Paulina Vasile
© Radu Tuta / Agerpres foto
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Silencio eterno y
mudo, descarnado silencio…
Paulina Vasile
nació en 1931 en el seno de una familia Romaní en Alexandría, Rumanía. Su padre
se dedicaba a hacer trabajos de platería por la región.
El mariscal
Antonescu, en la primavera de 1942, decidió iniciar la deportación de miles de
Gitanos a Transnistria, una región anexionada por Rumanía en el devenir de la
II Guerra Mundial. Inicialmente, estas deportaciones afectarían a todos
aquellos Gitanos registrados como “problemáticos”, con este fin, el 25 de mayo
1942 (a pesar de que inicialmente se había previsto para el 31 de mayo) la
policía y la gendarmería realizaron por todo el país un "censo
Gitano" siguiendo las directrices marcadas por Antonescu.
El número exacto de
Romaníes que fueron deportados y murieron en Transnistria no se conoce con
exactitud todavía, diversos documentos señalan que entre 25.000-36.000 Gitanos procedentes
de Rumanía fueron evacuados a la región enmarcada entre los ríos Bug y Dniester. La decisión final de Antonescu tenía
como objetivo la limpieza étnica del país y no, como arguyeron después de la
guerra, como castigo a los Romaníes con antecedentes penales, así lo ha
demostrado el historiador Adrian Nicolae Furtuna. En documentos oficiales se
lee:
Los Romaníes sujetos a deportación comprenden los
siguientes grupos:
- Gitanos nómadas (Kalderash)
- Gitanos sedentarios, sólo aquellos delincuentes
condenados o sin medios de subsistencia, o sin ocupación definitiva con la que
vivir, y por lo tanto representan una carga y una amenaza para el orden
público.
Situación numérica respecto a la evacuación de gitanos
nómadas y sedentarios a Transnistria, establecida por la Inspección General de
la Gendarmería, Servicio de Gendarmería. Sección III:
1.- Gitanos nómadas
evacuados desde el 1 de junio al 15 de agosto de 1942:
Hombres ............ 2.352
Mujeres .............. 2.375
Niños .................. 6.714
Total.............. 11.441
2.- Gitanos
sedentarios peligrosos para el orden público evacuados en trenes entre el 12 y
el 20 de septiembre de 1942:
Hombres .............. 3.187
Mujeres ..............,, 3.780
Niños .................... 6.209
Total................ 13.176
3.- Fueron
evacuados más tarde por un permiso especial, delincuentes que habían escapado
de la cárcel:
Hombres .............. 22
Mujeres ................ 17
Niños .................... 30
Total................. 69
Total de gitanos
nómadas y sedentarios evacuados: 24.686
Mapa de Rumanía durante la II Guerra Mundial
englobando a
la región de Transnistria.
© Commons Wikimedia
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A Paulina Vasile y
su familia los deportaron a la región de Transnistria por haber nacido
Romaníes.
Era una mañana como
otra cualquiera de junio de 1942, pero aquella maldita mañana la vida cambió
para siempre para Paulina y su familia. Hasta el lugar donde vivían llegó un
grupo de soldados rumanos. Les comunicaron que debían abandonar sus modestas
chozas, iban a ser reubicados en otro lugar, concretamente en el Bug, allí les
entregarían una casa, animales que criar y tierras para trabajar. Miedo… Su
padre estaba trabajando fuera. Como si de ganado se tratase los obligaron a
montarse en camiones, Los camiones arrancaron, partieron… Paulina contaba tan
solo 11 añitos de edad. Los llevaron hasta la localidad cercana de Poroschia, los
encerraron en un granero, calor, miedo… Mientras tanto, su padre, al escuchar
de un vecino lo que estaban haciendo con las familias Gitanas buscó
desesperadamente a los suyos, hasta que por fin se enteró del lugar en el que
los tenían encerrados y consiguió reunirse con ellos en el granero de
Poroschia. Paulina nunca olvidará las palabras que les dijo su padre al
abrazarlos “Donde vaya mi familia allí
estaré yo”
A los pocos días los
trasladaron hasta un lugar cerca de Feteşti, cuando llegaron había muchos
Romaníes, sus vigilantes los obligaron a formar en filas; los hombres con los
hombres, las mujeres con las mujeres y los niños con los niños. Gritos,
desesperación y llantos Gitanos ante la separación de las familias. Al final ante
el caos que se organizó, los soldados decidieron volver a reagruparlos por
familias. De este modo se conformó el convoy ferroviario, hacinados en un vagón
para transporte de ganado. El viaje en aquel tren duró casi dos semanas, dos
eternas y largas semanas, durmiendo de pie, sin prácticamente nada que comer,
tan solo les entregaban un trozo de pan negro por día y una lata de comida,
pero no les daban abrelatas así que tenían que abrirla a pisotones, como
buenamente podían. Nadie les informaba de nada, ni hacia donde se dirigían, ni
cuánto tiempo quedaba de viaje, nada… incertidumbre, hambre, calor y mucho
miedo. Las paradas del convoy eran constantes, además, en el interior de aquel
infierno debían renunciar a cualquier forma de intimidad, para hacer sus
necesidades improvisaron una letrina haciendo un agujero en el suelo del vagón,
sí, el mismo vagón en el que dormían, comían y viajaban hacia algún lugar.
Este fue el dantesco
viaje de Paulina, una niña Gitana de once años arrancada del mundo, durante
catorce largos y eternos días hasta que llegaron a su destino, Odessa.
