domingo, 17 de mayo de 2015

Paulina Vasile

Paulina Vasile
© Radu Tuta / Agerpres foto

Silencio eterno y mudo, descarnado silencio…

Paulina Vasile nació en 1931 en el seno de una familia Romaní en Alexandría, Rumanía. Su padre se dedicaba a hacer trabajos de platería por la región.

El mariscal Antonescu, en la primavera de 1942, decidió iniciar la deportación de miles de Gitanos a Transnistria, una región anexionada por Rumanía en el devenir de la II Guerra Mundial. Inicialmente, estas deportaciones afectarían a todos aquellos Gitanos registrados como “problemáticos”, con este fin, el 25 de mayo 1942 (a pesar de que inicialmente se había previsto para el 31 de mayo) la policía y la gendarmería realizaron por todo el país un "censo Gitano" siguiendo las directrices marcadas por Antonescu.

El número exacto de Romaníes que fueron deportados y murieron en Transnistria no se conoce con exactitud todavía, diversos documentos señalan que entre 25.000-36.000 Gitanos procedentes de Rumanía fueron evacuados a la región enmarcada entre los ríos Bug  y Dniester. La decisión final de Antonescu tenía como objetivo la limpieza étnica del país y no, como arguyeron después de la guerra, como castigo a los Romaníes con antecedentes penales, así lo ha demostrado el historiador Adrian Nicolae Furtuna. En documentos oficiales se lee:
Los Romaníes sujetos a deportación comprenden los siguientes grupos:
- Gitanos nómadas (Kalderash)
- Gitanos sedentarios, sólo aquellos delincuentes condenados o sin medios de subsistencia, o sin ocupación definitiva con la que vivir, y por lo tanto representan una carga y una amenaza para el orden público.
Situación numérica respecto a la evacuación de gitanos nómadas y sedentarios a Transnistria, establecida por la Inspección General de la Gendarmería, Servicio de Gendarmería. Sección III:
1.- Gitanos nómadas evacuados desde el 1 de junio al 15 de agosto de 1942:
Hombres ............ 2.352
Mujeres .............. 2.375
Niños .................. 6.714
            Total..............  11.441
2.- Gitanos sedentarios peligrosos para el orden público evacuados en trenes entre el 12 y el 20 de septiembre de 1942:
Hombres .............. 3.187
Mujeres ..............,, 3.780
Niños .................... 6.209
               Total................ 13.176
3.- Fueron evacuados más tarde por un permiso especial, delincuentes que habían escapado de la cárcel:
Hombres .............. 22
Mujeres ................ 17
Niños .................... 30
               Total................. 69
Total de gitanos nómadas y sedentarios evacuados: 24.686

Mapa de Rumanía durante la II Guerra Mundial
englobando a la región de Transnistria.
© Commons Wikimedia


A Paulina Vasile y su familia los deportaron a la región de Transnistria por haber nacido Romaníes.

Era una mañana como otra cualquiera de junio de 1942, pero aquella maldita mañana la vida cambió para siempre para Paulina y su familia. Hasta el lugar donde vivían llegó un grupo de soldados rumanos. Les comunicaron que debían abandonar sus modestas chozas, iban a ser reubicados en otro lugar, concretamente en el Bug, allí les entregarían una casa, animales que criar y tierras para trabajar. Miedo… Su padre estaba trabajando fuera. Como si de ganado se tratase los obligaron a montarse en camiones, Los camiones arrancaron, partieron… Paulina contaba tan solo 11 añitos de edad. Los llevaron hasta la localidad cercana de Poroschia, los encerraron en un granero, calor, miedo… Mientras tanto, su padre, al escuchar de un vecino lo que estaban haciendo con las familias Gitanas buscó desesperadamente a los suyos, hasta que por fin se enteró del lugar en el que los tenían encerrados y consiguió reunirse con ellos en el granero de Poroschia. Paulina nunca olvidará las palabras que les dijo su padre al abrazarlos “Donde vaya mi familia allí estaré yo

A los pocos días los trasladaron hasta un lugar cerca de Feteşti, cuando llegaron había muchos Romaníes, sus vigilantes los obligaron a formar en filas; los hombres con los hombres, las mujeres con las mujeres y los niños con los niños. Gritos, desesperación y llantos Gitanos ante la separación de las familias. Al final ante el caos que se organizó, los soldados decidieron volver a reagruparlos por familias. De este modo se conformó el convoy ferroviario, hacinados en un vagón para transporte de ganado. El viaje en aquel tren duró casi dos semanas, dos eternas y largas semanas, durmiendo de pie, sin prácticamente nada que comer, tan solo les entregaban un trozo de pan negro por día y una lata de comida, pero no les daban abrelatas así que tenían que abrirla a pisotones, como buenamente podían. Nadie les informaba de nada, ni hacia donde se dirigían, ni cuánto tiempo quedaba de viaje, nada… incertidumbre, hambre, calor y mucho miedo. Las paradas del convoy eran constantes, además, en el interior de aquel infierno debían renunciar a cualquier forma de intimidad, para hacer sus necesidades improvisaron una letrina haciendo un agujero en el suelo del vagón, sí, el mismo vagón en el que dormían, comían y viajaban hacia algún lugar.

