioneros que allí se
encontraban.
Lily recuerda „Todo el mundo en el
campo sabía que se quemaban los cuerpos de la gente. Las llamas de las
chimeneas alcanzaban varios metros de altura. Hasta los niños lo sabían todo.“
En el la sección BIIe se encontraban recluidos
muchos niños gemelos para que el médico de las SS Dr.Mengele realizara sobre
ellos sus terribles experimentos médicos. Lily cuenta que una vez se hallaba
con otro prisionero en el bloque de Mengele, y pudo ver algunas partes de
cuerpos de gente metidas en contenedores. Lily asevera „Como tantas cosas en
Auschwitz, lo que se vio allí nunca se olvida.“
Lily enfermó de tifus y fue enviada a la enfermería del
campo, Lily sabía que aquel era el final, entendía que el prisionero que
entraba en la enfermería tenía su sentencia de muerte firmada. Lily oyó como se
acercaban los vehículos que venían para trasladarlos a las cámaras de gas. Pero
entonces, de repente, un médico de las SS revocó la orden. Todos los
prisioneros se quedaron paralizados. Lily cuando mejoró de su enfermedad se las
arregló para salir de la enfermería.
Antes de la liquidación del "campo gitano"
acaecida a principios de agosto de 1944. Los SS procedieron a una última
selección con los prisioneros Romaníes que se encontraban en el Zigeunerlager unos
fueron asesinados en las cámaras de gas, otros, los jóvenes y fuertes, aquellos
que los SS consideraban que todavía poseían las fuerzas necesarias para
trabajar los enviaron para realizar trabajos forzados en campos de
concentración del Reich, en este grupo encontramos a la joven Lily.
Sólo más tarde se enteró de que todos los Sinti y Roma
que se habían quedado en Birkenau habían sido gaseados en una sola noche.
En el verano de 1944, antes de la liquidación del Campo
Gitano es trasladada al campo de concentración de Ravensbrück. Al poco de
llegar Lily fue destinada al campo satélite de Graslitz. Durante el viaje de
traslado los SS no les dieron a los prisioneros ni agua ni pan. Cuando llegaron
a Graslitz, había muchos muertos entre los prisioneros. Lily fue enviada a
trabajar en una fábrica de municiones, allí tenía que ajustar los cañones de
las armas.
El frente se hallaba cada vez más cerca del campo, así
que los SS reunieron a los prisioneros y emprendieron una de las llamadas
„Marchas de la muerte“. Todo prisionero que no era capaz de seguir caminando
era fusilado al instante y lo dejaban allí tendido en la cuneta de la
carretera. Durante un ataque aéreo, Lily se las arregló junto con otras mujeres
Romaníes para huir. Se escondieron en el bosque y caminaron hasta alcanzar la
frontera checa. Por fin estaban a salvo.
Lily consiguió sobrevivir al porrajmos.
Durante un tiempo se puso a trabajar para la Cruz Roja en
un campo de Desplazados y, finalmente un día, se montó en un tren que la llevó
a su casa, en Hildesheim.
Sólo un año después de la guerra Lily se enteró de que su
padre, Julius Franz y su hermana Waltraud habían vuelto a Hildesheim. Su madre y cinco
de sus hermanos perecieron asesinados en Auschwitz.
Waltraud Franz, hermana de Lily
© Privatbesitz Franz
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Su padre y su hermana vivieron hasta su
muerte en Hildesheim, Lily, sin embargo, emigró a Holanda, Alemanía ya nunca
podría volver a ser su hogar, los nazis habían acabado con la vida de
prácticamente toda su familia.
Lily se casó y reconstruyó su vida cerca de
la ciudad de Utrecht.
Lily van Angeren-Franz
© Planet Schule
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En 2006 dio
testimonio de su experiencia en el Porrajmos ante el Parlamento Europeo.
Lily van Angeren-Franz murió en la noche del
7 de marzo de 2011 en Woerden, Países Bajos.
Lily van Angeren Franz te bisterdon tumare
anava.
Fuentes:
- Transcripción del testimonio de Lily van
Angeren, en la inauguración de la exposición "El Holocausto contra los
Romaníes y el racismo hoy en día en Europa" celebrada el 17 de Enero de
2006 en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo.
- Hans-Dieter Schmid: Hildesheim im
Nationalsozialismus. Die Deportation der Sinti aus Hildesheim im März 1943.
Hildesheim 2002
- Lily : het unieke levensverhaal van een
zigeunerin. Lily Franz; Henny Clemens; Dick Berts; Wim Willems. Ámsterdam:
Forum, 1997.
- Raimond Reiter: Sinti
und Roma im "Dritten Reich" und die Geschichte der Sinti in
Braunschweig.
- Memorial Book: The Gypsies at
Auschwitz-Birkenau. State Museum of Auschwitz- Birkenau. K.G. Saur, New York. 1993.Volumen I.
Páginas 62-63.
- Documental „Wir haben doch nichts getan
...“ Der Völkermord an den Sinti und Roma .
- Documental „Een stukje blauw in de
lucht”.