Deportación de Romaníes a
Transnistria
© Partida Romilor
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Nada más llegar comprobaron
que todo lo que les habían dicho antes de partir era mentira, una patraña para
que se montaran en aquel maldito tren sin poner trabas, pronto se percataron de
que todos perecerían en ese lugar. Los condujeron hasta el campo, había una
especie de barracones sin puertas ni ventanas, cada uno de ellos sería ocupado
por ochenta o noventa personas.
Restos de lo establos en Transnistria donde
ubicaron
a los Romaníes deportados.
© Mihai Andrei Leaha
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En Transnistria, la
vida resultó terrible; la miseria, el hambre, el tifus, los piojos campaban a
sus anchas en aquel lugar. Las autoridades rumanas habían convertido granjas
colectivas de estilo soviético en campos improvisados. La dispersión de
deportados resultó caótica. Las viviendas consistían principalmente en antiguas
pocilgas y establos de caballos donde el hacinamiento y la miseria resultaban
terribles, donde la atención médica no existía. Y a todo eso había que añadir la
crueldad de los guardias rumanos y tropas itinerantes alemanas que aterrorizaban
constantemente a los deportados.
Paulina a lo largo
de su vida nunca ha podido olvidar el hambre que pasó, no les proporcionaron
suficiente comida, no podían mantenerse por sí mismos, no les entregaban las raciones
de alimentos establecidas por el gobierno; a veces, éstas no se distribuían
durante semanas. Tampoco se les entregó leña, por lo que no podían preparar su escasa
comida, ni calentarse, dantesco, infernal fue el invierno de 1942-43. La ropa representó
otro problema importante, ya que a los Gitanos deportados no se les había permitido
llevar nada de equipaje ni cualquier pertenencia personal con ellos. Los
deportados carecían de las cosas más básicas, ni tan siquiera una simples ollas
en las que preparar sus escasos alimentos.
Región de Transnistria
© Mihai Andrei Leaha
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Los Romaníes que
sobrevivieron a la deportación regresaron a Rumania en la primavera de 1944, al
mismo tiempo que el ejército y las autoridades rumanas de ocupación se
retiraban a causa de la ofensiva soviética. Alrededor de 14.000 Romaníes habían
sobrevivido, el resto sucumbieron al hambre, la enfermedad y la brutalidad.
Paulina Vasile se
encontraba entre aquellos sobrevivientes del Porrajmos.
Tras la liberación volvió
a su localidad natal, Alexandría, pero al volver sólo encontró la tierra yerma,
destrucción, ningún rastro del que un día había sido su modesto hogar… Tuvo que
empezar de cero, pero el pueblo Gitano sabe mucho de eso y en sus genes aparece
impresa la valentía y el no rendirse nunca, como aprendió en Transnistria cada
nuevo día resultaba un triunfo para la joven Paulina.
Paulina Vasile, vive
con una pensión de unos 100 euros mensuales… pero esa paga la cobra debido a
los años que trabajó como mujer de la limpieza en un restaurante de Bucarest no
por el sufrimiento padecido durante la Segunda Guerra Mundial. En su casa no
hay electricidad. Ella nunca ha olvidado la experiencia vivida en Transnistria
y se muestra orgullosa de su sangre Romaní.
El 7 de marzo de
2011 la Asociación de ONGs de Rumanía le concedió a Paulina Vasile, en una
emocionante gala, un premio especial por haber sobrevivido al Genocidio Romaní
durante la II Guerra Mundial.
Reconocimiento a Paulina
Vasile.
© Roma Transitions
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Fuentes:
- Why do not they cry? Roma Holocaust and its true
story" Sostar na Rovas?… O Samudaripen thaj lesqi ciaci paramisi de Adrian
Nicolae Furtuna, Delia Grigore y Mihai Neacşu.
- Tragedia romilor deportati in Transnistria, 1942-1945 (Romanian Edition)
- Artículo Look at me (and take me) as I am” – 2011 Roma Women Gala de By George Lacatus. Roma Transitions
- Deportarea romilor în Transnistria. Dorin Cioaba.
- The Roma: a Minority in Europe. Historical,
Political and social perspectives. Romanian
Public Reaction to the Deportation of Gypsies to Transnistria de Viorel Achim.
Editado por Roni Stauber y Raphael Vago. Páginas 89-102
- The deportation of the Roma and their treatment in
Transnistria. Yad Vashem.
- Ando Bugo: The Romani Holocaust in Transnistria.
Michelle Kelso.
- Recognizing
the roma: a study of the Holocaust as viewed in Romania. Michelle
Kelso. A dissertation submitted in partial fulfillment of the requirements
for the degree of Doctor of Philosophy (Sociology) in The University of
Michigan 2010.
- Tragedia romilor deportati in Transnistria,
1942-1945 Radu Ioanid, Michelle Kelso, LuminiŃa Cioabă (coord.), Mărturii
şi documente, Iaşi, ed. Polirom, 2009
- Deportarea Rromilor in Transnistria. Documente de
archiva.
- Documente privind deportarea tiganilor in
Transnistria. 2 volúmenes. Editura enciclopedica. Editado por Viorel Achim.
- “Valea plângerii” un film de Mihai Andrei Leaha,
Andrei Crisan y Iulia Elena Hossu. 2013
- Deportations
from Romania. Council of Europe.