Este fue el dantesco viaje de Paulina, una niña Gitana de once años arrancada del mundo, durante catorce largos y eternos días hasta que llegaron a su destino, Odessa.

Deportación de Romaníes a Transnistria
© Partida Romilor

Nada más llegar comprobaron que todo lo que les habían dicho antes de partir era mentira, una patraña para que se montaran en aquel maldito tren sin poner trabas, pronto se percataron de que todos perecerían en ese lugar. Los condujeron hasta el campo, había una especie de barracones sin puertas ni ventanas, cada uno de ellos sería ocupado por ochenta o noventa personas. 

Restos de lo establos en Transnistria donde
 ubicaron a los Romaníes deportados.
© Mihai Andrei Leaha

En Transnistria, la vida resultó terrible; la miseria, el hambre, el tifus, los piojos campaban a sus anchas en aquel lugar. Las autoridades rumanas habían convertido granjas colectivas de estilo soviético en campos improvisados. La dispersión de deportados resultó caótica. Las viviendas consistían principalmente en antiguas pocilgas y establos de caballos donde el hacinamiento y la miseria resultaban terribles, donde la atención médica no existía. Y a todo eso había que añadir la crueldad de los guardias rumanos y tropas itinerantes alemanas que aterrorizaban constantemente a los deportados.

Paulina a lo largo de su vida nunca ha podido olvidar el hambre que pasó, no les proporcionaron suficiente comida, no podían mantenerse por sí mismos, no les entregaban las raciones de alimentos establecidas por el gobierno; a veces, éstas no se distribuían durante semanas. Tampoco se les entregó leña, por lo que no podían preparar su escasa comida, ni calentarse, dantesco, infernal fue el invierno de 1942-43. La ropa representó otro problema importante, ya que a los Gitanos deportados no se les había permitido llevar nada de equipaje ni cualquier pertenencia personal con ellos. Los deportados carecían de las cosas más básicas, ni tan siquiera una simples ollas en las que preparar sus escasos alimentos. 

Región de Transnistria
© Mihai Andrei Leaha

Los Romaníes que sobrevivieron a la deportación regresaron a Rumania en la primavera de 1944, al mismo tiempo que el ejército y las autoridades rumanas de ocupación se retiraban a causa de la ofensiva soviética. Alrededor de 14.000 Romaníes habían sobrevivido, el resto sucumbieron al hambre, la enfermedad y la brutalidad.

Paulina Vasile se encontraba entre aquellos sobrevivientes del Porrajmos.

Tras la liberación volvió a su localidad natal, Alexandría, pero al volver sólo encontró la tierra yerma, destrucción, ningún rastro del que un día había sido su modesto hogar… Tuvo que empezar de cero, pero el pueblo Gitano sabe mucho de eso y en sus genes aparece impresa la valentía y el no rendirse nunca, como aprendió en Transnistria cada nuevo día resultaba un triunfo para la joven Paulina.

Paulina Vasile, vive con una pensión de unos 100 euros mensuales… pero esa paga la cobra debido a los años que trabajó como mujer de la limpieza en un restaurante de Bucarest no por el sufrimiento padecido durante la Segunda Guerra Mundial. En su casa no hay electricidad. Ella nunca ha olvidado la experiencia vivida en Transnistria y se muestra orgullosa de su sangre Romaní.

El 7 de marzo de 2011 la Asociación de ONGs de Rumanía le concedió a Paulina Vasile, en una emocionante gala, un premio especial por haber sobrevivido al Genocidio Romaní durante la II Guerra Mundial.

Reconocimiento a Paulina Vasile.
© Roma Transitions

Fuentes:
- Why do not they cry? Roma Holocaust and its true story" Sostar na Rovas?… O Samudaripen thaj lesqi ciaci paramisi de Adrian Nicolae Furtuna, Delia Grigore y Mihai Neacşu.

- Tragedia romilor deportati in Transnistria, 1942-1945 (Romanian Edition)

- Artículo Look at me (and take me) as I am” – 2011 Roma Women Gala de By George Lacatus. Roma Transitions

- Deportarea romilor în Transnistria. Dorin Cioaba.

- The Roma: a Minority in Europe. Historical, Political and social perspectives. Romanian Public Reaction to the Deportation of Gypsies to Transnistria de Viorel Achim. Editado por Roni Stauber y  Raphael Vago. Páginas 89-102

- The deportation of the Roma and their treatment in Transnistria. Yad Vashem.

- Ando Bugo: The Romani Holocaust in Transnistria. Michelle Kelso.

- Recognizing the roma: a study of the Holocaust as viewed in Romania. Michelle Kelso. A dissertation submitted in partial fulfillment of the requirements for the degree of Doctor of Philosophy (Sociology) in The University of Michigan 2010.

- Tragedia romilor deportati in Transnistria, 1942-1945 Radu Ioanid, Michelle Kelso, LuminiŃa Cioabă (coord.), Mărturii şi documente, Iaşi, ed. Polirom, 2009

- Deportarea Rromilor in Transnistria. Documente de archiva.

- Documente privind deportarea tiganilor in Transnistria. 2 volúmenes. Editura enciclopedica. Editado por Viorel Achim.

- “Valea plângerii” un film de Mihai Andrei Leaha, Andrei Crisan y Iulia Elena Hossu. 2013


- Deportations from Romania. Council of Europe.